#1GO MOONLIGHT || 2JAE ✔

🌘9🌒

Sanjoy y yo tomamos otra cerveza. Para cuando llegamos al lugar exacto del que él había hablado, ya estaba contento. Me senté la hierba y se sentía fresca, ligeramente húmeda con el rocío.

─Ahí esta la Osa Mayor ─dijo Sanjoy, señalando hacia arriba.

─Y allí Caisopea ─añadí yo, señalando también.

─¡Te sabes las constelaciones!

─Si, claro. Fue lo primero que me enseñó mi padre cuando me llevó de campamento.

─Esperaba impresionarte, pero ahora tendré que hacer una confesión. Solo distingo la Osa Mayor Nunca supe qué estrellas tenía que unir para formar una figura.

Tuve la sensación de que un problema como ese no afectaría a Jaebum, seguro el podía identificar las constelaciones. Incluso más que yo.
Pero ¿por qué me molestaba siquiera en pensar en él en ese momento?

Me acerqué levemente a Sanjoy.

─Mira, Caisopea puede ser difícil, pero si sabes encontrar a la Osa Mayor, deberías distinguir también a Draco, el dragón. Su cola pasa entre las dos osas.

─Pues la verdad solo sigo viendo puntitos brillantes esparcidos por doquier.

Me alejé.

─No importa. De todos modos, lo mejor de observar el cielo son las estrellas fugaces.

─No sé como, jamás he visto alguna.

Solté una risa.

─¡Eso no puede ser! No, en definitiva nos quedaremos mirando el cielo hasta que pase alguna.

─Podría tomarnos toda la noche ─dijo él en voz baja.

Giré la cabeza hacia él. Pude ver que me estaba observando.

─Por supuesto, sobre todo si me ves a mi en lugar de al cielo.

─Te me haces más interesante ─dijo él. Hizo una pausa─. ¿Por qué quisiste ser serpa?

─Me gustaba estar en el bosque, y así demás me pagan por ello. Tengo las de ganar.

─Pero eres de Seúl. No conocerás mucho al resto de los serpas

¿Trataba de hacerme sentir menos? Era cierto que casi no conocía a los demás. Pero simplemente las relaciones se habían dado, sentía que los conocía hace bastante.
Aunque, puede que Sanjoy tuviera dudas acerca de los empleados del parque. O quizás solo buscara un tema de conversación.

─Los conocí hace un año ─aseguré yo─. Pero Bambam y yo hemos seguido en contacto desde entonces. Nos hicimos amigos. Sé que tenemos muchas cosas en común.

─¿Cómo qué?

─Nuestra afición por estar al aire libre, más que nada. Además los dos estamos a un año de ser universitarios. Nos queda mucho por vivir y espero que lo hagamos juntos.

Volví a pensar en la situación de Bam. Los dos habíamos hablado de relaciones con chicos en general, pero él jamás me había mencionado lo que ocurría entre Mark y él. Tenía que admitir que me sentía apartado, él no había confiado lo suficiente en mí.

─¿Así que hace un año, eh? ─repitió Sanjoy.

─Sí.

─Supongo que es una suerte de que vengan tantos con nosotros ─dijo él─. A mí jamás se me habría ocurrido que fuera peligroso estar en el bosque. Pero, teniendo en cuenta lo que ocurrió con tus padres, ¿no tienes miedo?

─No. Por extraño que parezca, aquí siempre me he sentido segura. Todo va bien siempre y cuando te mantengas a alerta. Y a los serpas nos pagan por estar al pendiente de cualquier situación. Además, le confiaría mi vida a Jaebum.

Yo mismo me sorprendí al decirlo en voz alta.

─¿En serio?

─Desde luego ─acerté a decir sin tartamudear de nervios─. Él siempre está alerta y es muy consiente de todo.

─Pues allá parecía muy consciente de Minji

Pues no se había fijado en ella hasta que la propia Minji se colocó enfrente de sus narices, pensé yo.

─¿Te gusta Jaebum? ─preguntó Sanjoy.

─No me cae mal.

─¿Te gusto yo?

Sentí que me estaba preguntando algo más. Antes de que pudiera responder, noté un escalofrío por los brazos y espalda. Inmediatamente me incorporé hasta sentarme.

─¿Pasa algo? ─preguntó Sanjoy.

─Nos están observando.

─¡Será Jaebum! ─gritó enseguida─. Ese tipo...

Negué con la cabeza interrumpiéndolo. No estaba muy seguro de como sabía que no era él. Un mejor modo de decirlo es que, si hubiera sido él, lo habría sabido. Su forma de observarme era distinta, me hacía confiar en él y sentirme protegido.
En ese instante, en cambio, me sentía... amenazado.

─Deberíamos irnos ─dije, poniéndome de pie.

─Creía que esperaríamos la estrella fugaz.

─¡Ni siquiera hemos mirado al cielo! De verdad. Tengo un mal presentimiento. Hay que volver.

Comencé a rascarme los brazos. Estaba demasiado nervioso.

─Será porque nos pusimos a hablar del peligro.

─No es eso, Sanjoy. Vámonos. Jaebum hyung nos presionará de nuevo mañana. Necesito dormir.

─Está bien ─contestó él, poniéndose en pie de mala gana.

Agarré las latas de cerveza y se las puse en las manos.

─Tal vez ahora pesen menos, pero tienen que seguir cargando con esto. No podemos dejar la basura en el bosque.

─Al final supongo que traer cerveza no ha sido tan buena idea ─comentó él.─ Excepto por la parte de que me tocó estar un rato contigo a solas.

De camino al campamento, no pude dejar de pensar que algo nos observaba: algo peligroso. Y entonces lo ví, perdido entre las sombras de los árboles, un poco apartado, sus ojos castaños eran visibles. Un lobo. Asomó la cabeza durante solo una fracción de segundo, pero a mí me basto para ver que era negro. Completamente negro.

Nos observaba.

Jaebum había dicho que los lobos no atacaban a los humanos, pero no estaba tan seguro sobre eso en ese momento.

─¡Hey, yo ví un lobo como ese la noche de tu cumpleaños! ─exclamó Sanjoy.

─¿De verdad!

─Si, y casi sufro de un ataque al corazón allí mismo. Salió de las sombras cuando volvía a mi cabaña.

Lo que estaba sintiendo en ese momento se parecía mucho a lo que había sentido aquella ocasión. Pero ¿por qué me seguiría un lobo?

─¿Crees que es peligroso? ─preguntó Sanjoy.

¡Por supuesto que sí!, me gritó mi instinto.

─No lo sé ─contesté

Si sabía, sin embargo, había algo que no me hacía confiar en el lobo. Tenía algo que me indicaba que solo era un busca problemas. O bien, ya había bebido de más.

19.03.19