Between heaven and disaster → jenlisa

Roseanne.

Ambas tenían seis años cuando prometieron amarse para siempre. Sucedió en el trampolín que estaba en el patio trasero de Lisa mientras Jisoo y Roseanne estaban adentro rogándole a la mamá de Lisa por más galletas.

Jennie y Lisa se acomodaron sobre sus espaldas para mirar las nubes en el cielo. Bueno, Jennie lo estaba haciendo ya que Lisa tan solo la miraba a ella. No era una decisión consciente, pues Jennie era realmente bonita. Más bonita que el cielo. Definitivamente más bonita que las nubes.

Estaba todo tranquilo por unos momentos, pero a Lisa no le importaba. Los silencios con Jennie nunca eran incómodos. Sin embargo, hablar con Jennie siempre era aún mejor así que su corazón salta cuando Jennie jadea y agarra su mano, apuntando hacia el cielo y diciendo: —. Esa parece un lego.

Lisa aparta la mirada de Jennie para mirar la nube y debe admitir que Jennie tiene razón. Su sonrisa refleja la de Jennie—. Así es.

El rostro de Jennie estaba muy cerca y por el brillo en sus ojos, Lisa supone que es feliz pues se ve muy feliz, así que se inclina. No sabe por qué está tan obligada a presionar sus labios contra los de Jennie, pero es algo agradable.

Durante dos latidos de corazón no pasa nada. Ninguna de ellas se mueve. Los ojos de Lisa se cierran y se pregunta si esto es lo que sus padres sienten a veces cuando sus caras están muy cerca de la otra.

Pero Jennie retrocede, frunciendo el ceño un poco—. ¿Qué fue eso?

Lisa necesita un momento para recuperarse ya que sus ojos todavía están cerrados, pero la voz de Jennie la hace reaccionar. Ella mira a los ojos de Jennie, hay una expresión un poco confusa en ellos, pero también algo más que se parece un poco a la forma en que el corazón de Lisa está golpeando contra su pecho, y Lisa no sabe el por qué, pero está aliviada.

—No estoy segura.

Jennie no se mueve—. Me besaste.

—Supongo —Lisa dice con una voz suave—. ¿Estuvo bien

El ceño de Jennie se profundiza, como si estuviera profundamente pensativa. Luego se encoge de hombros mientras sus labios se curvan en una sonrisa tímida.

—Supongo, pero... ¿por qué?

Lisa parpadea; aún no lo ha pensado—. No lo sé, mamá y papá se besan todo el tiempo, y luego dicen que se aman.

—Oh —Jennie hace una pausa por un momento, desapareciendo su ceño fruncido. Sus ojos parpadean hasta los labios gruesos de Lisa y antes de que Lisa se dé cuenta de lo que está sucediendo, Jennie junta sus labios y después dice: —Te amo.

Lisa intenta ignorar las mariposas en su estómago, pero ella sonríe y se lanza sobre su espalda. Su mano encuentra la de Jennie y ella le da un suave apretón.

—Yo también te amo.

— ¿Por siempre? —pregunta Jennie, su voz tímida y más tímida en comparación con antes.

—Por siempre.

Y luego Roseanne y Jisoo vienen corriendo hacia ellas con un paquete entero de galletas entre sus brazos y están comiéndoselas, y Jennie salta para agarrar las galletas antes de que Rosé se las coma todas.

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Las cosas no cambian en los años posteriores. Todavía pasan el rato después del colegio, por lo general en la casa de Lisa o de Jennie porque son vecinas y viven más cerca del colegio.

Pero entonces las cosas empiezan a cambiar.

Sucede en el undécimo cumpleaños de Lisa cuando están en el patio trasero jugando en el trampolín. Todos sus padres están adentro, comiendo pastel y hablando de cosas aburridas de adultos, y Lisa está al lado de Jisoo, apoyando sus brazos en el trampolín mientras Jennie y Rosé están saltando arriba y abajo.