Capítulo 30 🚑

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El pitido constante que se oía en la cabeza de Corbyn le hizo despertarse de pronto.

Al coger grandes cantidades de aire se dió cuenta de que tenía una mascarilla entre la boca y la nariz.
Miró a los lados desconcertado.

Las paredes blancas, los aparatos a los que estaba conectado y la camilla en la que estaba tumbado le dieron una pista del lugar donde se encontraba. Un hospital.

Se quedó mirando al frente pensativo hasta que oyó un quejido procedente de un pequeño sofá a su lado.
La chica estaba allí y él no pudo ocultar una sonrisa al verla.

En cambio, cuando Sky abrió los ojos y le vio, unas ganas terribles de abofetearle le consumieron por completo.
Se levantó de golpe enfadada y el rubio retrocedió un poco en la camilla asustado.

- Tú eres imbécil. - le gritó apretando los puños - Dime, ¿Cuántas mentiras más me has dicho? ¿De verdad eres de Marte? ¿En serio te llamas Corbyn? ¿Alguna vez sentiste algo por mí? ¡Dime! Porque ahora no creo en nada de lo que vivimos juntos.

- Sky...

- ¡No! ¡Sky nada! - su cara estaba roja de la ira y sus ojos comenzaban a humedecerse - ¿¡Puedes morir?! Puedes morir y ¿No me lo dijiste? ¿¡Es enserio?! ¿¡Cuántas cosas me has ocultado?!

- Yo no quería...

- ¡Pues lo hiciste! - se dió la vuelta intentando controlarse - Lo hiciste y me dañaste. - se giró hacia él algo más calmado - Desde que te conocí, he intentado protegerte para que nada te hiciera daño, ya habías sufrido bastante. Pero estaba tan centrada en eso que no me di cuenta de que tú también me podías hacer daño a mí.

Corbyn bajó la mirada arrepentido.

- Lo siento. - susurró dolido - En serio. Lo siento mucho. No pensé en que te podía hacer daño.

- Ya da igual. - suspiró sin mirarle - En cuanto te den el alta, volveremos a la NASA. - avisó saliendo de la habitación.

Corbyn suspiró con pesadez y dejó caer su cabeza a la almohada. No debía haberla mentido, pero creía que así las cosas no le dolerían. Ocultando lo que duele, nadie sufre. Pero se equivocó. Al final la verdad siempre sale a la luz, y llega peor que cuando comenzaste con la mentira.

Había hecho daño a Sky. Mucho daño. Y sería difícil arreglarlo.

(...)

Los dos salían del hospital en silencio.
Sky llevaba a Corbyn en una silla de ruedas hacia el coche, mientras que él intentaba contener las lágrimas.
Quería que todo fuera como antes, cuando no podían pasar ningún día sin besarse o sin reír. Pero sabía que él mismo lo había estropeado.

Al salir del hospital el rubio miró al cielo. Estaba nublado.
Genial, era lo que le faltaba. Iba a haber tormenta y Sky ni le hablaba.

Ahora mismo solamente quería volver a Marte. Regresar con ella, y que todo volviera a la normalidad.

Subieron al coche y Sky comenzó a conducir en silencio. El chico pudo deducir que iban a volver a la NASA.
Suspiró profundamente y se deslizó para abajo en el asiento.

(...)

La tormenta había comenzado y Corbyn temblaba de miedo.
Los dos estaban en un pequeño hotel para pasar la noche.

Miró a la derecha y vio a la chica durmiendo tranquilamente.

Intentó relajarse diciéndose a sí mismo que todo saldría bien, pero las cosas no iban bien.
Quería acurrucarse con Sky para no tener miedo, pero ella estaba dormida... Y enfadada. Con razón.

Respiraba con dificultad por las lágrimas que se deslizaban por su rostro y por el gran nudo que tenía en su garganta. No quería sollozar. No quería despertarla.
Pero eso ya había pasado.

Sky se levantó de su cama y se deslizó en la del rubio con suavidad para abrazarle fuertemente.
Él dejó de respirar en ese momento y la miró asombrado.

La chica tenía los ojos medio abiertos y descansaba su cabeza en el pecho de Corbyn mientras acariciaba su espalda intentando calmarle. Luego le miró directamente a los ojos y limpió sus lágrimas con el dedo pulgar.

Corbyn aceptó el abrazo con gusto y cerró los ojos agraciado porque ella estuviera allí.

- No quiero que te hagan daño Corbyn. - susurró ella en su pecho - Pero, por favor, no me hagas daño a mí.

El rubio cerró los ojos con fuerza procurando no llorar más y asintió.

- Te lo prometo. - susurró de la misma manera - Te lo prometo Sky.

- Iremos a Texas. - avisó antes de quedarse dormida.

MARS; C.B Donde viven las historias. Descúbrelo ahora