Between heaven and disaster → jenlisa

Seulgi.

De alguna manera, la preparatoria resultó ser un alivio para Lisa. Sí, puede que ella sienta la presión social de verse presentable en todo momento y el montón de tarea que la hace desear no haber elegido algunos de los cursos, pero también hay un montón de gente que no es Jennie.

No ir a la escuela con Jennie es en realidad es una de las cosas más liberadoras que le han pasado a Lisa. A veces puede pasar días sin sentir ese familiar tirón en su pecho y a veces casi olvida lo mucho que duele. Le hace más fácil quitarse de la mente la forma en que su corazón todavía se rompe cada vez que ve a Jennie desde la ventana de su dormitorio.

Se siente libre.

Lisa odia pensar en Jennie como si fuera una prisión o algo, pero estar enamorada de ella no es como solía ser. Ahora, más que nunca, sólo siente que su cuerpo duele por todo lo que no puede tener y no está segura si eso cambiará. No a menos que Jennie lo haga también.

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Ella conoce a Seulgi en las pruebas de softbol. Ellas son las únicas estudiantes de primer año y todos los demás ya parecen conocerse entre sí, así que no tienen más remedio que permanecer juntas. Se extienden la mano una a la otra y hablan de cómo están disfrutando de la escuela secundaria hasta ahora.

Lisa se siente mucho más ligera hablando con Seulgi que hablando con alguien que ya conoce. Parte de la razón es que Seulgi no conoce a Jennie, pero también es porque es una persona realmente agradable.

—Nací en Corea del Sur —dice con un inglés sin acento—. Mi papá es coreano y mi mamá es americana, es por eso que hablo coreano e inglés.

Lisa sonríe—. Mi mamá hablaba en coreano mientras yo estaba creciendo así que a veces me olvido de una palabra en inglés, pero la sé en coreano y es muy frustrante.

Los ojos de Seulgi se ensanchan—. Yo soy igual. ¿Te pasa algo así como cuando estás enojada de repente estás usando dos lenguas al mismo tiempo y nadie te toma en serio por eso?

—Todo el tiempo —grita Lisa, un poco fuerte. Ella se aferra la mano a la boca para ahogar su risa ante las miradas que lanzan las personas y cuando ella mira hacia arriba, Seulgi la está reflejando. Sus ojos se iluminan con alegría tonta y se siente muy bien.

Es sólo que aunque hizo sonreír a Jisoo esta mañana, Lisa no puede disociarla de Jennie. Es como que Jennie es la sombra de algo que falta cada vez que ella y Jisoo están saliendo. Con Seulgi, sin embargo, no hay nada allí. Ella es simplemente una nueva persona sin recuerdos dolorosos unidos a ellos y Lisa pasa a estar en la necesidad desesperada de alguien así.

Así que se pega al lado de Seulgi mientras ejecutan vueltas para mostrar su resistencia y mientras lanzan bolas para demostrar que realmente pueden lanzar una pelota sin lastimar a alguien. Trabajan juntas cuando son puestas en el mismo equipo para un juego de práctica y termina tan bien que el entrenador realmente las felicita por su trabajo en equipo.

Por primera vez en mucho tiempo, Lisa lanza sus brazos alrededor de alguien y no desea que fuera Jennie.

Después de las pruebas, Lisa toma un momento para recuperar el aliento y pone sus cosas en su bolso. Jisoo tiene pruebas de porristas en unos minutos y prometió ir a verla en las gradas por apoyo moral.

Ella se gira para mirar a Seulgi, localizándola unos metros más adelante. Seulgi está hablando con una muchacha de cabello azabache que sostiene una cesta de guantes del softbol.

Lisa las mira hablar por un momento, su teléfono vibra en su mano haciendo un recordatorio de cuánto tiempo tiene hasta de que las pruebas de Jisoo comiencen. Parte de ella quiere esperar a Seulgi para ver si está lista para ver a Jisoo con ella, pero parte de ella no quiere llegar tarde. Ella nunca entendió lo divertido de bailar con minifaldas, pero Jisoo parecía entusiasmarse respecto a eso y Jisoo era su mejor amiga.