Capítulo 8

35 5 0
                                    

Enterre mis manos en mi cabello en modo de desesperación, no quería estar aquí, eso me pasa por meterme en la boca del lobo ¡No debí hacer esto! ¿En que carajos estaba pensando?

No sé cuanto tiempo ha pasado, supongo que algunas horas... lo que sé es que tres hombres han venido a verme, a ver si no me he fugado o suicidado, aunque es casi imposible ya que no hay salida, ni siquiera una puta ventana, siento que me asfixio y obviamente quiero vivir, así que no han hecho mayor cosa que mirarme morbosa y asquerosamente, sus caras me dan asco.

Estaba sentada arriba del cartón que cubría el piso helado, esperaba que llegara alguien a sacarme la sangre para que hagan el exámen de ADN de una vez por todas, quería salir de ahí, ese lugar me volvía loca.

Pasos se empezaron a escuchar, volteé a mi derecha y dos de los hombres que habían venido a verme hace un rato se acercaron a las rejas de mi calabozo

— Hola preciosa, ¿Se te ofrece algo? ¿No quieres ir al baño o que?

No podía articular ninguna palabra, ni siquiera un quejido salía de mi, estaba muerta del miedo. Moví mi cabeza de lado a lado de forma negativa mirando aquel hombre que pasaba su lengua por sus labios. ¡Asqueroso!

— ¿Segura, mamacita? — preguntó el otro hombre

Asentí

— ¿Y... no quieres compañía?

— No... — dije en un susurro

Los hombres abrieron mi celda, y yo los miraba aterrorizada, me iban a violar....

— ¿Segura mi amor? — dijo aquel hombre acercándose a mí

Me levanté del cartón y me pegué de la pared

— Por favor, váyanse o voy a gritar

Unos de los hombres río a carcajadas

— ¿Y tu crees que alguien te va a escuchar o crees que le importas al patrón? No mija, usted no tiene salida... y menos con esa mentira tan chimba — rió

— ¿Que hacen? — dijo alarmado el hombre que apenas llegaba, el tercero

— Pues nada... aquí haciéndole compañía a la princesa

— Si el patrón los descubre...

— Shhh shhh shhh, si el patrón no está no tiene por que enterarse

— por favor... no me vayan hacer nada, si? Por favor... — suplique

— ay mamita... pues...— el mas alto de los tres tapó mi boca y me apretó contra la pared — quien la manda estar tan guapa

Mientras me acorralaba contra la pared, una de sus manos quitó con brusquedad la parte de arriba de mi bikini dejando mis senos a disposición de él, lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, esto es por no hacerle caso a mamá.... en que me he metido...

El hombre apretó su miembro contra mi intimidad y gruño mientras yo solo quería morir...

— mira como me tienes — dijo excitado

Lágrimas caían desesperadamente de mis ojos, esto no me podía estar pasando... no...

— ¿Que mierda están haciendo?

....

Hija del narcotráficoWhere stories live. Discover now