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Ya llevaban bebiendo un rato, debatiendo de estupideces o lo absurdas que eran algunas películas por cómo se desarrollaban. Se estaban volviendo amigos, pero eso no es algo que el castaño quería, pues deseaba algo más.

- Joshua, solo para confirmar, ¿Te gustan los hombres? – Estaban en el sofá, así que se acerco un poco y movió la pierna para pegar su rodilla a la del americano, quien sonrió triste.

- Si, aunque no he tenido ninguna buena experiencia – El americano agito un poco su cerveza, con la mirada perdida – He tenido muy mala suerte con el amor –Jeonghan llevo su mano libre a la pierna del de pelo anaranjado, acariciándosela lentamente.

- Nunca te rindas, algún día puede que encuentres a alguien que sea genial y te trate como te mereces – Le consoló, pero este endureció más su expresión tras sus palabras – Bueno, ¿Cuál fue tu primera experiencia con otro hombre? ¿Ese que hizo que te dieras cuenta de tus gustos? – Realmente le daba curiosidad, así que termino preguntando aquello. El americano le miro con una sonrisa irónica.

- ¿Mi primera experiencia? Pues fue un asco – Escupió con cierta rabia, pero al ser ya un recuerdo lejano, se reía burlándose de si mismo, de lo ingenuo que era – Fue a los trece años. Por culpa de que perdí en un juego con mis amigos, como castigo tenia que confesarme a la persona que me gustaba, el cual era un compañero de clases muy lindo. Cuando logre hacerlo, pensé que nunca había tenido tanta suerte, porque pareció corresponder mis sentimientos y quería salir conmigo – Se notaba la amargura en su tono de voz al narrar eso.

- ¿Pero? – Jeonghan miro algo triste al otro, sabiendo que tenia un final malo esa historia.

- A esa edad no todos están seguros de que les gusta y que no. A las semanas de estar con él, tan solo tomándonos de las manos, dándonos inocentes besos y decirnos cuantos nos queríamos, quise invitarlo a una cita – El intento de sonrisa en su cara parecía más una vacía mueca – Ese imbécil me dejo plantado, diciendo que estaba muy cómodo en su cama y rompió conmigo, diciendo que ya se estaba volviendo fastidioso y que solo estaba probando si le gustaban los hombres, pero no resulto – Agarro un puñado de frituras para comer, marcando el fin de esa historia.

- Pero que idiota más grande – Bufo molesto el coreano, cruzándose de brazos y bebiendo un poco de su cerveza con el ceño fruncido - ¿Cómo no se dio cuenta de lo egoísta que era? No se debe jugar con los sentimientos de las personas de esa forma – Nego enojado, gruñendo al pensar en eso. La estruendosa risa del americano le tomo desprevenido, haciendo que se alejara un poco de un salto.

- Si, es el mayor hijo de puta de todos, ¿No crees? – Le sonrió con una pizca de travesura, derritiendo a Jeonghan.

- Totalmente un imbécil, ¿Cómo no se dio cuenta de la maravillosa persona que tenía a su lado? – Estiro su brazo para acariciarle la mejilla a ese sonriente Joshua.

- Lose, pero dejemos de hablar de ese idiota – Puso distancia al ponerse de pie para ir a buscar otra botella al ya acabarse la que tenía en manos - ¿Tu como descubriste que te gustaban los hombres? – Le ofreció una botella al coreano, quien aceptó gustoso.

- En mi caso me di cuenta más tarde, pero fue luego de probar bastante – Confeso algo pensativo, vagando en antiguos recuerdos – A mí me atrae de todo, pero hace mucho tiempo tuve un amor bastante puro, donde la otra persona realmente me amaba y debido al rechazo social que había hacia los gays, y no estaba muy seguro de mis sentimientos, lo dejé hasta ahí. No recuerdo ya mucho, pero todas las relaciones que tuve después de esa, hasta ahora, se sienten bastante vacías y carentes de amor, ya que ninguna se compara a esa – Nunca le había contado eso a alguien ya que era algo íntimo, pero sentía que podía decírselo a Joshua, quien se acercó a revolverle sus cabellos castaños.

- Entonces tu eres de los que no valora lo que tienen – Negó con la cabeza fingiendo decepción y tomando asiento a su lado con algo de torpeza, bebiendo la mitad de la botella de un solo trago.

- ¿Qué? ¡No! Bueno, al menos ya no – Se rasco nervioso la mejilla, algo culpable del pasado – Ahora me esforzaría en mantener a mi lado lo que me importa e interesa – Cambio su tono a uno coqueto al decir esas palabras, apoyando su mano en la rodilla del otro y acariciándola suavemente.

- ¿Si? Como adultos deberíamos tratar de ser responsables y serenos al momento de tomar decisiones, pero... - Se tomó de golpe lo que quedaba en la botella, dejándola en el suelo para luego subirse al regazo de Jeonghan en un rápido movimiento, dejándolo sorprendido y quieto – Hace tiempo no me acuesto con alguien, ¿Crees poder saciarme? – Susurro con sensualidad en la oreja del mayor, quien jadeo excitado, ¿Cómo solo su voz podía dejarle así?

Los labios de Joshua presionaron en su cuello, pero los separo de inmediato cuando la melodía de "Sunday Morning" resonó en el departamento. Se salió de encima con mucha torpeza para tomar su móvil e ir a la cocina a contestar, dejando a un Jeonghan con las manos detenidas en la nada, procesando lo que acababa de pasar.

Avergonzado, miro su entrepierna que se puso dura por como Joshua le hablo y rozo apenas con sus labios. Nunca alguien lo había puesto duro tan rápido, ¿Acaso es por que igual llevaba un tiempo sin hacerlo? Escondió su cara entre sus manos, frustrado por la situación, además de que no pudo reaccionar a tiempo, si no, puede que lo haya excitado lo suficiente para que ignorara su móvil por el deseo.

- Hannie – Levanto la cabeza, escondiendo un poco su erección con su suéter – Un gato vomito – Se quejo como un niño mientras apuntaba a algún lugar dentro de la cocina. Claramente estaba borracho, asi que el castaño que se encontró más centrado, se encargo de eso.

- Shua – Lo llamo luego de botar la bola de pelo y lavarse las manos. Este se giro hacia él, con la mirada perdida. Se acerco con una sonrisa coqueta, donde le sujeto por el mentón para que le mirara - ¿Seguimos...? – El timbre sonó, interrumpiéndolo.

- ¡Ya llego! – Grito emocionado el de pelo anaranjado, desconcertando al mayor. Joshua se puso de pie para ir a abrir.

- ¿Quién? – Le siguió, quedando con la boca abierta al ver a la persona que esperaba el americano. Era un atractivo joven como de su altura, con el cabello un poco largo y rubio. Eso no le habría desconcertado tanto, si no fuera porque abrazo con mucho cariño a Joshua, quien le correspondió feliz.

- Supongo que tú eres Jeonghan – El joven sin ninguna vergüenza lo analizo desde la punta de los pies hasta su cabello – Yo soy Choi Minki, o puedes llamarme Ren, un amigo muuuy cercano de Shua – Su sonrisa hizo enojar al castaño, y más al ver como el americano en cuanto este tal Minki se agacho, este se puso en su espalda y paso sus brazos por su cuello, para ser cargado.

- Ren, hace tiempo no lo hacemos – Joshua arrastro las palabras contra su oído, empezando a repartir perezosos besos por su cuello. Ante esa escena, el castaño apretó más sus puños hasta que sus nudillos estuvieran pálidos.

- Lo siento por Joshua, nose porque esta tan cariñoso – Camino hasta la salida, para luego girarse al de cara angelical – Mañana estará como un zombie, así que no lo dejare salir. Confió en que cuidaras bien a los gatos, te ves como un hombre responsable – Hizo una leve reverencia y se fue con el de pelo anaranjado en la espalda, dejando a un confuso y enojado Jeonghan.

Se tiro desanimado al sofá, fastidiado por ese tipo. ¿Ese tal Minki era la pareja de Joshua? Si es asi, ¿Por qué no lo dijo desde un inicio? Así no habría insistido en coquetearle y no le dolería tanto que la distancia entre ellos aumentara. Si desde un inicio hubiera frenado sus sentimientos, estos no habrían crecido tanto a cada sonrisa, mirada y palabra que le dedicaba Joshua.

Quería que el americano cayera por él, pero termino ocurriendo lo contrario.

Siguió bebiendo de su botella, sin ánimos, hasta que de repente la gata blanca, Carat, se subió a su regazo ronroneando y acostándose de la nada – Eres adorable – Le murmuro mientras le hacía cariño, aguantando las lágrimas que se acumulaban en sus ojos.

- Estúpido Joshua – Murmuro en un infantil puchero, abrazando a la gata y escondiendo su cara en su pelaje.

¿Mala suerte? (JIHAN)Where stories live. Discover now