Andrew Koltov es enigmático, silencioso y oculta un terrible secreto, Jeane hará todo por ayudarlo.
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Jeane Miller cree que su primer año en la universidad será sencillo, al menos eso es lo que parece cuando se muda de su ciudad natal para...
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No tuvimos que esperar mucho en la fila que se había formado fuera del anfiteatro al aire libre, y lo poco que estuvimos, nos la pasamos en silencio, comentando aquí y allá cosas sobre las preguntas que le haría él a la banda. Ni bien entramos, Koltov y yo nos ubicamos en la primera fila, notando que el lugar se llenaba rápidamente como si fuera una banda famosa. Yo ni siquiera había oído hablar de ellos. Y es que el nombre de la banda parecía estar en discusión, por ahora solo ponían los nombres de todos en los afiches que entregaban para promocionarse.
Koltov y yo estuvimos en silencio el corto tiempo en el que la banda salió a cantar, en cuanto lo hicieron, cogí mi cámara y apunté hacia ellos. Eran cuatro chicos y la cantante principal, la cual su novio la llamaba «bizcochito». No sería raro que el nombre de la banda fuera «Los Bizcochitos» o algo así. De solo pensarlo apretaba los labios para no estallar en carcajadas.
Lo poco que sabía era gracias al afiche que Koltov llevaba aferrado en sus manos. Al parecer hacían covers de canciones y esta noche tocarían música de los 80's, la época favorita de Koltov.
No me extrañaba el por qué estábamos aquí.
Ni bien la chica y los demás dieron el inicio al concierto, la gente en el lugar se volvió loca. No literalmente, pero gritaban como si fueran celebridades y saltaban al ritmo de la música. La primera canción que cantaron fue una lenta, del grupo ABBA, y me la sabía gracias al fanatismo de mi madre por esa banda. Miré a la chica que cantaba y noté de cerca lo bonita que era, pero no por eso estaba mirándola embobada, era el tono de su voz lo que hacía que mi boca estuviera abierta. Decir que cantaba bonito era un quedarse corto, cantaba hermoso, incluso como era una canción lenta y con tono triste, algunas lágrimas quisieron salirse de mis ojos pero solo parpadeé y comencé a tomarle fotografías con los chicos de su banda detrás, tocando los instrumentos y haciendo de este momento uno muy especial.
Miré de lado a Koltov, para ver si le gustaba, pero su rostro estoico no cambió aun cuando la gente empezó a vitorear cuando la canción terminó.
Las fotografías que tomaba no solo eran de la banda mientras tocaban, sino también de la gente que gritaba con entusiasmo cuando una canción terminaba y empezaba otra. Por pura emoción, volteé mi cámara hacia Koltov y aproveché su concentración en el escenario para tomarle un par de fotos de lado, fijando mi objetivo en su rostro. A través del lente se le veía con una pequeña mueca en sus labios, como si fuera una sonrisita que no quisiera mostrar.
Hice clic una vez.
Dos veces.
Tres.
Hasta que Koltov giró y notó que le tomaba fotos.
Volví a hacer clic con sus ojos enfocados en el lente. Bajé la cámara con lentitud, sin despegar mis ojos de los suyos, notando la emoción en su mirada.
Debido a la música hablar era imposible, así que solo le mostré una pequeña sonrisa culpable por haberme pillado tomándole fotos. Él no hizo nada. Ni siquiera parpadeó. Me miró por largos segundos apretando el labio inferior entre sus dientes. Todo eso mientras el fondo musical era de la banda en vivo, tocando una canción pop, para ser más específicos; Total eclipse of my heart de Bonnie Tyler. Amaba esa canción gracias a mis padres, y aunque quería cantarla y disfrutarla como lo hacían todos aquí, y en el escenario, mi atención se quedó fija en Koltov.
