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07 de Abril.

HyunJin se levantó veinte minutos antes de que su despertador sonara. Jamás había llevado esa rutina, pero el día lo requería.

Acomodó un poco su cabello y se colocó el primer pantalón que encontró, bajó corriendo las escaleras de su hogar, encontrando a su hermano mayor comiendo panqueques con mermelada en la cocina. Estaba con su novio y no quería interrumpir, pero se le estaba haciendo tarde.

—Buenos días, Jack. —Le saludó tomando un panecillo y llevándoselo rápidamente a la boca. —Buenos días, Mark.

Mark le devolvió el saludo amablemente pero su hermano le reprimió por no haber tomado un baño antes. Salió lo más rápido que pudo, caminando unos cuantos pasos hasta entrar a la casa de SeungMin.

Tenían una larga reja y un jardín de rosas bastante grande, sin duda eran muy adinerados.

Tocó el timbre, esperando que alguien lo escuchara y se removió allí mismo.

—Oh, HyunJin, pasa. —La señora Kim abrió la puerta con tubos en el cabello y desprendiendo un olor que podía diferenciar, un perfume de los más costosos. Ella era rubia, alta y muy delgada; tenía maquillaje y parecía exhalar con dificultad. —SeungMin está cambiándose.

Asintió sonriente, le encantaba ver los cuadros que adornaban las paredes por todos los pasillos.

Desde una foto de ellos cuando SeungMin recién se había mudado al vecindario, cuando claramente eran unos niños, hasta una de su graduación de la preparatoria. Recordaba esos momentos, en los que podían abrazarse sin estar incómodos, cuando podía oler el perfume de vainilla de SeungMin y enamorarse cada día más.

—HyunJin, ¿necesitas algo? —SeungMin apareció por una puerta morada, con una bata y pequeñas gotas de agua cayendo por su clavícula—, tengo que ir a misa.

Hwang pudo notar el rubor que se dejaba ver en el rostro de su mejor amigo, no podía verse más que adorable.

—No es nada, es que JeongIn me pidió que te dijera sobre la salida. —HyunJin removió su negra cabellera con una mano, caminando hacia la sala principal. Estaba listo para salir corriendo si la situación lo requería. —Él no podrá ir, así que yo iré en su lugar. Pasaré por ti a las seis en punto.

SeungMin agradeció que su vecino hubiera salido rápido de ahí porque sino ya hubiera visto su mandíbula caer hasta el piso. Gritó de frustración, sabía que JeongIn lo había hecho a propósito y ahora no podía negarse.

Quizá a eso se refería con encontrar su alma gay, aunque él mismo sabía que muy en el fondo ya estaba empezando a caer por HyunJin. Pero aceptarlo era el problema.

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¡Stop it! [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora