Mundo de alfas

Part 3: Mundo de alfas

–Es adorable– me escuché decir al ver a los trainees. Por lo que tenía entendido estos iban a ser los miembros del nuevo grupo, había cuatro en el cuarto de entrenamiento.

–Lo son, alfa– concuerda Jimin, recordándome que no estábamos aquí para observar a trainees.

Me sentí extraño al seguir mi camino, yo quería seguir viendo al pequeño entrenando, él ni en cuenta de mi presencia. Tampoco esperaba que me tomara en cuenta, al menos así debo de pensar. Otro día vendría con tiempo para ver a los pequeños con la excusa de que su hyung, yo, quería darles consejos. Hoy, solo acompañaba a Jimin. Él había dejado un bolso con su cartera hace unos días, requería la cartera para el viaje que haríamos.

–Tendré– no debería sonar tan ansioso verlos de nuevo. Me tenía que corregir ya que no era el único sunbae en la compañía. –Tenemos que regresar a presentarnos un día de estos– le digo a Jimin.

–Creo que eso será más tarde, nos tenemos que apurar si no queremos perder el vuelo, alfa.

–¿Que paso entre ustedes?– pregunta Jimin, no era el primero en preguntar, ni el último. La tensión entre Jungkook y yo no disminuye, al contrario parece incrementar. Ya llevamos meses sin vernos a solas y no es por falta de tiempo o oportunidades. Al pasar de los años nuestra relación, nuestra dinámica cambia y es inevitable con los eventos que nos trae la vida. Las largas noches, las apasionadas horas atrás de puertas cerradas terminaron, de un día a otro todo termino.

Por fin lo dejé, me siento como un drogadicto esperando para tener su próxima dosis. Estoy al borde de la locura, trato de mantener una estabilidad que no existe en estos momentos. Y aún así ver a esos trainees me dio una esperanza que pensé perdida.

–Me estoy distanciando por razones obvias. Jungkook lo sabe pero se niega a entender porqué lo hago. Lo sabe, sabe que aún lo quiero demasiado– admito. Admito que mi amor por él no ha cambiado.

Por fin digo esas palabras que al mismo Jungkook no le he podido decir en su cara. Ya no podía callar o negar lo que sentía por él. Lo triste es que no hay nada que hacer al respecto, él tomó sus decisiones y yo también debo respetarlas aunque me duela. Me duele porque aún recuerdo ese día que lloró en mis brazos por no ser omega, por no ser mi omega. Las cosas han cambiado tanto desde ese día, años han pasado en un cerrar de ojos.

–Kookie, ¿lo sabe?– niego con la cabeza. –Él te admira, te quiere demasiado para que hagas eso, eres su alfa. Ustedes pueden actuar como si su presentación de alfa no los afectó pero lo hace, te hiere que él escogió a YoonGi sobre ti. Tal vez una vez se amaron mutuamente pero él se a olvidado de ese amor. Tú aún lo haces y más que hace años– sus palabras son un cruel recordatorio de mi realidad.

–No estoy ciego, Jiminie. Antes lo justificaba a su lobo pero al final no fui importante para él.

–Alfa– suelta la palabra que se la lleva el aire. Una palabra que he llegado a odiar por quitarme el amor, un amor que creía puro y inocente.

–No me tengas lastima, Jiminie– pongo mi mano en su cara, lo acaricio. Nos llevamos tan bien pero no fue con él con quien me enamore. –Sería sencillo si te amara.

Lo sería, sería menos doloroso darle mi corazón. Si mi corazón estuviera libre, lo eligiera para permanecer a mi lado y amarlo como debe ser. Jimin no dijo más, se dejó mimar, se hizo cómodo en mis brazos.

–¿Los odias?

–No, los quiero y les deseo lo mejor– se siente como una mentira pero quiero creer ser una buena persona. Había un tiempo donde mi amor por Jungkook me llevaba a desearle lo mejor pero ya no. Tampoco le deseo el mal, solo quiero ser indiferente a él.