Mundo de alfas

Part 2: Oculto

–¡Hyung!– chillaba de vez en cuando. No importaba que chillara fuerte, nadie lo oiría. Estamos de gira y cada quien tenía su propio cuarto en este hotel de lujo. Había una buena distancia entre los cuartos y estábamos de suerte al obtener los cuartos al fondo del pasillo.

Yo estaba cubriendo su cuerpo con el mío, encima de él, embistiendo sin penetrarlo. Jungkook quería que lo hiciera pero a la vez sabía que su lobo no lo permitiría, ya lo habíamos intentado, lo cual resultó en una pelea entre los dos. Esa pelea nos causó un alejamiento de días, días en que yo no me atreví a acercarme por mi orgullo de alfa. Mi lobo no me permitía ser el primero en hablar con él, sería como admitir ser débil. Él tuvo que ser él quien se disculpó primero, sé que eso fue algo grande para él.

Pedir perdón era difícil para cualquiera, pero ser alfa era peor, según estudios e experiencia propia. Yo he tratado de ser justo en lo que hago las decisiones que tomó y más. Él hizo su mejor esfuerzo ese día sin gruñir, sin protestar. Yo tuve que hacer lo mismo, pero solo lo tomé en mis brazos para confortalo, no hice mucho por él. No soy un buen alfa, no soy el alfa que quiero ser.

–Jungkook– suspiró su nombre. Ya estaba apunto de correrme, podía sentir a mi pequeño listo para hacerlo también. Así que con más fuerza me moví contra él, con más determinación de acabar con él. Se escucho como grito de placer, las lágrimas escurren de la carita de mi Jungkookie.

Me dejó caer encima de él un poco después al correrme entre sus mejillas, mi flujo estaba encima de su orificio. El pequeño tomó mis manos y las puso alrededor de sí mismo. Hoy quería una noche de mimos conmigo. Usualmente me encantaba estar con él de esta manera, en cualquier forma en realidad pero nada era satisfactorio recientemente.

No pude evitar el suspiro que se me salió, sabía lo que quería el pequeño alfa pero también sabía que no era posible hacerlo por mucho tiempo. Nosotros nunca teníamos tiempo para estar juntos e a solas, más cuando el pequeño tenía a un omega esperándolo. Yo estoy casi seguro que YoonGi y el resto de los integrantes sabían que algo pasaba entre nosotros pero no le daban importancia o se hacían de la vista gorda. Ellos nunca nos enfrentaron sobre ello. Por mientras, los dos tratábamos de aparentar ser normal para que todos vieran que no había más que amistad.

Una amistad que era una máscara para dos amantes. La mentira que ellos querían creer en especial YoonGi quien estaba esperando a su alfa ansiosamente cada noche porque lo amaba a pesar de todo.

–Siempre haces lo mismo, un día quisiera oírte sin reproches– dice Jungkook quien odiaba escuchar lo cansado que estaba yo sobre la situación.

–Sabes que es difícil para mí estar contigo en esta situación. Sé que lo que digo es hipócrita ya que aún sigo contigo.

Le querría decir lo herido que estaba por sus decisiones en especial cuando marco a su omega. YoonGi hubiera entendido si Jungkook decidía no estar con él, de lo contrario le dio ilusiones a YoonGi y lo tomo como omega. Yo fui el verdadero perdedor en todo esto, yo tenía que vivir con la culpa de haber traicionado la confianza que me tenía YoonGi y sabía que era un asco de persona por aceptar ser el amante.

–¿Nunca me vas a perdonar? Cometí un error y aunque quiero remediarlo, no puedo, estoy con él de por vida. Lo marque, lo tome, pero no es igual a lo que siento por ti. Te amo a ti, hyung.

Yo me separé de él en ese momento, estaba cansado de oír lo mismo, nunca había una excusa por la cual lo aceptó. No era difícil concluir que fue por sus lobos pero yo fui él que lloro detrás puertas cerradas. Quizá era tiempo de poner distancia entre nosotros. No quería creer en sus palabras, quería odiarlo, quería dejar de ser el amante. Había tantas cosas que quería, deseaba pero eran solo ilusiones inalcanzables para mi.

–No te vayas. Quédate, no te cuesta nada. Le dije que estaría trabajando en mi música, acuéstate– me suplica.

–No es conveniente. Apestarás a mi aroma cuando regreses con tu esposo– yo no escondí mi desdén del hecho.

–Estoy en tu cuarto, en tu cama, me acabas de follar, creo que apesto a ti hyung.

Aún así no le hice caso, ya me sentía mal por traicionar a todos en especial a YoonGi quien no me hizo nada. El omega no se merecía que hiciera esto, años de amistad echados a la basura. No merecía tener a ese omega de amigo, a nadie. La culpabilidad siempre llegaba a mi después de los hechos.

Tome la caja de cigarrillos que tenía en mis pantalones, saqué uno y tiré la caja en el escritorio. Necesitaba fumar uno para calmarme, callar la culpabilidad que cargaba. Solo he adquirido malos hábitos como fumar y beber alcohol de más en estos años con él. Me puse unos pantalones de chándal y salí a la terraza.

Hice todo de prisa, no quería ahogarme en ese cuarto. Un alivio vino al encender el cigarrillo y inhalar el horrible, vil cigarrillo. El cielo aún no oscurecía por completo, aún se oía el tráfico por las calles, aún se veía encendidas varios edificios. Lo último que debería hacer es mirar abajo pero lo hice, lo hice contemplando si un día me atrevería acabar con este dolor. Sé que distanciarme de él y de ellos no sería fácil. Lo he pensado más de una vez pero amo lo que hago, amo el apoyo que me brindan, y soy el líder de esta manada, por esas razones no me he ido.

–Siempre hago lo incorrecto, lo siento alfa. Pensé que hacía lo correcto por YoonGi cuando lo marqué, haciéndolo nos destine a ser lo que somos– su voz se corta y me abraza de atrás.

–Fuera tomado hormonas o un tratamiento y ser tuyo por completo– esta era la primera vez que oí estas palabras.

–Esos tratamientos son ilegales y sabes que no son seguros. Ya estamos aquí, no hay el que hubiera. Había mucho que pudimos hacer pero ya no importa, Jungkook– pauso para fumar. –Entra, está frío.

–Alfa– sé que no es la respuesta que esperaba pero su confesión no cambiaba nada. Él entró con hesitación.

¿Que nos queda? Nada. Lo nuestro ya es insano y prohibido. No hay un futuro donde podemos estar juntos, no hay finales felices para dos alfas enamorados. El mundo es cruel y yo lo hago más difícil, hiriente para mí mismo al permanecer a su lado.

¿Aprenderé a vivir sin él?

Tiró el cigarrillo al piso y lo pisoteo. Espero que las llamas de este amor se extingan con el tiempo porque no sé de qué otra manera dejar de amarlo. Solo hay una cosa que sé, todo tiene su fin.

March 30, 2019