Extra II

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¿Uraraka creía que su novio era adorable?, Si.

¿Tierno?, Doble si.

¿Y un tsundere de mierda?, Pues tenemos un ganador.

—¡N-Ni creas que te lo doy porque lo necesites ni nada, me sobraba uno y eres la más cercana!—El rubio le extendió un lápiz, Ochako mostró una sombría sonrisa.

—Creo que olvidaste decir el "baka, baka", Kacchan...—Amaba a Bakugou y podía ser sumamente abierto con sus sentimientos hacía ella, pero normalmente... Él era un tsundere sin remedio. Y odiaba eso.

—¡No te burles de mi, idiota!—El rubio gruño, sonrojado, Ochako asintió, agradeciendo el lápiz que le serviría en la próxima clase.

Cortando ahora las escenas de clases que verdaderamente nadie quiere leer. Llegamos al final junto a la hora de salida, y como ya era costumbre, la pareja se iba junta.

—Adios, Tsuyu-chan, chicas.—Ochako movió su mano mientras salía del salón, usualmente se encontraba con Bakugou afuera de la escuela para irse juntos, así ambos tenían tiempo de despedirse de sus amigos.

Entonces, al buscarlo con la mirada, pasaron unos segundos. Luego minutos. Después de una hora lo supuso.

"¡Este bastardo se fue sin mi...!" Contuvo la vena que palpitaba en su cabeza, más aún, pateó una pared de por allí, lastimando su pie. Estaba enojada.

Verdaderamente enojada.

OoOo

Al llegar a clases, se topó con la mirada carmesí de su novio, frunció rápidamente el ceño.

—Kacchan...—Dío un tono calmado, pero se cruzó de brazos, estaba claramente irritada.—¿Dónde estuviste ayer después de clases...?, Te busque, pero ya te habías ido.—No haría una escena, así que hablo con calma.

—Tardaste demasiado, me cansé de esperar.—Soltó, despreocupado, Ochako se sintió aún más irritada.

—Oh... Ya veo.—Con una mirada oscurecida sonrió.—Gracias por contarmelo, Kacchan.

El rubio tuvo un escalofrío al oír su nombre, la castaña volvió a su asiento sin más que decir. Aún estaba irritada, por supuesto que sí, y Katsuki mejor que nadie lo sabía. Y quería disculparse, pero... Era un tsundere, y eso iría en contra de su personalidad.

—¿Almorzamos, bro?—Kirishima lo despertó de sus preocupaciones, este acepto. Seguramente Uraraka se iría sin él para que estuvieran a mano.

—¡Kacchan!—Vaya error.—Llegué rápido para irnos juntos.—Dulce y sonriente. Bakugou tenía miedo.

—Oh... Si.—Sin mucho que decir, le dió un gesto a Kirishima y Kaminari de despedida. Ochako lo tomo del brazo y comenzaron a caminar juntos, muy juntos.

El rubio estaba nervioso, y no solo por tener el pecho de Uraraka contra su brazo, sino porque sabía que la castaña seguía enojada por lo sucedido ayer, y entonces... ¿Por qué lo espero?, Usar la culpa era tonto, su orgullo era más grande que cualquier cosa en el mundo.

—Oi, Uraraka.—Este la llamo, ella lo miró, sonriente.—¿No estás enojada?

—Oh, ¿Por lo de ayer?, ¡No te preocupes!, Está bien.—Con su mano hizo un gesto de poca importancia, él sudo frío.—Pero Kacchan...

—¿Hmm?—El rubio tembló ante el tono.

—¿Quieres venir a mi casa un rato...?—El tono fue... Raro, algo más maduro quizá, y un poco, agradable.

Eres todo lo que odio | KacchakoWhere stories live. Discover now