Capítulo 26 🇺🇸

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Corbyn se quedó toda la mañana en su cuarto. Intentaba encontrar la mayor información del lugar donde vivía su madre.


Si lo encontraba, podría encontrar también a su padre. ¿No?
O podía encontrar a alguien que conociera a su madre y que le dijera lo que quería saber.
Todo esto sin decírselo a Sky.

Por lo que sabía, su madre era de Dallas, Texas. Bastante lejos de Washington DC (dónde se encontraba la sede de la NASA).
Tardarían semanas en llegar, pero merecía la pena por descubrir algo. Y de paso veía gran parte del estado.

Mientras tanto, Sky se movía de un lado a otro preparando todo

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Mientras tanto, Sky se movía de un lado a otro preparando todo.
Cobró su sueldo de astronauta, preparó el coche para el largo viaje, escribió una nota a Jack para explicarle todo (especificando que no era la culpa de Corbyn, ya que cuando volvieran, sabía que su hermano querría matar al rubio) e hizo las maletas llenándolas con un montón de cosas necesarias.

- ¿Hiciste las maletas?

Corbyn cerró el portátil con rapidez y asintió nervioso.

- Bien, ¿Tienes pensado dónde quieres llegar?

Sky se sentó en la cama y miró al chico con las cejas alzadas.

- Podríamos ir a Texas. - dejó caer mirando a otro lado - He oído que se parece a Marte.

La chica rió.

Texas se parecía en Marte solo por algo, el color de la tierra rojiza y el desierto. Pero solo en algunas zonas.

- Eso está muy lejos. - comentó con una mueca - ¿No quieres ir a otro lado?

- No. - negó él con un puchero que convenció a Sky

- Vale. - suspiró - Pero tardaremos semanas.

- No importa. - exclamó colocándose a su lado - Estaremos juntos.

La chica sonrió sonrojada y Corbyn sonrió divertido.
Le encantaba cuando cambiaba de color.

11 p.m

Las luces se acababan de apagar en la central y solo quedaban algunas lámparas encendidas en las habitaciones.

Las maletas ya estaban en el coche. Sky las había llevado en la tarde cuando se daba una ceremonia en el ala norte.

Sé colocó la mochila negra en sus hombros e hizo su coleta.

Suspiró nerviosamente mientras daba vueltas por su cuarto. Tenía algo de miedo de salir de la central sin que nadie se enterara. No era igual que ir a Marte, allí solo se encontraba Corbyn y al principio ni siquiera lo sabía. Pero esto era diferente. Estaban en la tierra, con miles de personas peligrosas e intentando que la NASA no les descubriera. Algo casi imposible.

Llamaron a la puerta silenciosamente y el rostro de Corbyn se asomó con rapidez.

Ya no tenía miedo. Corbyn estaba a su lado, y aunque él no fuera la mejor persona con la que recorrer el estado (ya que nunca había estado en la tierra), confiaba en él, y sabía que no iba a estar sola.

- ¿Estás lista? - preguntó preocupado.

- Eso creo. - susurró con una media sonrisa.

Dejó el pequeño sobre con la explicación de su salida en la cama y suspiró.

El rubio le dió una sonrisa tranquilizadora y agarró su mano para depositar un beso en ella.

- Todo estará bien. - susurró.

La chica asintió y le abrazó con fuerza.

11:15 p.m

Anduvieron por los pasillos con sigilo, huyendo de las luces que seguían encendidas.

Se escondieron de algunos guardias que deambulaban por la zona y siguieron su camino por el descampado, dónde se realizaban la mayor parte de la pruebas al aire libre.

- ¡Hey! ¡Vosotros!

Sky y Corbyn se escondieron detrás de algunas cajas con rapidez al oír la voz de un guardia.

- Mierda. - masculló la chica al oír los rápidos pasos del hombre hacia su posición.

- ¡Salir de dónde estéis!

- ¿Qué vamos a hacer? - susurró Corbyn asustado.

Si les descubría todo el plan se echaría a perder.

- Sígueme el rollo. - le dijo girándose hacia él.

A Corbyn no le dio tiempo a contestar cuando los labios de la chica chocaron abruptamente con su boca.

Sé sorprendió al principio, pero le siguió el rollo y cerró los ojos para disfrutarlo mejor, imaginándose en otro lugar.

- ¡Hey! - el guardia se paró al ver a los dos adolescentes besándose apasionadamente - ¿Qué estáis haciendo en el descampado tan tarde?

Los dos se separaron de repente con la primera palabra del hombre y sonrieron con inocencia.

- Queríamos... Algo de privacidad. - dijo la chica convincentemente - No nos habían dejado salir de la central y... Pensamos que esta era la mejor opción sin salir ¿No cree?

- Oh. - el hombre procesó la información - No os quedéis más tarde de las 12.

Los dos asintieron sonrientes y el guardia se fue.

Volvieron a ponerse de pie y escalaron la gran verja que rodeaba todo el reciente, desactivando primero la electricidad en ella.

El coche les esperaba fuera, ya listo con todo dentro.

Corbyn y Sky se miraron a los ojos antes de sonreír y entrar en él.

Ahora sí que empezaba el gran viaje.

MARS; C.B Onde histórias criam vida. Descubra agora