No había tenido ninguna noción del tiempo hasta ahora. Me había quedado totalmente dormida, con los trozos blancos en mis manos y la caja morada en mis rodillas; mágicamente había podido conciliar el sueño en el suelo.
Al levantarme, un dolor repentino me recorrió todo el costado derecho de mi cuerpo, haciendo una presión terrible en mis costillas. Maldita sea, porqué me tuve que dormir en el suelo. Sin perder más tiempo me levanté por completo y recogí los papeles mientras los metía en la caja y la volvía a guardar en su sitio, como si nada hubiera pasado.
Al coger mi móvil y encender la pantalla me di cuenta de todo. Era un lunes por la mañana, y yo tenía que trabajar. Mierda.
Más rápido que nunca me levanté y cogí de mi armario unos pantalones y una camiseta cualquiera. Entré en el baño y me duché lo más rápido posible, para luego lavarme los dientes y mirar mi apariencia en el espejo: desastrosamente desastrosa.
Mis ojos se veían hinchados debido al llanto, y unos matices morados casi negros empezaban a adornar la parte baja de estos. Me peiné con mis manos el pelo, cogí todo lo necesario y lo metí en mi bolso mientras bajaba las escaleras a toda prisa. Desgraciadamente hoy no había música que escuchar.
Vi a mi madre sentada en la mesa de la cocina desayunando con la compañía de esa rata inmunda. Se me han quitado las ganas de comer.
- Hyeon, - dijo aquél hombre cuando notó mi presencia - siéntate a desayunar con nosotros
- Tengo cosas más importantes que hacer - respondí mientras me giraba en busca de mis llaves.
- Hyeon, por favor, - escuché decir a mi madre - tienes que aportar algo
- Por mi él se puede ir directito a la mierda
- ¡Hyeon! - escuché el reproché de mi madre, pero yo ya me encontraba cerrando la puerta de mi casa y preparándome para una carrera que no haría ni aunque Taemin me estuviera esperando con un ramo de flores al final de la calle.
°°°
Eran casi las nueve de la mañana cuando empujé la puerta del local; el cual se encontraba con gente ya. Desde lo lejos visualicé a Doyoung, el cuál se apresuraba en escribir en la libreta para encontrarse conmigo y darme uno de sus sermones.
Me encontraba poniéndome el delantal cuando escucho su voz detrás mía.
- Esto es más que inaceptable, Hyeon, - le escuché suspirar - he tenido que dejar a Ahn haciendo los cafés y esas cosas que tú haces, y no pasaron ni cinco minutos que ella ya había quemado la mitad de los granos de café. ¡No puedes hacerme esto! Tienes que tomar más responsabilidades y... - se calló justo en el momento que yo di la vuelta y le miré a los ojos, Doyoung era de esas personas que sabía cuando algo estaba mal - ¿Estás bien?
- He estado mejor, Doyoung, muchísimo mejor
- ¿Qué ha pasado? - preguntó mientras la preocupación florecía en su rostro.
- Kim Hyuk, Doyoung, ese es mi puto problema ahora mismo. Se ha plantado ayer en mi casa y, - suspiré - lo siento pero no quiero hablar de ello - rodé mi mirada mientras me apoyaba en el mostrador.
- Si quieres puedes tomarte un descanso, yo puedo tomar tu puesto. No tienes por qué hacer esto, sabes que voy a estar ahí siempre Hyeon - contestó mientras me acercaba a su pecho y dejaba un beso casto en mi coronilla.
- Muchísimas gracias, pero no hace falta, me viene bien distraerme un poco - y con una sonrisa caída se marchó dejándome sola en el mostrador, esperando la llegada de los clientes.
Justo hoy me costaba más llevar los pedidos, y más de una persona se había dado cuenta de mi cansancio, y no el de la falta de sueño. Hablo del cansancio de que todo vuelva a suceder, de volver a vivir lo que viví. Me negaba rotundamente a ello.
La campana retumbó en mis oídos, y como de costumbre dirigí mi vista hacia la puerta. Rodé los ojos cuando vi de quién se trataba. Tierra trágame, y por favor te lo pido, no me vuelvas a escupir nunca.
- Vaya, sé que los lunes no le sientan bien a nadie, pero lo tuyo es otro rollo - su ironía característica, su sonrisa ladeada y la manera de apoyarse en el mostrador como si fuera el centro del universo. Sabía perfectamente que sin estas peculiaridades, Yuta no sería nada.
- En la puerta hay un cartel que pone "prohibida la entrada a animales", debería añadir otro en el que pusiera "prohibida la entrada a gilipollas" - respondí mientras revoloteaba inconscientemente mis ojos. Yuta rió levemente, pero sabía que algo le preocupaba.
- Hyeon, no te ves bien... -
- Estoy perfectamente - le corté.
- Sé que no lo estás, sabes que puedes... -
- Yuta, - le volví a cortar con un suspiro - me pagan por hacer pedidos, no por hablar con gente sobre mi día. Si vas a pedir hazlo ya, si estás esperando a alguien siéntate en una silla. Haz cualquier cosa menos molestarme, por favor
- No sabía que mi presencia te molestaba - contesto con una sonrisa en sus labios mientras se metía las manos en sus bolsillos, ¿Cómo iba a saber si mis palabras le habían afectado lo más mínimo? Sus ojos eran el sinónimo de un muro opaco, no podía ver nada a través de ellos.
- Te has vuelto muy insoportable últimamente, - la campana sonó de nuevo - vaya, una pena que no pueda seguir conversando contigo. Lárgate Yuta
Me guiñó un ojo mientras se sentaba en una de las sillas del local, mientras su mirada volvía a penetrarme. Notaba en cada movimiento que hacía que sus ojos no se despegaban de mí. Comenzaba a ponerme más que nerviosa, nunca me ha gustado que me observen. Siento como si esa persona pudiese meterse en mis pensamientos y escuchar todo lo que pienso, o poder ver a través de mi vida. Odio pensar que con una observación la gente pudiera saber todo de mí.
Desgraciadamente sabía que Yuta era esa "gente". Y me incomodaba de sobremanera.
El ruido de la campanilla volvió a sonar, y mis labios se curvaron levemente al ver a la persona que empujaba la puerta. Pero tan rápido como esa sonrisa apareció, volvió a desvanecerse.
Su compostura era nerviosa, sus ojos evitaban cualquier contacto con los otros, y podía jurar que sus manos sudaban frío.
En ese momento supe que las cosas hoy irían de mal, en peor.
✨✨✨✨✨✨✨
Holaa :) 💞
Yuta vuelve al ataque mi gente ;))
Quiero ver qué piensan:
¿Qué le pasará a Jaehyun?
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Byee 💗
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Empı́reo↬☾N. Yuta☽
Fanfiction;⭑∿ Con el brillo de sus pupilas, era capaz de encender estrellas. ❛¿Cómo se sentiría aquél luminoso cielo al saber que una de las más brillantes estrellas se encontraba justo a mi lado? Así era Nakamoto Yuta; un leve pero int...
