LLEVAME A LO PROHIBIDO

28. Una explicación

Al día siguiente todos arrastraban las secuelas de la noche de ayer, todos descansaban en el día de Navidad, algunos descansaban plácidamente contentos por los resultados de aquella noche, otros eran víctimas de sus remordimientos por lo que su cabeza no les dejaba descansar.

A pesar de ser Navidad, la sala de urgencias del hospital no descansaba, varios empachos por la cena de ayer y los excesos con el alcohol eran lo más común en aquella sala de madrugada, Irina miró su móvil a media mañana y suspiró al no ver ni tan solo un mensaje de su novio, lo último que sabía era que tenía una pequeña reunión con su familia con motivo de nochebuena.

María: ¡Despierta!-se sobresaltó con una sonrisa-¿Estabas en los mundos de Flavio?

Irina: ¡Tonta!-soltó una risa-pero en verdad si, desde ayer no sé nada de él... ¿es normal?

María: seguro está durmiendo Irina, son las 11 de la mañana, llevamos aquí desde las 7 de la madrugada atendiendo los excesos de nochebuena, es lógico que no haya dado señales, yo tampoco te las daría.

Irina: claro, que tonta soy-se apartó el pelo de la cara-¿tomamos un café?

María: a eso venía-le guiñó el ojo y las dos caminaron hacia la cafetería, mientras esperaban ese café María ojeaba una revista.

Irina: tengo ganas de llamarle, pero es que tampoco quiero molestarle, ¿crees que sea prudente?

María: madre mía Irina... estás enamoradísima-soltó una risa y acto seguido ella enrojeció intensamente.

Irina: la verdad es que me gusta mucho María, no sé... es atento, guapo, cariñoso, interesante y me respeta... aunque bueno-suspiró con una sonrisa.

María: ¿¡QUE!?-se acercó interesada por el rumbo de la conversación.

Irina: el otro día en la cena con Soledad... se puso algo intenso-murmuro.

María: ¡Oh dios! ¿te...?

Irina: ¡NO!-soltaron una risa-menos mal nos interrumpió Soledad.

María: ¿menos mal dices?

Irina: no quiero precipitarme, no sé... ¿y si solo me quiere por eso?

María: si solo quisiera eso ¿para que tomarse tanta molestia? Digo, traerte flores, pretenderte, tratar a la metiche de Soledad...

Irina: no le digas así, loca-meneó la cabeza-ella solo quiere protegerme-María de nuevo fijó la vista a la revista-no quiere que venga un millonario me deslumbre y luego me deje tirada como le pasó a mi madre...

María: ay amiga-suspiró sin apartar la vista de la revista-¿Y si tuviese razón?

Irina: ¿Por qué me dices eso ahora?-el corazón de Irina dio un vuelco cuando María arrastro la revista hasta su vista.

La imagen era clara, de gran tamaño y con las letras grandes, su novio aparecía sonriente con una copa junto a una mujer hermosa, los dos sonreían ampliamente mientras compartían.

Irina: unión entre las familias más poderosas, Lombardi y Del Junco, juntos... ¿¡Que significa esto!?-siguió observando las fotos, pudo reconocer a la hermana de Flavio y también al hombre que la increpó en el hospital con aquellas extrañas preguntas, sus ojos se humedecieron-esto tiene que tener una explicación... ¿No?

María: no sé, amiga... tal vez sea por negocios... ¿él que te dijo de ayer?

Irina: que tenía una reunión familiar-suspiró dejando salir sus lágrimas-¡no me dijo que iba hacer la fiesta del siglo! Me dijo que era familiar-recalcó de nuevo.