Capítulo 9: Mr. Galath (2)

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Driant se levantó y comenzó a moverse rápidamente entre Ángelo y Donato, para impedir que pudieran acertarle un disparo. Por su parte, Marhaus atacó frenéticamente a Jon con un corte horizontal que este esquivó agachándose. El caballero prosiguió con un ataque vertical hacia abajo, pero Jon volvió a esquivar volcándose al suelo y dando una vuelta hacia atrás, para luego ponerse en pie.

—Esos sí que son buenos reflejos para un novato —dijo Marhaus.

Tommi disparó a propósito hacia la armadura del caballero.

—¡La próxima irá a tu cabeza, maldito! ¡¿Por qué dices que nuestros superiores no han traicionado?!

—¡Eso está claro! —contestó furioso Marhaus— ¡¡Han asesinado a nuestro camarada!! ¡¡Por supuesto que no se arriesgarían encubriendo el crimen a la Alianza y los delatarían!!

—¡¡No puedo creer que la Cosa Nostra sea más fiel a esa tal Alianza que a su propia gente!! —exclamaba Tommi desesperado.

—¡Cree lo que quieras! ¡La cosa es que ustedes morirán hoy por nuestras manos, en nombre de Sir Bastáis y de la Alianza! —contestó Marhaus mientras se disponía a atacar nuevamente a Jon.

Mientras tanto, Driant se movía velozmente impidiendo que Ángelo y Donato pudieran disparar. El joven se acercó lo suficiente como para tomar la muñeca de Ángelo de la mano que sostenía el revólver y torcerla. Ángelo gritó del dolor y soltó inevitablemente su arma, a la vez que Driant lo empujó hacia Donato haciendo que ambos cayeran al suelo. Gracias a su velocidad, el caballero logró tomar su espada mientras Donato intentaba ponerse de pie y atender a su compañero.

Cuando Marhaus se acercó rápidamente hacia Jon para volver a atacarlo con un corte vertical, este tomó un bote metálico de basura y lo utilizó como defensa. Marhaus incrustó su espada en el bote y no pudo quitarla, a lo que Jon aprovechó para propinarle una patada en el estómago que lo lanzó unos cuatro metros hasta impactar contra la pared del callejón. De esta manera Marhaus quedó desarmado, y antes de que pudiera ponerse en pie nuevamente, Tommi le disparó tres veces, impactando dos de las balas en uno de los lados del torso que estaba descubierto.

—¡¡Marhaus!! —gritó Driant, preocupado al oír los tiros.

—¿¡Qué haces, Tommi?! —contestó con enojo Jon— ¡No hace falta asesinarlos!

—¡Idiota! ¿Acaso sabes si es verdad lo que dicen? ¡Quizá todo es una trampa de ellos y sólo debemos acabarlos como hicimos con el otro imbécil! —respondía Tommi, quién cada vez se desesperaba más.

—Jaja... sabía que ustedes lo habían matado —dijo un agonizante Marhaus.

—¡¿No era que ya lo sabían?! —contestó Tommi.

—Sí, pero necesitábamos confirmarlo. Fueron sus superiores los que nos dijeron que ustedes eran los culpables, pero... no podíamos confiar en ellos con seguridad... al menos ahora sé que hacíamos lo correcto.

Marhaus intentaba reponerse mientras decía estas palabras. Al parecer las balas de Tommi sólo le habían rozado, y no penetrado. Jon se acercó rápidamente hacia Marhaus cuando este se puso en pie.

—Lo siento, pero mejor duerme un poco.

Acto seguido, Jon lanzó una patada lateral que impactó en la sien del caballero y a su vez lo lanzó contra la pared. Marhaus se desplomó inconsciente sobre el suelo.

—¡¡Jodidos cabrones!! —gritó Driant fuera de sí.

Sólo un paso necesitó dar el joven lleno de ira para alcanzar a Ángelo y lanzarle un corte cruzado sobre el torso, dirigiéndose luego hacia Donato y, antes de que este pudiera siquiera apuntarle con su revólver, cortarle de cuajo el brazo derecho que sostenía el arma. Ángelo se desplomó boca arriba sobre el suelo, mientras que Donato cayó arrodillado y, mientras aullaba del dolor, se tomaba la zona amputada del brazo derecho.

Odisea de Clanes | Volumen 1 - Primera Odisea en IneriaWhere stories live. Discover now