Odisea de Clanes | Volumen 1 - Primera Odisea en Ineria

Capítulo 1 (Parte 1): Jon Journey

Jon Journey era un joven de veintisiete años que se desempeñaba como maestro de artes marciales juveniles. Para él, vivir en la caótica ciudad de Neotrópolis era lo normal, ya que el lugar llevaba en dicha situación desde hacía incontables décadas. Con la finalidad de formarse como instructor de artes marciales, Jon había sido entrenado desde niño por su tío y mentor, Ringo Journey. Se había criado desde sus primeros años con la familia de Ringo, por lo que veía a sus tíos como sus padres, y a su prima como su hermana. Jon trabajaba a diario instruyendo a jóvenes y niños en el dojo de su tío y además era un estudiante universitario, pero debido a que últimamente su familia padecía un mal pasar económico, le dedicaba más tiempo al trabajo.

Lamentablemente, la vida de Jon estaba lejos de ser pacífica. Desde hacía años, su familia era extorsionada por unos gangsters, cuyo grupo se hacía llamar el Clan Vulcane. Se trataba de una poderosa organización criminal que controlaba varios territorios en la ciudad, siendo uno de ellos el distrito donde vivía la familia de Jon. Como si esto no fuera suficiente, la organización tenía un rencor personal contra Ringo, por lo que difícilmente podrían librarse de ellos. Así era como Ringo priorizaba la seguridad de su familia y accedía a pagar un tributo cada cierto tiempo, a cambio de una vida pacífica y una supuesta protección que les era brindada por el clan.

El problema era que, desde hacía un tiempo, la situación venía de mal en peor. el Clan Vulcane parecía tener algunos problemas económicos y el tributo había sido aumentado drásticamente durante los últimos meses. Desde entonces, Jon había comenzado a realizar otro tipo de trabajos en las sombras para conseguir dinero fácil, pero no exactamente de una manera limpia y lícita. Esto había sido ocultado a su familia, quienes creían que Jon poseía un segundo trabajo explotador del cual cobraba un buen sueldo.

Había dos tipos de trabajos ilícitos que Jon realizaba. El primero se trataba de la participación en numerosos torneos de pelea callejeros. Jon recorría toda la ciudad involucrándose en competencias amateur de peleas entre pandilleros, e incluso era contratado por clanes menores para pelear contra otros clanes enemigos. Para Jon, quién practicaba artes marciales desde pequeño y entrenaba a diario, no le suponía ningún problema participar en estas peleas, y prácticamente no había sufrido heridas nunca, salvo alguna que otra herida superficial. Se involucraba con clanes menores de distintas partes de la ciudad, para no llamar la atención ni ser reconocido por nadie cercano o importante. Aun así, resaltó demasiado en cierta ocasión donde derrotó por si sólo a un clan completo de alrededor de cincuenta miembros, obteniendo así una importante suma de dinero. Desde entonces, habían comenzado a correr rumores sobre él entre los pequeños clanes y fue apodado "el Cazador de Novatos". Jon mantenía su identidad oculta llevando, cada vez que combatía, una capucha negra que le cubría toda la cabeza.

El segundo trabajo estaba relacionado con una pareja de policías metropolitanos con los que había forjado cierta amistad: Morgan y Eddie. El primero, un sargento veterano de unos sesenta años, calvo en gran parte de la cabeza, barrigón, estatura media, fumador compulsivo, de actitud relajada pero a la vez estricto con su compañero novato. El segundo, Eddie, un joven de veintidós años que estaba dando sus primeros pasos en la institución: pelirrojo y pecoso, de contextura delgada, introvertido, pero de actitud amable y con un fuerte sentido de justicia. Ambos trabajaban en la comisaría más cercana del hogar de Jon, la cual se encontraba totalmente corrompida por el Clan Vulcane. El comisario había hecho un trato con los gangsters: a cambio de que les liberaran la zona, cobrarían dinero por ello y por arrestar a todo delincuente no perteneciente al Clan Vulcane.

En términos simples, el clan estaba utilizando a la policía para limpiar la basura que les estorbaba y así poder controlar el distrito con mayor facilidad. Debido a esto, Morgan y Eddie se encontraban forzosamente envueltos en una red de corrupción donde cobraban dinero sucio de los gangsters, por lo que habían acordado con Jon en darle un porcentaje de este dinero y así poder contribuir con su familia, con la condición de que Jon colaborara con la pareja en las tareas más peligrosas. Irónicamente, el dinero sucio que Jon utilizaba para pagar a los gangsters provenía de ellos mismos. De esta manera, Jon trabajaba conjuntamente con Morgan y Eddie, comunicándose con los policías en las horas donde supuestamente trabajaba en la fábrica y dirigiéndose, en realidad, al lugar donde se ubicaran los delincuentes.