NATSU EL DIOS SAIYAN DE LA GUERRA

Capítulo 3: El regreso de Cana

Todos miraban sorprendidos a la castaña, tanto de que hubiera estado tres años fuera, como por el poder mágico que desprendía

Cana: Valla Natsu, ahora que te veo de cerca veo tu cambio- dijo viendo que el antes pelirosa era ahora azabache y bastante alto y musculoso pero sin exagerar

Natsu: Y tú también, puedo sentir un gran poder mágico venir de ti- dijo con una leve sonrisa

Gilrdats: ¡CANA, MI NIÑA!- Dijo abrazando a su hija que intentaba separarse de él

Cana: ¡¡SI, SI, YA SE QUE ME QUIERES MUCHO PERO POR FAVOR SUÉLTAME!!- Dijo intentando quitárselo de encima, mientras Natsu reía ante esa escena

Natsu: Bueno, ¿qué os parece si hablamos de lo que hemos hecho durante este tiempo?- dijo llamando la atención de los presentes- en un lugar privado- dijo seriamente mirando a los del gremio que retrocedieron ante la mirada del pelinegro

Cana: Me parece una gran idea- dijo la morena con una sonrisa

Entonces la pelirroja Titania, al ver esa espada se acercó a hablar con la castaña

Erza: Oye cana ¿Y esas espada tan grande?- preguntó mientras la castaña miraba su espada

Cana: Esta espada- dijo cogiendo la enorme espada con una sola mano- es un regalo que me dio mi maestro espadero cuando termine el entrenamiento- dijo mirando el arma con algo de nostalgia

El pelinegro conocía esa mirada, era la misma que él puso cuando sus maestros se fueron a descansar de forma eterna

Erza: Esa arma parece un poco pesada ¿no crees?, porque no me la das a mí, creo que yo haré un buen uso de ella- dijo de forma algo arrogante, mientras muchos asentían

Entonces la castaña le lanzo su arma como si fuera un trapo, solo para que la pelirroja quedara aplastada contra el suelo e intentara levantarse del suelo con mucho esfuerzo pero le era imposible, cosa que sorprendió a muchos

Cana: Lo siento Erza, pero esta espada es un regalo de mi difunto maestro, y no se la pienso dar a nadie- dijo mientras recogía el arma, para alivio del tomate que respiraba de forma pesada, mientras la castaña se volvía a poner el arma en su espalda

Gilrdats: ¡Increíble! ¡Mi hija se ha hecho muy fuerte!- dijo dándole un abrazo mientras la castaña intentaba separarse de él

Cana: ¡¡VALE YA PAPÁ!!- Dijo molesta y algo sonrojada mientras Natsu se reía de esa escena, mientras recordaba momentos divertidos con Goku, vegeta y Broly sensei, al igual que con Kratos-sensei, aunque este era un poco más serio

Pero aun así, el pelinegro disfruto mucho estar con ellos hasta el último día que estuvo con ellos

Natsu: ¿Queréis venir chicas?- dijo mirando a Juvia, Yukino, Sorano y Minerva, las cuales asintieron

Erza: Un momento, ¿Por qué ellas pueden saberlo y nosotros no?- dijo con el ceño fruncido y su típico tono autoritario

Igneel: Natsu, nosotros debemos saber lo que hiciste estos tres años, somos tus padres- dijo el pelirrojo recibiendo una mirada de muerte del azabache

Natsu: Lo siento, peros mis padres están muertos, hace más de 400 años que murieron, así que no insistas más con eso- dijo seriamente el pelinegro, dejando a todos sorprendidos, y a Igneel ya Grandine con el corazón destrozados, al igual que Noriko siendo consolada por Happy

Merlín: ¡TÚ! ¡¡NO TE PERMITO QUE LE HABLES DE ESA FORMA A NUESTRO PADRE!! – Gritó furioso el pelirrojo hijo de Igneel

Natsu: ¡¡Tú a callar escoria humana!! ¡¡ Y es tu padre, no el mío!!- dijo seriamente el azabache