Spideychelle/ Un amor entre telarañas

PARTE 11

Michelle:
Ayer por la noche añadí otro articulo a mi blog, no he tenido muchos lectores aun pero supongo que solo es cuestión de tiempo y paciencia. Sin embargo ahora mi atención se concentra en algo en especial; el enmascarado. Ese tema ha llamado mi atención desde siempre, y pienso que poder averiguar algo por mas mínimo que sea acerca de esa persona, me ayudaría mucho en estos momentos. Seria un artículo interesante de escribir.

Guardo un anotador y parte de mi lapicero en un pequeño bolso negro, algunas cosas mas que creo necesitar y me dirijo a la puerta. Creo que visitare la joyería de Cristopher long hoy, tal vez pueda conseguir algo que me ayude a dar con alguna pista.

—¿Vas a salir?, ¿y el desayuno? — dice mi padre al verme frente a la puerta.

—Te lo deje en la cocina — respondo — tengo que salir ahora.

—¿A donde vas?, últimamente ya ni te quedas en la casa.

Que exageración. Solo he ido al ensayo en casa de Peter, que por cierto solo le dije que fui a la tienda. Tal vez jamas me ve, porque jamas pone atención a mi persona.

—Cree un blog hace unos días y estoy trabajando en ello ahora.

No estaba muy convencida de contárselo pero ni modo, ya lo hice.

—¿Un blog eh? — dice con ninguna expresión en su rostro.

—Espero que no vayas a oponerte — hablo.

—No, desde niña siempre te gustaron esas cosas Mj — responde normal, sin ningún sentimiento en sus palabras.

Sin embargo me dejo muda, no esperaba esa reacción de su parte y mucho menos que me llamara Mj. Han pasado muchos años desde la última vez que lo escuche llamarme así. Segundos después, él parece notar lo que acaba de decir.

—Mientras no descuides los quehaceres de la casa, has lo que quieras con tu tiempo libre — Dice con su tono frío y luego se aleja sin esperar respuesta de mi parte.

No voy a negar que sentí una sensación agradable al escucharlo llamarme así nuevamente. Pese a todo es mi padre y lo quiero mucho, aunque él no me permita demostrárselo.

El taxi que tome fuera de casa me dejo exactamente frente a la puerta de la joyería. Después de pagar el servicio, ingreso dentro.
Mi vista viaja por todo el lugar, en las revistas no se veía tan espaciosa. Es hermoso. 

Tarde literalmente mas de dos horas entrevistando a todos los empleados, y para mi mala suerte no he conseguido nada. Ninguno pudo decirme algo nuevo acerca del robo, aunque algunas reacciones me parecieron extrañas  no pude hacer nada, después de todo no soy policía para obligarlos a confesarme la verdad. 

Camino unas calles y me detengo a comprar un café, realmente me ayuda mucho a pensar. Pero luego de pagarlo, el tonto cierre de mi bolso se traba. Rayos, odio que eso pase.

—¿Jhon Crolins y David Rooth?, ¿hablas en eserio? — habla con evidente sorpresa a unos metros de mi.

Un muchacho de prácticamente mi edad no podía creer lo que le decían del otro lado de la linea telefónica.

—No he visto las noticias ¿Cuando paso? — él escucha y se mueve inquieto por el lugar — obviamente fueron esos tipos, sucedió en la tarde, iré por allí en cuanto pueda — vuelve a callar mientras escucha a la persona con la que habla — no, no he podido avanzar en el tema pero seguiré averiguando, esta bien, sdiós.

Yo solo lo escucho mientras lucho con el cierre atorado de mi bolso. Maldición, por mas que intento moverlo no lo logro.

— Yo puedo ayudar con eso— Me habla y entonces lo miro—  ¿Me lo permites? — pregunta ya estando a mi lado.