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Placer~

Levi atacaba ferozmente los labios del castaño. Sus manos recorrían todo el cuerpo del contrario. En esa habitación solo se escuchaban sonidos de lujuria. Eren, de un fuerte empujón acostó a Levi debajo de él. Bajo con su boca hacia el cierre del pantalón del contrario, abriéndolo así con sus dientes. Masajeaba y lamia el bulto sobre la tela. Después de torturar un poco al alfa, quitó el bóxer de este. Se asombró al ver el tamaño de ese miembro.

-Ummh... Que grande y grueso... Justo como a mí me gusta- usaba una voz muy sensual.

Eren metió el miembro de Levi a su boca, pasando su lengua desde la empuñadura hasta el glande. Saboreaba ese delicioso sabor que tenía. Al poco tiempo Eren sintió un líquido en su boca.

-Tsk... Eren... M-me voy a correr...

-Hazlo... Daddy...

El que le llamara de esa manera lo encendió de sobremanera. Terminó en la boca del castaño.

-Ummh... Sabe delicioso...

-Mocoso... Voy a enseñarte quien manda aquí...

Levi colocó rápidamente a Eren debajo suyo. Empezó a besarlo por todo el cuerpo. La lencería ya les estaba empezando a estorbar, por lo que el azabache desprendió al castaño de ella. El tacto gélido de Levi hacía estremecer a Eren. Su boca se acercó a la del contario. Sus alientos se mezclaban en el aire...

-Quiero, que en todo momento me digas daddy... ¿Entendiste?

-Si...

- ¿Si qué?

-Si... Daddy

Levi besó apasionadamente a Eren en los labios. Bajó por su clavícula, hasta llegar a sus pezones. Los lamia con deseo mientras miraba las expresiones de lujuria de Eren. Sus ojos lo decían todo, lo estaba disfrutando. Mientras que lamia todo el torso del contrario, y sin avisar, introdujo dos dedos de golpe en la entrada ya dilatada del omega.

-Umm... Daddy... Ya estoy listo...

-Tsk, luego no te quejes, mocoso.

El azabache se posicionó entre las piernas del omega. Repartió besos húmedos por la parte de dentro de sus muslos, hasta que por fin entró. Eren soltó un gemido de satisfacción.

-Daddy... No seas delicado conmigo...

-Nunca te he dicho que lo fuera a ser.

Levi comenzó a moverse en el interior de Eren. Ese perfecto y tan estrecho agujero succionaba el pene del azabache. Sus cuerpos estaban hechos el uno para el otro.

-Levi... M-más fuerte...

-Tsk...

El azabache comenzó a penetrar al castaño a una velocidad de vértigo. Sus embestidas estaban acompañadas del fuerte estruendo que producía la cama al chocar con la pared. Esos golpes certeros en el interior de Eren lo hicieron tocar su punto erógeno, haciéndolo gemir más y más fuerte.

Después de un largo rato de embestidas, el alfa se corrió en el interior del omega. Mientras que el nudo cesaba, tomó la nuca del castaño y la mordió muy fuerte.

Esa marca estaba hecha de una manera muy posesiva.

Al terminar el proceso del nudo, ambos amantes se acostaron juntos, abrazados bajo la tenue luz de la luna.

Entre mafias (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora