Cap 97

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Amaba esos días donde el sol no aparecía, el sonido de la lluvia que chocaba contra las ventanas como un sonido relajante, la neblina en las calles junto a la llovizna que te ponía en un estado relajado. Sí, definitivamente era mi época favorita.

Con mi chocolate caliente en mano fui al sofá mientras que con las piernas cruzadas miraba el patio.

Había un poco de humedad en las ventanas pero a mi parecer hacia más hermoso ver el césped mojado junto a las demás flores. Solté una sonrisa.

Siempre quise probar que se sentía estar en esta situación con tu chocolate caliente y ahora definitivamente puedo decir que es la mejor sensación.

Cerré un rato los ojos disfrutando del sonido de la lluvia. Respiraba profundamente mientras una sonrisa relajada se asomaba en mi rostro, lo único malo que había en esto es que Thomas no estaba conmigo.

Había tenido que ir a ver al nuevo socio que iba a tener su empresa, y no había podido posponerlo para otro día.

Aún así, aunque le hice berrinche para que no fuera, lo hizo. Solo le dije que tuviera cuidado por el camino antes de irse.

Eran las 11 cuando me empezaba a aburrir. Decidí ir a ver a Thomas para luego ir juntos a otro lugar a divertirnos bajo la lluvia. Suspiré y fui a vestirme con algo de acuerdo al clima.

Bajé y tomé mi bolso. A penas salí el frío chocó contra mi piel poniéndomela de gallina. El viento movió un poco mi cabello, miré el cielo. La lluvia caía gradualmente.

Acomodé mi bolso y empecé a caminar hasta encontrar un taxi. Me subí rápidamente y le dije la dirección.

En el camino, miraba por la ventana,  la cuidad era simplemente hermosa, la niebla, la lluvia y el cielo nublado eran la mejor combinación.

Cuando llegué, pagué y bajé rápidamente. Caminé una cuadra antes de ingresar a la empresa. Algunos empleados me saludaron y yo les devolví el saludo con una sonrisa.

Me dirigí directamente al ascensor. Apreté el botón del piso y esperé hasta que las puertas se abrieron. Caminé a paso lento hasta llegar con la secretaria. Al verme esbozó una mueca nada disimulada.

—Hola—le di la mejor sonrisa y ella trato de devolverla—¿Thomas sigue ocupado?—pregunté

—El señor Sangster sigue en una reunión con la nueva socia—dió una sonrisa forzada. Sentí algo dentro mío.

—¿Socia? ¿Qué socia?—pregunté de nuevo. Ella se reacomodó rodando los ojos—Es una chica simpática pero muy... especial—dijo como si le costara decir eso—Hija de uno de los miembros élite de aquí.

Eso me advirtió algo. Me crucé de brazos.

—¿De causalidad esa chica se llama Amanda?—pregunté y ella asintió con desinterés. Me paré recta y me alejé del escritorio. Me di la vuelta para ir a la puerta.

Cuando estaba por abrir, Thomas abrió la puerta y ahí estaba. Riéndose con Amanda. Al verme ambos se detuvieron y callaron las risas.

—¿_____?—preguntó Thomas—¿Qué haces aquí? Pensé que te vería en casa.

—Cambié de opinión y quise venir. ¿Qué sucede?—pregunté rápidamente al ver a Amanda. Ella solo me dió una sonrisa inocente.

— Ah. Amanda y yo estábamos conversando sobre trabajar juntos en un proyecto beneficioso para la empresa. 

—Ya somos socios—comentó ella y la miré lo más sonriente que pude

—Que bien por ustedes.

You Don't Own Me.(Thomas-brodie Sangster y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora