Capítulo 13 Cita

877 60 4
                                    

- ¿En serio no es mucho Rebecca? – le pregunte a mi amiga a través de la computadora

- Yo creo que te vez muy bien – mencionó, pero miraba a todo menos a mí.

- ¡Rebecca! ¿Puede verme a mí y no a todas esas cosas en frascos? – le reproché y me senté en la cama de brazos cruzados.

- Perdona, pero esa una vacuna contra el virus Nemis – se disculpó con una sonrisa sincera.

- En ese caso te dejó hacer tu trabajo – me puse de pie rápidamente directo a la computadora.

- Siento no poder ayudar de mucho – mencionó sincera – Pero en verdad te ves hermosa.

- Gracias Beckie – sonreí – Sigue haciendo vacunas para salvar al mundo. Te quiero – le aventé un beso.

- También te quiero – sonrió y corte la transmisión.

- Necesito ayuda con esto – me acosté en mi cama espaldas al colchón – ¿Por qué no tengo amigas mujeres? – lloriqueé y golpe el colchón – Ultima y única opción – abrí de nuevo mi laptop y oprimí su nombre – Hola.

- ¿Leanie? – pregunto con el ceño fruncido.

- Hola Chris – sonreí – ¿Cómo estás?

- ¿Qué pasa Leanie? – me miro siendo evidente de que algo pasaba

- Yo... – me puse nerviosa

- Solo dilo muñeca – mencionó tierno

- Cierra los ojos – pedí

- No estás desnuda o algo así ¿Cierto? Algo como lo nuevo en internet, Sex... Sex

- ¡Chris! – mencione con las mejillas rojas de tanta vergüenza – Claro que no. Pero cierra los ojos – pedí, Chris soltó una risa, pero al final aceptó. Coloqué la laptop en el escritorio – Ábrelos – pedí – ¿Y bien? – sonreí – ¿Qué tal?

- ¿En serio eres tú? – pregunto sorprendido al verme

- Qué idiota Redfield – Chris comenzó a reír nuevamente.

- Te vez muy linda muñeca – sonreí sonrojada, pues no estaba acostumbrada que me dijeran ese tipo de halagos.

- ¿De verdad? – asintió con la cabeza – Es un alivio – suspiré – Pero ¿Seguro que no es mucho? - me encontraba un poco indecisa y es que me había puesto un vestido, uno de tono celeste, mi cabello lo había dejado suelto, con una diadema que tenia un pequeño moño en tono plateado. En mis pies usaba unos zapatos de piso, en conjunto de la diadema. Y gracias a que no acostumbraba mucho a vestir como toda una señorita, me era raro y me sentia un tanto extraña.

- No – aseguró – Te vez preciosa ¿Tienes una cita? – pregunto divertido.

- Yo... – jugué con mis manos – Si – sonreí apenada.

- Qué bien muñeca – sonrió – Estoy feliz por ti, pero – rodé los ojos – No me hiciste esos ojos a mi o ¿Si? – me encogí de hombros – ¿Con quién saldrás?

- Eso es un secreto – sonreí – Pero si te hace sentir más segura llevo esto – enseñe mi pulsera con rastreador – En caso de que no llegue a casa para las 9 puedes rastrearme

- Me agrada saber eso – sonrió – Espero y sea un buen chico – asentí – No quiero un patán para mi nena favorita.

- Lo sé – asegure sonriendo feliz.

- ¿Sabes también que se te ve muy bien? – mencionó Chris

- ¿Qué? – pregunte muerta de la curiosidad

Resident Evil "La Otra Kennedy"Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora