Capítulo 5: Deseo

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Un nuevo día daba comienzo, un nuevo día en un nuevo cuerpo. Vulcano Aino se levantó apenas para ir a la escuela. Somnoliento se dirigió al baño, iba a sentarse en el retrete como era su costumbre, cuando se dio cuenta de que gracias a su nuevo cuerpo no era necesario. Ahora podía orinar de pie, lo cual le pareció bien. Intentó orinar, pero su masculinidad se encontraba erecta y terminó mojando hasta la cortina de baño.

— ¡No! ¡Qué asco! ¿Por qué me sucede esto? —se preguntó Vulcano en voz alta, intentando dar en el blanco. No entendía la razón por la cuál falló. No podía ser por falta de práctica, ya que el día anterior fue al baño en más de una ocasión.

Una vez que terminó de orinar y de mojar todo el lugar, su pene se puso flácido y manejable.

— ¡Qué horror! ¿Fue por culpa de la erección? ¿Y eso por qué? —se preguntó Vulcano y de pronto se sintió un pervertido.

Limpió el cuarto de baño y se dio una larga ducha con agua fría. Salió de casa un poco atrasado, por lo que decidió correr hasta la escuela. Después de todo, como Minako le pasaba igual. Sin embargo, sus piernas ahora eran más largas y musculosas, por lo que a pesar de lo rápido que era siendo Minako, sus pasos ahora eran más largos y llegó a tiempo a clases.

Una aglomeración de gente se encontraba a la entrada de la escuela. Vulcano se disculpó intentando pasar entre los alumnos. De un momento a otro una chica que estaba de espaldas a él, chocó duro contra Vulcano y casi lo bota al piso.

— Lo siento —se disculpó la joven sin darle mucha importancia a lo sucedido.

Vulcano asintió y salió casi corriendo del lugar. No podía creerlo, su cuerpo era completamente masculino, por lo que también lo eran sus instintos. Cuando el cuerpo de la joven se pegó al de él, su sexo reaccionó con una nueva erección. La chica era guapa, pero definitivamente a él no le gustaba... ¿O sí? ¿Así reacciona el cuerpo de los hombres siempre? ¿Son tan sensibles con su...?

— ¡Vulcano! —le interrumpió de sus pensamientos una voz femenina. Healer venía caminando hacia él. Llevaba puesto el uniforme femenino de la escuela, se veía muy bella. Vulcano se tapó su "zona" con el bolso al verla.

— Bu-Buen d-día, Healer —respondió Vulcano con nerviosismo. Su voz era temblorosa y su postura encorvada.

—¿Estás bien? ¿Por qué te cubres ahí? ¿Qué te sucede? —preguntó Healer indicando su bolso.

— Pues... yo...

— Obviamente tienes una erección, pero esa no es forma de taparlo. Todos te descubrirán, estás siendo muy obvio —dijo Healer.

— ¿Cómo... cómo lo sabes? —preguntó sorprendido.

— Porque este no es mi verdadero cuerpo, ¿recuerdas? Sé lo que es ser un chico, especialmente por las mañanas —dijo Healer, quitando el bolso de Vulcano del lugar. Le obligó a pararse derecho. Además le reveló como disimular su erección.

— ¿Solo debo meter mi mano al bolsillo? ¿Es todo?

— Sí. Así tu pantalón se abultará por tener tu mano en el bolsillo, lo cual distraerá a la gente de tu erección. Hay otras formas, pero está es la técnica más común —explicó Healer.

— Muchos chicos caminan con las manos en los bolsillos —dijo Vulcano sorprendido.

— Ahora ya sabes la razón.

— ¿Todo el tiempo y a cualquier hora esa cosa se despierta? ¿Están excitados todo el tiempo? —preguntó Vulcano con horror.

— ¡No! Claro que no. Hay muchos capilares sanguíneos en esa zona, por lo que es sensible. Cualquier estimulo hace que se levante, no tiene que ver con estar excitado —explicó Healer con un poco de indignación.

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