Capítulo | 10

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El individuo frente a mi, acaba de nombrarme y eso hace que se me revuelva el estómago. Intentaba calmar mi agitada respiración y no podía, estaba en pleno ataque de nervios. Le miro a los ojos y me pongo como hielo, su mirada era más oscura; completamente distinta a las veces que me ha observado en ocasiones anteriores, su semblante demuestra la confusión y el pasmo de la situación. En una caso así, es una de las personas a quien menos imaginé que vería.

—JungKook —artículo luego de un silencio.

Tiene el ceño levemente fruncido, me analiza con la mirada. Parece algo confundido, pero no tarda en suavizar su entrecejo y mirarme sin ninguna expresión.

—¿Que haces aquí? ¿Porque estabas corriendo? —indaga.

—Me estaban siguien...—estuve a punto de colapsar cuando volteo y no había nadie —Estaban siguiendome.

—No hay nadie, ¿estas segura de eso?

—Claro que si, no estaba alucinando —contesto. Estaba temblando levemente e intenté no demostrarlo.

Me observa detenidamente. Su vista pasa de mi, a ponerla fija a mis espaldas, dándome la oportunidad de contemplarlo. Estaba vestido de negro y tenia la capucha de su sudadera puesta, tenía un aire misterioso, sobre todo, si tenía aquellos mechones de cabello en su frente.

—Oye —llamó su atención, sus ojos negros se posan en mi, observandome con cautela —Lamento haberte chocado, no te vi —me miraba tan pacifico y eso me ponía en alerta. —Lo siento, otra vez —sin saber que más decir, ya que esto me resultaba bastante incomodo, paso a un lado de él y continuó con mi rumbo inicial.

Doy unos cuantos pasos, hasta que, para mi sorpresa, me detiene sujetando mi mano. Ante tal acto quedo en total perplejidad, trago saliva y pestañeo un par de veces para asimilar lo que acababa de suceder y por alguna y extrañisima razón, no me sentí incomoda con su tacto, el pasmo remplaza todo en este momento.

Observo su mano sujetando la mía. Esta era más grande, varonil, de dedos largos y pálida. Estaba caliente a comparación con mi mano, está se encontraba fría, aunque su mano lograba que está entrará en calor siquiera por unos segundos.

Parecía descolocado, como si lo que acabará de hacer fuese una estupidez. Frunce un poco el ceño y me tenso cuando sus ojos pasan de nuestras manos juntas, a observarme fijamente. Parece notar mi asombro y me suelta.

—¿Iras en autobús? —interroga. Asentí sin decir nada, aún me encontraba sorprendida —Ya que, no tenía muchas ganas de caminar.

¿Que dijo?

Se dispone a caminar en la misma dirección a la que yo me dirigía. Camino un poco dudosa, tal vez no escuché bien.

—¿También tomaras el autobús? —preguntó incrédula.

—Si.

Caminamos en silencio hasta el paradero. Él adelante y yo a unos metros atrás. Llegamos al paradero el cual había una pareja, quienes se demostraban su amor en un abrazo, ambos sonreían y se decían cosas románticas.

Que incómodo.

JungKook, parecía ido en sus pensamientos, tampoco lo molestaría, ni siquiera sabía si íbamos juntos o no, solo me dijo que tomaría el autobús, solo eso, ni siquiera somos amigos. No podía o no era capaz de entablar alguna conversación con él, tal vez a él tampoco le interesaba.

Doy un suspiro y meto mis manos en mis bolsillos. Estaban heladas, debieron ser por mis nervios, además, el clima estaba fresco, también es otra razón.

El autobús, hace su presencia frente al paradero y dejó que la pareja sea la primera en subir, luego subo y JungKook atrás de mi. Estaba algo lleno y no habían tantas posibilidades de sentarme lejos del ya mencionado. Me siento en un puesto junto a la ventana y luego de unos segundo siento la presencia de alguien a mi lado. Miro de reojo y ahí estaba sentado a mi lado. Su rostro estaba pacifico, se le veía bastante tranquilo, pensé que aquel rostro serio era parte de su vida cotidiana, pero, ya veo que no.

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