17.

1.2K 66 25
                                    

28 de junio de 2019

Narra J

Corrí hacia la mesa donde estaba mi móvil cargándose, me costaba leer a causa de las lágrimas que seguían resbalando por mis mejillas, pero logré desbloquear mi móvil y meterme en Twitter. Y ahí estaban, una y otra vez, fotos nuestras, besándonos, abrazándonos, riendo. Pensábamos que nadie nos estaba viendo sin embargo ahora todo el mundo sabría la realidad.

J: Joder... Joder.... - Me costaba hablar, me costaba pensar, me costaba respirar. ¿Qué se supone que tenía que hacer ahora?

Ml: Julita... ¿Qué ha pasado? - Marilia se acercó a mí mientras yo me sentaba en la cama incapaz de sostener mi propio peso por el estrés.

C: Juls... - Me había hasta olvidado de Carlos. Se sentaron a mi lado mientras lo solo lloraba intentando asimilar todo lo que estaba pasando. La gente lo sabía. Ya no había vuelta atrás. - Relájate porfa. No pasa nada. - Mi respiración no paraba, y la situación no mejoró cuando otros compañeros empezaron a llamar a la puerta, siendo Dave el primero de ellos.

D: ¡Pero bueno! ¿Por qué lloramos?, si esto no tiene nada de malo. - Me pasó pañuelos para intentar reducir mi llanto, pero todo intento era en vano. Mi teléfono no paraba de sonar por las miles de notificaciones que me llegaban. Cada vez más gente se despertaba y veía las fotos; además de que mis amigos también empezaron a llamarme viendo la situación, muchos no sabían ni que estaba con Carlos.

Unos diez minutos más tarde empecé a poder respirar con normalidad. Seguía abrazada a Dave con Carlos sujetando mi mano. Pero tenía miedo de mirar a Carlos; verle significaba tener que afrontar la situación, y no quería. Me obligaba a mí misma a ignorarle para poder fingir como si todo fuese una simple pesadilla de la que iba a despertar. Pero cada segundo era más real.

Ml: Chicos yo creo que es mejor irnos y que hablen entre ellos tranquilamente. - No quería que se fuesen, pero alargar la agonía tampoco iba a servir de mucho. Decidí que lo mejor era asentir y dejar que se fuesen aunque me costó especialmente deshacerme del abrazo de Dave.

D: Tranquila, cualquier cosa estamos en la habitación de al lado. - Yo sólo movía la cabeza intentando reprimir las lágrimas una vez más. Les vi marcharse y dejé de mirar a la puerta para mirar a la cara de Carlos. Hasta ese momento no me había preocupado por él. Tenía los ojos llorosos, él también estaba afectado. Le abracé intentando disculparme por haber sido tan egoísta hasta el momento. Me separé intentando buscar las palabras adecuadas.

J: ¿Qué vamos a hacer? - No soltaba su mano con la mía que temblaba inquieta.

C: No lo sé Juls... - Suspiró atrayéndome a su cuerpo. - No lo sé. - Y no hacía falta que siguiese hablando, sabía que él también había empezado a llorar, porque a partir de ese momento las cosas se iban a complicar. - Yo no voy a hacer nada que tú no quieras hacer. - Seguía pasando su mano por mi cabeza para calmarme. - Lo siento muchísimo. Tú me avisaste de que tuviésemos cuidado y yo pasé de ti como un gilipollas. Lo siento de verdad. - Era tan bueno que se culpaba por algo que claramente no era su culpa.

J: No es tu culpa. Pero no se qué hacer ahora. - Seguía escondiendo mi cabeza en su pecho con miedo de su reacción.

C: Bueno... ¿No crees que es un buen momento para hacerlo oficial? Me refiero, aprovechando que han salido las fotos. - Tenía sentido lo que decía, tenía sentido hacerlo, pero no podía.

J: No estoy preparada Carlos. No puedo. - Le miré a los ojos, no estaba preparada para lo que le iba a decir; no quería decirlo, no iba a servir de nada lo que le pedía, pero no podía pensar tranquila. - Creo que necesito que nos distanciemos un tiempo para pensar bien qué es lo que quiero. - Y ahí estaba otra vez, la misma mirada que había visto en Javi semanas atrás, la mirada cuando le has roto el corazón a alguien, pero esta vez dolía más que antes, porque esta vez yo misma no quería que eso pasase. Los mismos ojos que me miraban cuando a causa de las firmas decidí cortar de raíz lo que estaba surgiendo con él en la academia. - Carlos te quiero muchísimo, de verdad, en otras circunstancias sería todo más fácil. No te estoy diciendo que nos olvidemos para siempre. Solo quiero un par de semanas para pensar y ver cómo evoluciona todo.

C: Pero Juls, no hagas esto. No ahora. Es al revés, ahora tenemos que aprovechar que ya no hay que ocultarlo más. Por favor. - ¿Por qué me costaba tanto asumirlo? Él tenía razón, las fotos eran el empujón final que necesitábamos para dar el salto y ser más libres que nunca. Pero el miedo me estaba poseyendo. Las palabras salían de mí sin ser procesadas.

J: No puedo. De verdad que lo siento. Sé que estoy cometiendo un error pero no sé qué más hacer. Esto está yendo muy rápido, ni mi madre sabía que estaba contigo y ahora de repente lo va a saber todo el mundo. - Carlos ya no me miraba, tenía sus ojos fijos en sus manos las cuales no paraba de mover. - Solo unos días Carlos. Y volvemos a hablar en Madrid para ver que hacemos. - Carlos se levantó visiblemente nervioso, empezó a andar hacia la puerta, pero cuando iba a abrirla se giró repentinamente.

C: ¡No! ¡Joder no! ¡No pienso irme de esta habitación sin ti! Es que en diciembre ya te dejé ir y me sigo arrepintiendo. Me niego a que perdamos esto por miedo. - Yo le miraba incrédula. ¿Cómo me conocía tan bien? Cada vez estaba más confusa, no veía ninguna solución correcta. Todo me resultaba demasiado familiar, parecía la clase de interpretación de "Mi historia entre tus dedos", pero esta vez él no estaba dispuesto a irse. - Juls. - Me levantó tirando de mis manos colocándome frente a él, sujetó mi cara obligándome a mirarle. - Mírame, bien. Vamos a mandar a la gente a la mierda. Nos la va a sudar todo. Porque lo importante es esto. Tú y yo. Además hemos pasado cosas muchísimo peores que esta. Vamos a intentarlo por favor. - Y ahí estaba otra vez, la calma que me invadía cuando estaba con él cuando me perdía en sus ojos; la misma que había desaparecido en cuanto vi las fotos. Era imposible no pensar que todo saldría bien con él a mi lado. Pasó un tiempo en el que ninguno de los dos hablamos, solo nos centrábamos en la mirada del otro, y por mi cabeza solo se cruzabas un pensamiento, esto merece la pena, y adquirí el valor para poder contestarle.

J: Qué guay eres. - Y le abracé, más bien le estrujé. Permanecimos abrazados hasta que llamaron a la puerta.

D: No quiero interrumpir pero deberíamos irnos si queremos llegar al avión. - Le abrimos la puerta aún abrazados, recibiendo una sonrisa por parte de nuestro amigo cuando vio que las cosas no habían salido tan mal como esperaba. - Míralos, qué guapos así de contentos. Casi ni se nota que casi os deshidratáis de tanto llorar.

J: Espero que a partir de ahora las cosas vayan a mejor. - Tomé aire preparándome para lo que suponían mis siguientes palabras. - Ya sé lo que quiero hacer...





• Gracias por leer :) a partir de ahora voy a tardar más en actualizar porque empiezo con exámenes hasta finales de mayo. Intentaré subir dos capítulos por semana. PD: VOTAD MAÑANA!!! 💛

nm

No sé lo que buscasWhere stories live. Discover now