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Intenté tragar la galleta y luego tosí cuando lo logré, un poco asfixiado aún. Chae Rin apareció de pronto a mi lado, mientras la puerta de la entrada ya estaba cerrada.

—Ji Yong ¿Estas bien?—me preguntó, pero la tos seca que salía de mi garganta me impedía hablar.

—Te daré un poco de agua, espera.—Chae Rin corrió hacia la heladera busco agua y tomó un vaso, llenándolo rápidamente.

 Se acercó a mí y me extendió el vaso, tomé del agua, esperando que aquél ardor en garganta se fuera y la tos también.

—¿Mejor?—sonrió.

—Si.—deje el vaso sobre la mesa de la cocina .—Gracias.

—Eso te pasa por atragantarte de comida, Gd.—bromeó.

Reí ante el apodo que desde hace años llevábamos diciéndonos.

—Bueno, eso me pasa porque me hiciste venir desde otro continente sin comer.—reí.

Chae Rin se sentó a mi lado y me arrebato la galleta que tenía para terminarla de comer ella.

—¡Oye!

—Hay pizza en el refrigerador, creo que eso podría llenarte más que una galleta.—dijo.

—Tengo más sueño que hambre, así que mejor mañana me llevas a desayunar.—sonreí.

—Chae...—Me puse a jugar con los dedos de mi mano —SeungHyun es... ¿Tu novio?

—Y lo que más amo —afirmo.

—¿Y porque no me lo ha contado señorita? —me hice el indignado.

—Porque llevo cuatro meses saliendo con él.

—¿Cuatro meses? ¡Nuestra última llamada fue ayer! —recalqué.

Ella se encogió de hombros.

—Bueno, bueno, quería darte la sorpresa.

—Pues, lo lograste, pensé que después de lo de Teddy, tú ya no...—me quedé a la mitad de la frase, pero ella me entendió.

—Si, yo también lo pensé. Si no hubiera huido del país como cobarde, lo hice.—sonrió.—Pero conocí a SeungHyun y lo amo.

—¿De verdad? Hace cuatro meses que salen que tanto lo puedes conocer.—musité.

—Lo suficiente Ji Yong.—me miro sería.—Pensé que estarías contento por mí.

—¡Lo estoy!—sonreí.

Y lo estaba de verdad, pero algo se removía dentro de mí, algo que me hacía sentir confundido. Ese tipo de confusión cuando no te explicas, el porqué de las cosas avanzaba tan rápido y cambian de un día para otro.

—Estoy feliz de que hayas seguido adelante con tu vida, me pones el ejemplo.—admití.

—¿Que quieres decir con que te pongo el ejemplo? ¿Sigues enamorado de Soohyuk? —Dijo mirándome.

—¡Para  nada! Eso ya pasó, a lo que refiero es que, no te quedas estancada en un pasado, como yo con el accidente de mis padres.

—Oh, Ji Yong, eso fue hace tres años, ahora eres un fotógrafo profesional de veintidós y tienes mucho que sacar de esa vida que llevas.—me paso el brazo por lo hombros.—Pero ahora no hablemos de temas tristes, mejor dime, ¿Has conocido a alguien especial?

Sonreí ante su curiosidad y su enorme sonrisa. Pero a la mente se me vino el nombre de Choi SeungHyun, como una oleada del viento, rápida y fugaz.

—Que cosa más extraña.

—¿Qué? ¿A quién conociste? —preguntó Chae Rin agarrando mis manos.

Me di cuenta entonces de que lo había pensado en voz alta.

—¿Eh? Ah yo...—tartamudeé.



『 Manual de lo prohibido 』 » GtopWhere stories live. Discover now