Parte 7

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Sin esperar a tener permiso, Zero puso sus manos en mi espalda. Ella se esforzaba en enjabonarme, mientras pasaba los dedos por mi pelaje. Eso me producía unas cosquillas infernales.

—Hey mercenario. Las ciudades son lugares muy divertidos, ¿no crees?

— ¿Ah?

—Hay un montón de gente, y cada uno tiene su propio objetivo y su propia manera de pensar. Todo esto es maravilloso. No sólo eso, pero la cocina de los carritos de comida también me gustó.

—Si eso es todo lo que quieres, en cualquier parte de otras ciudades un poco más grandes… –Me detuve a mitad de la frase.

Oh, cierto. Zero nunca dio un paso fuera de su cueva, y mucho menos fue a una ciudad.

Siendo ese el caso, era obvio que ella estaría sorprendida y emocionada. La muchedumbre de las calles era molesta para mí, y la comida de los carritos de comida no era nada para deleitarse, pero desde la perspectiva de Zero, estas cosas eran nuevas experiencias.

No había duda alguna de que Zero, al ser una bruja, poseía más conocimientos de los que yo pudiera imaginar.

Sin embargo, desconocía muchas cosas del mundo exterior. Lo que Zero consideraría como conocimiento común no sería así para mí, y lo que yo creía que era normal y ampliamente conocido no lo sería para Zero. Podemos mirar las mismas cosas, pero cada uno percibe el mundo que nos rodea de manera diferente.

—…Es porque Wenias es un país de turistas y viajeros, y Foamicaum es el núcleo del comercio. Las mercancías de la gente de todo el mundo vienen aquí. No es muy grande, pero es muy densa.

—Ah. –Los ojos de Zero brillaron. —Yo no habría sido capaz de entrar en esta ciudad por mi cuenta. Incluso si hubiera conseguido entrar, lo más probable es que hubiera causado algún tipo de disturbio. En este corto tiempo me has dado conocimiento de cosas que no sabía. Estoy agradecido de que nos hayamos conocido.

¿…Eso sería por su falta de sentido común? Fruncí el ceño cuando Zero pronunció esas líneas tan embarazosas, y miré por encima de mi hombro para fruncir el ceño.

—…Oye, deja de decir cosas como esas.

— ¿Cosas como esas?

— Algo como "que te gusto", "que estas agradecida de que nos hayamos encontrado", frases de mierda como esas. Las mujeres no sólo dan a la gente su favor sin razón. Especialmente no a un hombre como yo.

— ¿Favor? –Repitió Zero extrañada. —Pero es la verdad. Disfruto charlar contigo, por eso me resulta insoportable permanecer en silencio.

—Acabo de decirte que dejes de-

— ¿Hablar conmigo te resulta… desagradable?

Tragando saliva me callé.

No era eso. No era eso, pero…

—No entiendo tu forma de hablar… básicamente, las únicas conversaciones que tengo son del tipo en donde todo el mundo se insulta entre sí.

Eso era por lo que realmente no sabía cuándo le estaba hablando con amabilidad. Aun frunciendo el ceño, escupí.

—Con que es así. –Murmuro Zero. —Entonces estaría bien que practicases conmigo, ¿no? Continuaré hablando a menudo a partir de ahora.

Imposible. No era capaz de convencerla de otra forma. Parecía que no había más opción que acostumbrarse e a ello.

—No te enfades si te ignoro, ¿vale?

—Claramente me enfadare. Quiero conversar. No es divertido hablar sola.

Zero Kara Hajimero Mahou No Sho Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora