El secreto. ®

Capítulo 13.

NARRA JESÚS.

Me siento a su lado, Aitor no deja de mirar la fotografía y tocarla con el dedo.

AITOR: Papi.
YO: Aitor hijo, está fotografía se le cayó en el centro comercial y yo la recogí.

Me sonríe, da un salto en la cama y me la entrega.

AITOR: Pobrecita.
YO: Yo se la devolveré, dejémosla ahí y vamos a desayunar, tienes clase.

Me pongo en pie, él levanta los brazos pidiéndome que lo coja y así lo hago hasta llevarlo a la cocina donde Daniel permanece callado.

Después de desayunar lo arreglo para ir a clase y mientras llega la hora se sienta a ver los dibujos.

DANIEL: Se le cayó en el centro comercial ¿Enserio le dices eso?
YO: Deja de espiar conversaciones ajenas.
DANIEL: Es su madre Jesús y tiene todo el derecho de saberlo.
YO: Pues no, no quiero decírselo y no voy a decírselo, lo de la foto lo olvidará.
DANIEL: Ya y también te preguntará dónde está su madre, él está creciendo Jesús ¿O no lo ves?
YO: Si, si lo veo, perfectamente.
DANIEL: Mostrarle el odio que sientes por su madre no le hará bien el día que tengas que decirle que tiene una.
YO: Una madre que lo abandonó.
DANIEL: Y que ha regresado.
YO: Me da igual, no se acercará a mi hijo.

Pone la mano en mi hombro mientras me mira fijamente.

DANIEL: ¿La odias a ella o te odias a ti por no poder olvidarla?
YO: Aitor, ya es hora de irnos.
AITOR: ¡Si!

Coge su mochila, miro a Dani muy serio y me marcho junto mi hijo.

NARRA KAMMIE.

Jorge y yo limpiamos toda la casa. Mi mente está en otro lugar y a pesar de las advertencias de madre, no puedo mantenerme atenta.

MADRE: ¡Kammie!
YO: ¿Qué?
MADRE: ¿Dónde cojones tienes la cabeza? ¡¿Eh?! Estás ensuciándolo más.
YO: No me encuentro bien.
MADRE: Eso no es problema mío, últimamente estás muy inútil.
YO: Últimamente me tenéis como una prostituta.
MADRE: No me hagas enfadar.
YO: ¿No me habéis hecho ya suficiente daño?
MADRE: Vaya, te refieres al daño que te hicimos separándote de tu hijo.
YO: De mi hijo y de mi novio ¡Y no sabéis como os desprecio!
MADRE: Sabes perfectamente porque lo hicimos -Dice seria- a mi no vas a montarme un espectáculo y si quieres qué padre no tome represarías contra ti ¡Olvídate de ese mocoso!

Jorge me agarra evitando que cometa una estupidez.

JORGE: Tranquilízate.
YO: No puedo tranquilizarme ¿Vale? Estoy cansada.
JORGE: Piensa en el motivo por el que estamos aquí -Me agarra la cara-
YO: Tengo que irme de aquí, conseguir mi libertad.
JORGE: Kammie, cometiendo tonterías no conseguirás nada.
YO: Quiero estar con mi hijo y poder contarle a Jesús lo que realmente ocurrió.

Madre vuelve y los dos disimulamos, ella se sienta en el sofá para leer una revista, la odio tanto.

YO: Maldita zorra. -Susurro-

Padre entra por la puerta revisando que todo esté limpio, se acerca a nosotros y cruza los brazos.

PADRE: Muy bien.
YO: No necesitamos tu aprobación.
PADRE: Hoy estás demasiado insolente Kammie, acostúmbrate a cenar con extraños porque lo harás muy a menudo.
YO: Ahora no tengo que desnudarme delante de viejos, ahora me obligarás a cenar y tener sexo con diferentes hombres.
PADRE: Harás lo que yo te diga ¿Estamos?

Callo para no soltar una barbaridad que pueda costarme todo lo que he avanzado en este tiempo.

PADRE: Jorge, iras con los guardaespaldas a comprar algunas herramientas.
JORGE: ¿Ahora?
PADRE: ¡Ya! Las necesito.
JORGE: Está bien.

Coge su chaqueta, me da un beso en la mejilla y se marcha escoltado por si en algún momento intenta huir.

PADRE: Tú -Me dice- deja eso y ve a darte un baño.
YO: Esta bien.
PADRE: Hoy vienes al prostíbulo conmigo.
YO: ¿Para qué?
PADRE: Nadie va a ponerte un dedo encima -Dice serio- todavía.
YO: soy vaya, me quieres enseñar tu negocio.
PADRE: Obedéceme y no sigas con tus groserías o me obligarás a golpearte.

NARRA JESÚS.

Después de dejar a Aitor en el colegio me voy a trabajar.

YO: Perdón por la tardanza, he tenido que llevar a mi hijo al colegio.
JEFE: No te preocupes, hoy la mañana es tranquila.
YO: Que alivio.

Repongo algunas cosas que faltaban en la tienda, a pesar de tener la mente ocupada no logro sacarme de la mente el momento que viví ayer, mi mano agarrando la suya y sus ojos clavados en los míos.. sentí que quería contarme tantas cosas.

De repente entra alguien en la tienda y yo voy a atender.

YO: ¿Puedo ayudarlos en algo?
JORGE: Jesús.
YO: ¿Puedo ayudarte?
JORGE: Si, necesito todo lo que hay en esta lista.

Él parece tener una especie de guardaespaldas que le pisan los talones en todo momento, algo bastante extraño.

Me la entrega, le saco cada cosa que necesita mientras él busca la oportunidad de hablar conmigo.

YO: Estoy trabajando.
JORGE: Tienes que escucharme.
YO: ¿Y qué vas a decirme?
JORGE: Por favor, permite que mi hermana conozco a su hijo.

Suelto una carcajada y muerdo mi labio.

YO: Sabía que dirías eso y mi respuesta sigue siendo NO.
JORGE: Ella no quiso abandonaros. -Me dice haciendo que levante la cabeza-
YO: No sigas mintiendo por ella, no en mi cara, se que me abandonó sin mirar atrás ¡Y no voy a pensar lo contrario!
JORGE: Deberías escucharla.
YO: Lo intenté y es tan cobarde que no se atrevió a decirme que lo hizo, ni siquiera supo poner una excusa, simplemente calló y no dijo nada ¿De verdad pretendes qué cambie mis pensamientos hacía ella?

Él se agacha para atar unos cordones que ya están atados.

JORGE: El destino quiere juntaros ¿Si no por qué casualmente yo he terminado en la tienda dónde tú trabajas?
YO: Porque casualmente os habéis mudado cerca ¿O no es así? No creo en el destino y tampoco quiero juntarme con tu hermana.
(...): Jorge, el señor enfurecerá.

Giro la cabeza, cojo las cosas del suelo y las suelto en el mostrador.

¿señor? ¿Qué señor?

JORGE: Si, ya voy.

Le meto todo lo que ha comprado en bolsas y él deja el dinero encima del mostrador.

YO: ¡Qué te dejas el cambio!

Entra rápidamente.

(...): ¡Vamos! -Le exige el guardaespaldas-

Agarra mi brazo, lo miro con la ceja alzada y se asegura de que nadie lo escucha.

JORGE: Te sigue amando -Me susurra-