Capítulo 5

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Ambos habían corrido como si sus vidas dependieran de ello, cosa que hasta cierto punto era cierto, los gritos desenfrenados y llenos de maldiciones y amenazas de muerte de Bakugou claramente lo recalcaba.

Terminaron tirados sobre un árbol bastante alejado de la vista de sus compañeros y con la esperanza de no ser encontrados prontamente por el chico explosivo.

Uraraka e Iida se hallaban respirando de manera irregular mientras intentaban recuperar el aliento antes de decir algo, por su parte, el minino en los brazos de la fémina, parecía un tanto mareado por la maratón a la que fue obligado a ser una carga en los brazos de la chica.

Fue sacudido a mas no poder, sus mininas orejas le dolían por el viento sobre ellas y los gritos furiosos de Kacchan aún le tenían el corazoncito en su pecho retumbando en terror por lo que claramente se avecinaba por parte de este.

—Uraraka, se puede saber ¿Por qué robaste el gato de Bakugou?

Ya con un poco más de aliento al estar más acostumbrado a correr de esa manera sin necesidad de usar su quirk, Iida se ajustó los anteojos mientras le preguntaba aquello a la chica.

—¡Robamos! Tu estas tan en problemas como yo.

—¡Me dijiste, corre cuando tome al gato y huiste!

Reclamándole aquello Uraraka solo rio mientras se sentaba con el minino en brazos y lo acomodaba en su regazo, Iida se inclinó junto a ella y esta lo giro para que lo viera con más claridad.

—¿A quién te recuerda?

—¿De qué hablas...? Uraraka no tenemos tiempo para jugar, Midoriya está desaparecido es prioridad.

—¡Míralo!

Sacudiendo al minino y casi restregándoselo en la cara al cuatro ojos, este maulló e Iida se volvió a reacomodar los anteojos, tomo al gatito sin prudencia alguna, lo comenzó a analizar de patas a cabeza, desde su pelaje rizado y verdoso, hasta indagar en sus esponjosas orejas rosadas, ya más atento se cruzó con la mirada verde esmeralda bastante brillante que tenía con esos enormes ojos.

—Me recuerda al gato de mi abuela.

Deku se quejó junto con Uraraka por el comentario de Iida la chica le arrebato al minino y lo hizo encararla, a lo que este vio atenta a la fémina.

—¿Eres tú?

El minino asintió, cosa que hizo reír a Uraraka triunfante y a Iida verla con cara de que seguramente su amiga ya había enloquecido, perfecto, primero pierde a Midoriya y ahora Uraraka enloquece y habla con gatos, si, era el peor mejor amigo-delegado del mundo.

—¡Iida es Deku!

¡Bingo! Entre todos la única que se apiado de su triste realidad y descifro sus incontables intentos de lograr comunicar que no era un simple gato fueron solo entendidos por su mejor amiga, bueno no fueron muchos realmente, tampoco es como que se esforzara bastante, pero Uraraka se había ganado un presente cuando volviera a la normalidad.

Con eso la chica volvió a sacudir al pequeño gatito este maulló y asintió haciendo que el contrario hiciera una mueca incrédulo.

—¡Pero qué cosas dices Uraraka yo creo que...!

—¡Míralo! Es más que obvio, pelaje verde y rizado, ojos enormes y de un color idénticos a los de Deku, además este desapareció justamente cuando Bakugou llega con un minino ¿Coincidencia? ¡N-O L-O C-R-E-O!

Iida comenzó a ver más atento a la pequeña criatura frente a él, este parecía tener una mirada suplicante, esos ojos enormes eran inconfundibles, sin aviso previo el cuatro ojos le arrebato al minino y los restregó contra suyo con los ojos acuosos.

Felino (KatsuDeku) FINALIZADAWhere stories live. Discover now