{Capítulo 4}

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A la mañana siguiente, nos encontramos todos en el aula de física nerviosos por el mini examen de hoy. Mis manos no dejan de sudar y la idea de que lo más probable es que desapruebe me carcome los pensamientos.

-¿Estás bien, Lu? -interroga Jay preocupado posando su mano en mi hombro.

Niego con la cabeza sin poder contestar. A los minutos, el señor Henderson atraviesa la puerta para comenzar la clase de hoy.

-Buen día, alumnos. Espero que hayan estudiado para hoy -anuncia mientras todos bufamos-. El examen constará en resolver fórmulas en la pizarra y contestar unas pocas preguntas que les haré. Solo llamaré a algunos, pero la clase que viene lo continuaré hasta haber calificado a todos.

Mis nervios aumentaron aún más ante la idea de que sea frente a todos; no puedo combatir la mirada burlona y penetrante de mis compañeros.

-Pero antes, quiero anunciar que hay un nuevo estudiante que ingresará a nuestra clase por el resto del año. Londra, ¿le gustaría presentarse? -el profesor dirige su mirada al fondo.

Todos nos damos la vuelta para ver al chico nuevo. Cuando lo observo en detalle, noto que es el rubio que se ha caído sobre mí durante el descanso de la práctica de ayer. Maldigo para mis adentros el tener que compartir la clase con él. Ahora que lo pienso, ¿por qué no lo vi entrar al aula?

-Buen día a todos -saluda poniéndose de pie-. Me llamo Paulo, soy de Argentina y he venido a terminar mis estudios secundarios por lo que queda del año.

Quedo totalmente sorprendida ante su presentación, más sabiendo que también es argentino. Su inglés es tan impecable que quien no supiera que es de mi país sospecharía que es estadounidense.

-Así que tenemos otro estudiante extranjero además de la señorita Carter... -exclama el señor Henderson-. Sea bienvenido, Londra.

Paulo se acomoda en su lugar luego de terminar su introducción personal. Por un segundo me mira y se ríe seguramente recordando su caída de ayer. Ruedo los ojos y observo la forma en que la platea femenina de mi clase suspira por él.

Después de unos diez minutos, el profesor comienza a llamar por apellido a algunos alumnos para empezar con el cuestionario. Mientras el señor Henderson pregunta, se puede notar a simple vista los nervios de quienes son evaluados, especialmente cuando no saben la respuesta.

-Último estudiante por el día de hoy... -dice revisando la lista al tiempo que yo ruego internamente a que no me llame-. Carter, pase al frente.

Cierro mis ojos por un segundo para maldecir nuevamente e intentar calmarme antes que me desmaye frente a todos. Me pongo de pie con mi libreta estudiantil en mano y camino insegura hacia la pizarra. El profesor me interroga en forma teórica sobre los temas más recientes que hemos visto en clase; para mi suerte la mayoría los pude responder bien y algunos otros no.

-Le haré las últimas preguntas y pasaremos a una fórmula que deberá desarrollar -me indica-. ¿Qué es la inercia y en qué ley la podemos presenciar?

-Se la define como el mantenimiento de los cuerpos en el estado en que se encuentran ya sea estando en reposo o en movimiento rectilíneo parejo. La misma se enuncia en la primera ley de Newton -contesto segura por primera vez.

-Excelente -exclama el señor Henderson haciendo anotaciones en su cuaderno-. Procedamos a realizar la siguiente ecuación.

Al tiempo que copia en la pizarra, siento que no sé cómo debería resolverla. Mi mente se nubla y, en el momento en que me entrega la fibra para escribir, las fórmulas que había estudiado anoche se mezclan en mi cabeza haciendo que sólo pueda realizar la primera parte de la igualdad.

-Lo siento, no sé cómo continuarla -confieso avergonzada mientras acomodo mis gafas sobre la nariz.

-De acuerdo... ¿alguien desea ayudar a la señorita Carter a terminar la ecuación?

Miro a todos en busca de que alguno me tenga piedad, pero por lo visto ninguno acepta ayudarme, ni siquiera Jay y Samira cuyas facciones representan la confusión absoluta.

-Yo sé cómo resolverla -se ofrece el chico nuevo.

El profesor le hace un ademán para que pase al frente y Paulo se pone de pie caminando con seguridad mientras toma la fibra en su mano. Rápidamente la resuelve explicando cada paso que ha realizado para llegar al correcto resultado. Todos lo observamos totalmente asombrados ante su ligereza, incluso el señor Henderson, y para humillarme aún más, se empeña en responder las preguntas en las que yo me he equivocado.

-Impresionante -exclama el profesor anotando-. En tanto a usted, señorita Carter, ha mejorado un poco, pero aún le falta seguir esforzándose -me devuelve la libreta con una C en ella.

A los pocos segundos, suena el timbre que anuncia el cambio de asignatura. Luego de recoger nuestras pertenencias, un llamado del señor Henderson me impide retirarme del aula.

-Londra, Carter, ¿podrán acercarse un momento? -pregunta el profesor al tiempo que nos encaminamos a su escritorio-. Viendo sus referencias y en solo unos minutos he notado que usted tiene cierta facilidad para la física -comenta dirigiéndose a Paulo.

-Así es -asiente confiado.

-Y usted, señorita Carter, me ha pedido que le busque un tutor para mejorar su promedio en esta asignatura -vuelve a revisar sus notas-. Creo que él sería muy bueno para ayudarla, si es que Londra no tiene inconvenientes.

-En absoluto, señor Henderson -responde Paulo-. Me encantaría ayudar a que comprenda mejor la materia.

Este día simplemente no puede ser peor. Además de haber obtenido una C, debo tener de ayudante al muchacho que me atropelló torpemente ayer por la tarde. Sin decir una palabra, asiento algo frustrada por la situación.

-Está decidido -exclama el profesor tomando sus cosas mientras se retira del aula-. Que tengan buen día, chicos.

Lo miro a Paulo con mi mejor rostro de pocos amigos mientras él ríe.

-Mira a dónde nos ha llevado las vueltas de la vida -dice haciéndose el gracioso.

-Dejemos algo en claro -digo sin paciencia-. Solo me ayudarás con esta asignatura porque realmente debo salvarla para que mi promedio no vaya en pique, y luego haremos como si no nos conociéramos.

-Por supuesto, acepto el trato. Será un placer ayudarte, colorada -me responde en español y se retira de aula en menos de un segundo.

''Me espera un largo año por delante.''

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Como notarán, en esta novela tenemos a un Paulo más arrogante, y la verdad que quería darle ese toque así le daba otra imagen.

PD: De dónde son? Para los que no saben, yo soy de Argentina (igual a nadie le importa ahre)

Voten y comenten que los leo!!!

Extranjeros | Paulo LondraWhere stories live. Discover now