LLEVAME A LO PROHIBIDO

65. Nos vamos

Todos estaban siendo buscados intensamente por la policía, sobre ellos pesaban delitos como el fraude y el tráfico ilícito de armas, en el caso de Patricia, ésta todavía continuaba en los separos de la policía sometida a exhaustivos interrogatorios a los que se negaba a ceder aunque las pruebas fueran reveladoras y contundentes, mientras que Fabrizzio, Ignacio y Daniel habían conseguido huir de las autoridades convirtiéndose en fugitivos de la justicia.

Mala suerte tuvo el juez Luis Coronado, que cuando trataba de huir en uno de sus aviones privados había sido sorprendido por la policía con la que llevaba años siendo cómplice, siendo el segundo detenido de aquella banda por tráfico de armas, obstrucción a la justicia y corrupción, fue inmediatamente apresado y trasladado para formar acto de prisión... los días de los demás estaban contados.

Nadie se movía del hospital tras aquel amargo momento, por turnos visitaban a una Andrea que no solo estaba rota por fuera si no completamente destruida por dentro, apenas se podían distinguir sus hermosos ojos debajo de aquella fuerte inflamación que descendía lentamente, ella tan solo tenía fuerzas para preguntar por cómo estaba su hijo, un pequeño que día y noche lloraba por su madre atormentado por los horribles recuerdos de aquel día en el que el que creyó a su padre por tanto tiempo golpeaba a su madre salvajemente...

Andrea: mi pequeño-abrazó delicadamente al niño-gracias por traerlo Samuel.

Samuel: fue cosa de Irina... habló con el doctor para que pudiera venir a verte aunque fuese un ratito.

Sam: ¿Cómo estás mami?-la toqueteó con dulzura.

Andrea: ahora que te veo me siento muy bien, has sido muy valiente mi pequeño.

Sam: no es cierto... no he podido ayudarte...-Samuel pasó un brazo por el hombro de su hijo sentándose cerca de ambos.

Andrea: no tenías que hacerlo, has hecho caso de lo que tu madre te dijo, has sido muy fuerte quedándote en el baño.

Sam: quiero que vuelvas pronto a casa.

Samuel: mamá tiene que recuperarse... pronto saldrá del hospital y juntos nos iremos para empezar una nueva vida.

Sam: ¿irnos?

Andrea: ¿A dónde Samuel?

Samuel: mira a donde nos ha llevado todo esto... no sabes la culpa que cargo por todo lo que te has tenido que sufrir todos estos años-acarició su rostro, casi irreconocible-quiero que empecemos una nueva vida, como una familia, los tres juntos-el niño lo miró entusiasmado-quiero que nos vayamos a España en cuanto te recuperes-miró a Andrea-ese siempre fue nuestro lugar Andrea...

Andrea: iré a donde tú quieras, con tal de estar a vuestro lado-miró a su hijo-¿Qué te parece hijo?

Sam: que estoy muy contento-sonrió-nunca fui a España y menos con mis papás-Samuel se emocionó ligeramente a la vez que Andrea.

Andrea: ¿ya sabes entonces la verdad Sam?

Samuel: te escuchó decírselo a Daniel aquel día y no me quedó de otra que decirle la verdad, sé que tú querías decírselo de otra forma, pero no se dio la ocasión.

Andrea: lo importante es que ya lo sabes amor y que os tengo conmigo a los dos.

Sam: Samuel me cae muy bien, mamá-lo abrazó.

Beatriz: ¿se puede?-entró con timidez-te veo mucho mejor cariño-dejó unas flores en uno de los muebles y se acercó a Andrea.

Samuel: bueno, entonces yo me llevaré a este campeón a por... ¿unas chuches?

Sam: ¡¡SI!! Venimos ahora mamá-Andrea sonrió con lágrimas en los ojos.

Andrea: pasadlo bien-Samuel se inclinó sobre ella y le dio un beso en los labios.