El secreto. ®

Capítulo 28.

NARRA KAMMIE.

Siento terror, más miedo del que he sentido en toda mi vida ¿Mudarme con él?

YO: Yo.. -Susurro- no sé.
PADRE: Tonterías, irá contigo en cuanto tú lo decidas.
ALEJANDRO: Prefiero que sea ella quien decida.

Miro a padre, él me mira con el ceño fruncido esperando mi respuesta.

YO: Si, esta bien. -Digo sumisa ante padre-
ALEJANDRO: Está bien, entonces te espero y recoges tus cosas.
JORGE: ¿Ahora? -Pregunta Jorge agarrando mi mano-
ALEJANDRO: Quiero presentarla esta noche a mi familia, es el momento perfecto.
YO: Recogeré mis cosas.
ALEJANDRO: Lo más necesario, de lo demás me encargaré yo.

Asiento con la cabeza y en silencio voy a mi habitación para recogerlo todo.

JORGE: No te vayas.
YO: ¿Y qué más puedo hacer? No podemos hacer nada Jorge, solamente aceptar.
JORGE: ¿Y nuestro plan?
YO: Tengo que hacer creer a padre que realmente soy sumisa.
JORGE: ¿Pero irte? ¿Te has vuelto loca?
YO: A cambio de ver a padre le prometí no negarme a nada de lo que me pidiera Alejandro y eso incluye esto.
JORGE: Jesús vendrá a buscarte aquí.
YO: Si tienes la oportunidad.. dile que deje de buscarme y siga con su vida.
JORGE: Me duele saber que sufrirás más y no poder hacer nada me llena de rabia.
YO: Te quiero mucho hermano, dejarte aquí también me afecta -Agarro su mano- se que no te lo harán pasar nada bien.
JORGE: Podré con ello, me da miedo lo que ocurra cuando ese desgraciando te tenga q su merced.
YO: Me defenderé como pueda, seré precavida.

Me da un abrazo, lloro en su hombro, estoy cansada de esta vida de mierda, de todo lo que está sucediendo y de lo que se... que próximamente sucederá.

Me ayuda a meter lo necesario en mi mochila, él está entristecido, se siente tan culpable como yo de todo esto.

PADRE: Compórtate ¿Entendido?
YO: Si.
PADRE: Muy pronto te convertirás en su esposa.
YO: No hace falta que me lo recuerdes para hacerme más daño.
PADRE: Dejarás de vivir aquí pero estaré al pendiente de ti, si me entero de que eres revende o desobediente, lo pagarás.
YO: Seré obediente solamente para no tener que ver tu asquerosa cara.

Lo intento, intento mantener la tranquilidad y no contestarle de una manera que no le agrade, pero no puedo fingir algo así.

PADRE: Y si tienes que cumplir, cumple.
YO: Me puedes ordenar todo lo que te plazca, pero nunca ¿Me oyes? Nunca dejaré que me ponga un solo dedo encima sin mi consentimiento.
PADRE: Te conozco, por culpa de seguir pensando en ese hombre no vas a permitir que te ponga un dedo encima ¡Y yo no pienso devolver el dinero! Compórtate y haz lo que se te pida.
YO: Te podría llamar machista, pero lo tuyo va más allá de todo esto, vives en la Edad media ¡Asqueroso! hace mucho tiempo que las mujeres no vivimos en semejante esclavitud, sabes porque hago esto y si pudiera evitarlo, lo haría.
JORGE: No merece la pena. -Me dice agarrando mi brazo-

Padre levanta la mano para golpearme pero se detiene, es inteligente, sabe que Alejandro preguntaría y no le gustaría un golpe en mi rostro para esta noche tan importante para él.

PADRE: Termina.
YO: Sé que en mi ausencia trataréis a mi hermano como una mierda -Él cruza sus brazos-
PADRE: Lo trataré como siempre.
YO: No le pongas un solo dedo encima.
PADRE: No eres nadie para darme órdenes, no seas patética.

De repente entra Alejandro, él mira mi habitación y me sonríe ¿Esta intentando quedar bien después de esto?

ALEJANDRO: Bonita habitación, si quieres puedo poner la nuestra a tu gusto, así no extrañarás esta.
YO: No la extrañaré y tampoco quiero dormir contigo.
ALEJANDRO: Ya te dije que no voy a forzarte, acabarás queriéndome tarde o temprano.
YO: Queriendo a alguien que me ha tratado como una prostituta o peor, como una esclava a la que se puede comprar.
ALEJANDRO: Siento que te sientas así.

Termino de recogerlo todo, me despido de Jorge y bajamos para meterlo todo en el coche.

MADRE: ¿No te despides de nosotros?
YO: No. -Respondo subiendo al coche-
PADRE: No se lo tengas en cuenta, tiene un carácter difícil.

"Carácter difícil" así llama él al dolor que he sentido durante años y que me ha obligado a ser como soy ahora.

NARRA JESÚS.

Vuelvo a casa tras una larga mañana con mis amigos, Aitor se lanza a mis brazos en cuanto entro por la puerta y sonrío.

AITOR: Hola papi.
YO: Hola campeón, te veo mucho mejor.
AITOR: Si -Ríe- estoy jugando con el tito.
YO: ¿Si?
AITOR: He ganado tres veces -Beso su cabeza-
YO: Ve con él, yo tengo que hablar con la abuela.

Lo dejo en el suelo, Dani me mira desde el jardín y corre detrás de él.

MAMÁ: Tiene un pequeño catarro, tomándose sus medicinas estará perfectamente para ir al colegio el Lunes.
YO: Que alivio, me moriría si le ocurre algo a mi pequeño.
MAMÁ: Es un simple catarro tonto.
YO: Nos descubrió a mi y a Dani hablando de su madre.
MAMÁ: ¿Qué?
YO: Preguntó y me quedé en blanco, él insistía y yo no sabía que decir -Suelto un suspiro-
MAMÁ: Hijo, algún día.. -La corto-
YO: Si, algún día tendré que contarle la verdad sobre quien es su madre, pero no puedo, me aterra que acabe sufriendo por él ahora si y ahora no de Kammie.
MAMÁ: Hijo..
YO: Estoy bien.
MAMÁ: Por tu cara no diría lo mismo.
YO: El amor es complicado, a veces nos enamoramos de algo imposible que por más que nos dañe.. seguimos ahí, aferrándonos a la idea de que un día vamos a poder estar junto a esa persona.
MAMÁ: Podéis estar juntos.
YO: No, no podemos estar juntos después de lo que me hizo.

Ella besa mi mejilla y acaricia mi cabeza como cuando era pequeño e intentaba calmarme.

NARRA KAMMIE.

Me arreglo una hora antes de la dichosa cena. Alejandro vive en una casa enorme, él ha arreglado una habitación para mi alejada de la suya, me siento extraña, triste y desorientada, no sé qué pasará aquí, estoy aterrada.

ALEJANDRO: Ha llegado mi familia.
YO: Voy.

Él alarga la mano, yo sé la agarro para hacer el papel de mi vida. Cuando bajamos me presenta a todos, dice que en breves nos vamos a casar y inventa una historia de cómo nos conocimos.

ALEJANDRO: Sonríe.

Pongo los ojos en blanco, me giro y me sirvo una copa para pasar este mal trago lo antes posible.

ALEJANDRO: Ven, acaba de llegar mi tía con mis primas.

Saludo a su tía y a dos chicas, pero él me dice que aún queda una prima por conocer.

ALEJANDRO: Kammie, esta es mi prima, como una hermana para mi -levanto la cabeza- su nombre es Mónica.