Una cita para mi jefe

Killing me softly

"No llores cuando el sol se haya ido, porque las lágrimas no te dejarán ver las estrellas"

Por Lestrade

La vida me parece inaguantable y poco interesante ahora debido a lo ocurrido no he dejado de sufrir y hundirme en la más profunda miseria, trato de superar lo que sea que pase en  mi mundo haciendo mi trabajo y cuidando a Sherlock, a pesar de todo siempre supe que Sherlock era un incomprendido social y necesitaba ayuda, nunca imagine que ayudándolo conocería a alguien importante para mi, a quien no le importaría demasiado los sentimientos de los demás, el amor llegó lento y agonizante, la herida era reciente no podía curarse si el involucrado seguía lastimando y matándome lentamente con sus palabras que eran como dagas profundas que me  lastimaban profundamente pero yo trataba de sonreír por lo bueno que todavía existía en mi vida.

-Hola Greg.

Dijo Jhon llegando con Sherlock quien me miro sonriendo y dijo.

-¿Quién es Greg?

Yo fruncí las cejas y reí lo necesitaba en verdad.

-¿ Y todas esas flores en tu oficina?

Dijo Jhon

-Es elemental mi querido Watson, es un intento de mi detestable hermano por ridiculizarse así mismo, evitando perder cuando no queda nada que ganar, un intento inútil por parecer humano, si fuera tu Gabin desecharía todo esto a donde pertenece el hombre de Hielo.

Dijo Sherlock  deduciendo todo en 5 segundos como siempre

-Lo ignorare Sherlock como lo he hecho los últimos días, bueno mi turno está por terminar he de prepararme para irme a casa.

Dije más alegremente.

Me preparé saliendo de oficina cuando salí me sorprendí al ver a dos autos estacionados afuera de Scotland Yard una elegante limusina donde salio el Señor Marcus Oliver, y un Mercedes Benz donde estaba mi pesadilla Mycroft Holmes, los dos se veían como si quisieran matarse el señor Oliver se acercó al mismo tiempo que el hombre de hielo, los dos me miraron y el señor Oliver dijo.

-Buenas noches estimado detective esta noche le sienta muy bien a su pelo ya que resplandece a la luz de la luna, al igual que sus ojos hermosos se iluminan con la luz más ligera llenos de lo que yo llamaría belleza al más puro resplandor.

Dijo Marcus Oliver

-Gregory, se que no tengo derecho a nada pero espero que mi carta haya llegado a tocar tu corazón y transmitir lo que siento aunque jamas lo diga en voz alta se que comprenderá que mi lógica ha cambiado gracias a su personalidad.

Dijo Mycroft Holmes.

-Lo que usted diga señor Holmes ya no me interesa en lo absoluto sus palabras me han herido como un arma mortal, y no podré saber si es verdadero lo que dijo, pero se que no debo confiar en usted por ahora. Gracias señor Oliver por decirme esas palabras tan elegantes pero no estoy de un humor agradable para responder como usted espera que lo haga.

Dije yo un poco triste y agradecido.

-En ese caso detective déjeme llevarlo en mi auto para que pueda llegar a tiempo a su destino.

Dijo el señor Oliver, regresando a su auto y abriendo su puerta al mismo tiempo que Mycroft Holmes ofrecía lo mismo en silencio. Pensé un segundo y luego decidí iría con Marcus Oliver prefería eso a estar con Mycroft Holmes, me subí a la limusina y me fui agradecido con Oliver por sacarme de ahí pero mi corazón todavía pertenecía a Mycroft Holmes pero mi confianza no y no podía entender porque alguien como yo ahora está metido en esto.

Por Mycroft

Oliver se ha llevado lo que  yo más amo en el mundo, Sherlock se rio de mi suerte y se fue con un confundido doctor Watson, mientras yo me quedaba solo, sin nada más que ofrecer. Anthea me miro tristemente mientras yo gritaba el nombre de Gregory había perdido pero no perdí todo porque recuperaría a Gregory a toda costa, la guerra estaba declarada y solo uno podía ganar este juego mortal donde el marcador estaba en mi contra.

Oliver 1

Mycroft 0

Podría yo demostrar lo mucho que amo a Gregory o Oliver terminaría ganando como siempre no lo sabía pero si sabía que amaba con locura a Greg Lestrade y no lo dejaría ir sin dar una pelea hasta el final.