Cincuenta y Seis. Entre los Yakuza.

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Esa misma tarde noche regresaron a casa, Jungkook ya comenzaba a formular mil maneras para liberar al rubio.

Pasaron aproximadamente cuatro días para conseguir información de Im.

Taehyun junto a Jin transformaron el color de cabello y perforaron sus oídos de Baek-Hyun, era momento de infiltrarse.

-Esta pequeña argolla tiene una micro cámara que grabará todo lo que veas, digan, hagan, etc - Xiumin le explicaba al Ahora peliblanco, Xiumin había estado impactado al verlo, ya que hace mucho no lo veía, Baek-Hyun le hizo prometer que no diría nada al mayor de los Park.

- entiendo, por favor ni una palabra a Chanyeol y mucho menos a Taehyun, ¿me entiendes?

-Si,si, ya veté que Jeon te está esperando o sino vendrá por ti - lo sacó del lugar a empujones.

Baek-Hyun tenia miedo no sólo por su vida, también por la del rubio, quien sabe que cosas ya le habrían hecho.

-No tengo todo el jodido tiempo - se quejo el pelinegro.

-Lamento la tardanza Don - se disculpó haciendo una reverencia.

-Sube a la camioneta - el peliblanco obedeció de inmediato - Hoseok procuren no alejarse mucho de nosotros.

-Entendido Jungkook - cada uno subió a su respectivo vehículo y estos avanzaron sin demora.

El camino fue un poco incómodo para el más bajo.

-Tienes tres días para darnos los puntos ciegos de la mansión y darme informe sobre el estado de Jimin - Jungkook habló rompiendo el silencio - quiero que le hagas creer que eres un traidor y no que yo te envíe.

-¿Por qué quieres hacer eso Jeon? - cuestionó el moreno en lo que conducía.

-Es mejor así, no quiero que me vea cómo una persona buena si soy lo más repugnantes del mundo - ninguno de los que viajaban con él, formuló palabra alguna.

Aparcaron a una distancia un poco retirada de su destino, no querían ser vistos por nadie o todo se iría a la mierda.

-sabes lo que tienes que hacer Byun.

-Sí señor - bajó de la camioneta.

W.- ¿Baek me escuchas?- el nombrado se sobresalto por la repentina voz en el auricular.

-Sí te escucho - dio respuesta.

-perfecto, escucha, dentro de diez minutos aproximadamente entraran unas camionetas y en ese momento cundo entrarás a la mansión, ¿okay?

-entendido, diez minutos.

-así es mi gran amigo, adiós...suerte la necesitarás - corto la comunicación con el chico, dejándolo preocupado.

Recargado bajo un árbol esperaba que pasaran los diez minutos, el sol estaba en su máximo punto del día cuando divisó a la lejanía los vehículos aproximándose.

Se enderezó esperando el momento perfecto para poder acceder a la casa.

Las puertas de la cancela se abrieran de par en par, entró con sigilo esperanzado de que nadie lo viera, y así fue, se integró al grupo de jóvenes que bajaban de las furgonetas.

Se les dio instrucciones de los que tenían que hacer y a quien tenían que servir, sin fallas ni errores.
El amor, la compasión y la bondad estaban estrictamente prohibidas. Tiempo después recibieron un gran sermón por parte de Im Jaebum.

A Baek-Hyun le parecía demasiado exagerado, aunque demasiado perverso.

Un lapso de tiempo pasó mostrándoles sus respectivos dormitorio, que nada se parecían a la que el ocupaba en la mansión de Jeon, parecía más una jodida cárcel que un dormitorio decente.

𝐀𝐦𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐓𝐫𝐚𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐫𝐨𝐬 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢]{Mafia} Wattys 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora