Capítulo 2

68 6 0
                                    

Antonella

Su semblante se torno serio y el ambiento se puso tenso

— ¡Responde maldición! — grité y lagrimas empezaron a resbalar por mis mejillas

— ¿Quién te ha dicho eso?

— ¿Importa? Solo dime si es cierto, solo dime la verdad

— Hija, no es algo de lo que me sienta orgullosa

— O sea que...es cierto... —susurré para mí— ¿Por qué no me lo habías dicho? ¿Por qué me lo habías ocultado? ¿Por qué? — vociferé

— ¿Cómo querías que te dijera? — Sus ojos se aguaron y mi corazón se rompió en dos — "Ay, hijos a los 18 fui prostituta y a los 19 lo deje porque quedé embarazada de ustedes"

— Así que fuimos un estorbo para tu trabajo, te arrepientes de nosotros — repliqué

— ¡NO! Ustedes son mi mayor bendición y jamás me arrepentiría de ustedes, jamás... bueno a veces cuando se ponen rebeldes de resto nunca

Una risa se escapó y mi madre también soltó una carcajada volviéndose una melodía que quisiera escuchar más a menudo

— Solo quiero que entiendas que no quería que pensaran lo peor de mi, se que en algún momento debía decirles antes de que pasara esto, pero no estoy orgullosa de eso

Mis brazos entrelazaron su cuerpo y posé mi cabeza en su hombro y en ese momento un pensamiento surgió y revoloteo en mi cabeza ¿Mi papá estaba vivo? ¿Mi papá es un narco?

— Mami te haré unas preguntas y quiero que por favor seas sincera

— Dilas

— ¿Mi papá es un narco?

Suspiró

— Sí

— ¿Está vivo?

— Sí

— ¿Nos abandono como nos contaste?

— Yo lo abandone a él, no quería que ustedes se criaran en ese ambiente tan hostil, el nunca supo de mi embarazo

— ¿Cómo se llama?

Dudó por un momento pero después de unos segundos respondió

— Lorenzo

— ¿Es por eso mi segundo nombre? ¡Siempre supe que algo escondía! — Me separé mirándola con entusiasmo, Lorenzo y María: Loreymar

— Sí — rió

— Eso quiere decir que lo amabas

— Sí — se sonrojo

— ¿Y el te amaba a ti?

— Supongo

Luego de saber que mi papá estaba vivo las preguntas se creaban en mi cabeza y tan solo imaginar que podamos ser una familia hacia que la emoción creciera aun más. Mi felicidad brotaba, ya casi nunca estaba molesta, por mi cabeza solo vagaba la ilusión de vivir en familia que aunque era algo loco aún tenía esperanza, contantemente trataba de imaginar cómo era mi padre; ¿Alto, flaco, gordo, modesto, cabello nariz...? Mamá decía que el parecido que tenía con Javier era increíble así que por ahí me guiaba

Solo había algo que me inquietaba, mi madre me había hecho prometerle que no lo buscaría, pero eso era algo que no podía cumplir, no sabía cómo le iba hacer pero lo encontraría.

Hija del narcotráficoWhere stories live. Discover now