Mensaje De Muerte

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NARRA CHARLOTTE

Esperamos a que los amigos de Bertha terminarán sus actividades. Me sentía desesperada, y no porque todos parecían muy atareados, sino en el hecho de que quería salir de aquí, saber que mis amigos estaban bien pero sabía que había cosas importantes que hacer aquí.

No iba a exponer a mis amigos saliendo de aquí sabiendo que alguien puede crear monstruos a su antojo y que luego a ellos les pase algo.

Poco a poco los amigos de Bertha se fueron desocupado, unos ayudaban a los demás y otros se acercaban a ella para conversar. Ella bromeaba y platicaba tranquilamente, parece ser una chica muy alegre.

Finalmente todos terminaron sus actividades, salimos del lugar para ir a la habitación donde al parecer crean sus estrategias de ataque y defensa. Kellet ya estaba ahí, sentado revisando unos libros.

Los amigos de Bertha bromeaba y platicaban entre ellos, Bertha los escuchaba y reía por sus bromas, Kellet no había querido levantar la mirada del libro desde que entramos.

Me sentía incómoda y fuera de lugar, esperaba que Blake no fuera a tardar demasiado. Mientras esperaba tomé otro libro que parecía que no había sido leído en mucho tiempo.

Lo abrí con cuidado, parecía ser viejo. No podía leerlo, parecía en otro idioma, pero podía ver las imágenes. Parecía una historia de terror, había muchos Ghast y Pigmans relajándose en una zona del Nether, de la nada aparece un portal y salen miles de humanos armados, matan a todos, exploran la zona encontrando una fortaleza donde matan a miles de Wither Skeletons, luego regresan junto al portal, invocan tres Whiters y entran al portal antes de que los ataquen.

¿Quién sería tan malo para hacer tal cosa? Me sentía furiosa, pero también asustada, ¿acaso era lo que estaba sucediendo ahora?

—No deberías están viendo eso.

Dijo Kellet quitándome el libro, lo vivió a colocar en su lugar

—Nadie debería.

Murmuró, lo miré curiosa.

—¿Por qué lo guardan entonces?

Pregunté, él se encogió de hombros.

—Bertha y nuestra amiga intentaban descifrarlo, pero ella ni siquiera ha regresado. Bertha no me deja destruirlo.

Respondió mirando hacia la mencionada. Pensé que aunque supieran que dice no podrían hacer nada contra esas bestias.

—¿Qué son? ¿Lo sabes? ¿Ellos pueden pensar y hablar como nosotros?

Pregunté, él se encogió de hombros negando con la cabeza.

—Nadie lo sabe y lo dudo mucho. Sólo nacen para matar y destruir todo a su paso.

Respondió, iba a preguntar más pero Blake entró a la habitación en ese momento, observó la cantidad que éramos y pareció estar creando estrategias en su mente.

Nos hizo guardar silencio, sobre el mapa de la fortaleza extendió otro que mostraba los alrededores. Comenzó diciendo que todos iríamos hacia la zona del almacén de cráneos pero que antes de llegar nos dividiríamos en cinco grupos; cuatro desde distintos puntos los alrededores del almacén y el último grupo entraría al almacén a destruir todos los cráneos y buscar más pistas o algo.

Todos parecían de acuerdo, enseguida se formaron los cinco grupos y peleaban por ser de los que cuidaban los alrededores.

Para evitar peleas y discusiones Blake dijo que su grupo; Kellet, Bertha, dos de los amigos de Bertha y yo, entraríamos al almacén.

Pixeles SobrevivientesWhere stories live. Discover now