T R E S

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Kai le miro asombrado, sin pensarlo dos veces fue corriendo a socorrerlo.

Kuro temblaba mientras veía a Kai acercarse. Recibió un abrazo suyo mientras se iba tranquilizando, ¿por qué se preocupaba por el? El correspondió al abrazo de impulso. — S-soy un monstruo ...— susurro Kuro al pequeño castaño.

— No lo eres — afirmó Kai intentándole dar ánimos y sonriendo para agradarle.  Pero la sonrisa no duró mucho ya que los científicos le agarraron de sus pelos y tiraron lejos del albino mientras le patearon en el estómago varias veces.

—¿QUIÉN TE DIO PERMISO PARA MOVERTE? — le grito uno de ellos mientras Kai temblaba en el suelo abrazándose a sí mismo.

— Quería ayudarle... - se lamentó Kai mientras esperaba no recibir ningún golpe más.

Él científico le sujeto de la camiseta. — Será mejor que no intentes ayudar a nadie más o jugaremos a lo del otro día.. — dijo el científico susurrándole lascivamente a Kai al oído haciendo que este temblara de miedo al recordar aquella pesadilla.

— Dejadle en paz. — esta vez era Kuro quien hablaba con tono serio mientras se levantaba del suelo y hacia las mesas temblar.

— ¡Atadle! — gritó unos de los científicos.

Kuro intentaba zafarse de las ataduras pero era mas difícil de lo que parecía ya que las cuerdas eran reforzadas con acero.

Llevaron a Kuro a fuera del lugar mientras seguía pataleando bastante molesto por el trato a Kai.

El hombre vestido con el traje de cuero negro y cinturón rojo se acercó a Kai y le sujetó de la barbilla.

— Al parecer el experimento 50 reacciona al hacerte daño... — sonrió de forma sádica mientras se relamía los labios.

— Llevad a 99 a la misma sala que 50 para realizar las pruebas— al decir esto se fue de la habitación haciendo que todos los niños presentes miraran con lástima a Kai.

Kai sabía lo que le iba a suceder ahora y no le agradaba para nada la idea...

Kai fue arrastrado por varios ciéntificos fuera de la sala. 




El albino se encontraba en una silla atado de manos y piernas mirando furioso a los científicos.

Tras una hora un científicos entro en la sala y lanzo al ojiverde a algún lado de la habitación. Kai cayó al suelo mientras sus heridas volvían a sangrar.

El pobre castaño tenía el rostro cubierto de moretones su ropa más rasgada de lo normal y los ojos llorosos mientras no paraba de temblar.

Tan solo había pasado una hora desde que no se veían y ¿como era posible que Kai se viera tan mal...?

Kuro temblaba de tan solo pensar las cosas que podían haberle hecho.

Su ira era incontrolable en ese momento.

Quería matarlos.

Destriparlos.

Quemarlos.

Torturarlos...

—AAAAAAAAAH!!!! — gritó con todas sus fuerzas mientras su ojo carmesí volvía a sangrar.

Los dos científicos que había en la sala empezaron a sentir sangre salir de su nariz... después de sus orejas hasta de sus ojos. Un horrible dolor de cabeza les controlaba. Cuándo de repente sus cabezas explotaron dejando la habitación llena de sangre y sesos de tales asquerosos científicos.

— me dais asco... — susurro Kuro antes de desmayarse al haber utilizado tanto su poder.

Al igual que Kai ya estaba desmayado en el frío suelo tras lo sucedido.

• Experimentos Z •Where stories live. Discover now