Capítulo 1

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Hoy es... Viernes 29 de septiembre 2017.

Mi nombre es Santiago Da' monte y hoy es mi cumpleaños número treinta.

Debería estar contento, y festivo. Pero no lo estoy, porque admito que soy un gran fracaso en mi vida personal.

A estas alturas de mi vida, aun no me he casado, pensé que lo haría, pero está comprobado que soy un total fracaso en las relaciones... de hecho, hace poco termine una relación de tres años con mi ex novia, Elizabeth Nash.

Supongo que gracias a lo romántico empedernido que soy, mi estado emocional no mejora y por eso, ahora estoy como un idiota haciéndome una autodestrucción mental, mientras tomo una taza de café frente al inmenso lago que tengo en la parte trasera de mi amado hogar.

¿Hasta cuándo estaré así? ¡No lo sé! Y créanme, me lo pregunto a diario desde hace tres semanas y debería dejar de hacerlo.

Claro, por supuesto que Debería.

¿Pero qué haces cuando le diste todo a una mujer y no lo aprecio? Sino que muy al contrario de hacerlo, te da la espalda cuando más la necesitas y no solo bastarle con eso, sino que también te apuñala por la misma al acostarse con tu primo hermano, ¿qué harías?

¿Cómo no estar herido?

¿Cómo no dejar de pensar en ello?

Tal vez no la ame tanto como pensaba. O tal vez si, por que cuando pienso en la situación, siento que me duele más la traición familiar que la de Elizabeth. Pero a este punto, estoy tan confundido de que sentir, que al mismo tiempo siento TODO.

Si los confundo, me disculpo y lo comprendo, porque también lo estoy.

Hace una hora me llamo mi mejor amigo Fernando, me invito a una fiesta. Pero a estas alturas de mi vida, ya no estoy para esas cosas. Hace mucho tiempo que no asisto alguna... Supongo que por eso, mi ex me dejo por mi primo, los dos son jóvenes y fiesteros. Yo no. Les sonara muy cliché lo se... pero es realmente como así soy.

Además, tengo una gran responsabilidad bajo mis manos.

La gran empresa que me fue heredada. «Inversiones Da' monte».

Fui hijo único de mis padres, Ellie y Santiago Da' monte. Adoptaron a mi primo hermano Ramiro cuando asesinaron a sus padres en un asalto a mano armada, cuando este, apenas tenía seis años de edad.

Mis tíos paternos murieron en el acto, su caso fue muy sonado en todos los medios del país, ya que ambos eran grandes abogados de renombre. Mi tía Laura, trabajaba con el primer ministro del país y mi tío, Patricio Rinaldi, era abogado de grandes empresarios y también de la familia Real. Fue un duro golpe para toda la familia, eran tan jóvenes tenían el mundo por delante y se amaban con un fervor envidiable.

No es por bromear, pero al menos, cumplieron su promesa ante dios. Estuvieron juntos hasta que la muerte los separo.

En su testamento, dejaron especulado que mi padre, «Quien era hermano de mi tía Laura» se hiciera cargo de Ramiro y fuera el albacea de la herencia dejada a mi primo.

Mi padre lo hizo, asumió con respeto y sincera aceptación la petición de mi tía y junto a mi madre, criaron a Ramiro como otro hijo más. Los cuatro fuimos felices durante muchos años y Ramiro se adaptó a nuestra familia muy bien.

Papa murió años después, cuando apenas cumplía mi mayoría de edad y Ramiro en pleno desarrollo de su adolescencia, trece años. Mi padre me dejo a cargo de todos sus bienes, de la casa y de todos los bienes de Ramiro también.

A mi primo nunca le agrado del todo eso. Sabía que el sentía que yo mastalgaria su dinero. Cosa que nunca hice, todo estaba bien controlado y seguí al pie de la letra lo estipulado en el testamento de mi padre y el de mis tíos.

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