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Me desperté, todo había sido un sueño eran las tres de la mañana y necesitaba hablarlo con alguien pero... ¿con quién? llamé a Caroline ella estaría despierta.

-¿Hey, por qué llamas a estas horas?- dijo con un tono enfadado.

-¿estabas dormida?- le pregunté.

-No, me estaba pintando las uñas- me respondió- ¿qué pasa? si llamas ahora será por algo.

-Caroline, he tenido un sueño espectacular con Damon, creo que le quiero- le respondí feliz.

-Bueno, ya sabes lo que pienso sobre él... pero si tus sentimientos son tan fuertes, deberías decirselo- y eso me dispuse a hacer.

-Vale, gracias, iré ahora.

-¿Ahora?- le gritó ella al teléfono y le colgué.

Si iba a presentarme a contarle semejante cosa a Damon, tenía que ir bien vestida. Me puse unas botas negras, un vestido corto granate y me recogí el pelo en una coleta.

Llegué, me subí a su ventana y la toque, no era la primera vez que hacía esto para ir a tomar algo con el.

-Amanda ¿qué haces aquí? ahora no me apetece un bourbon- me dijo y de pronto me acordé de que habría una chica en su cama.

-Ven, vaja- le susurre y así hizo.

Le conté mi sueño y todo se convirtió en un silencio incómodo que al instante rompí.

-Damon, yo te quiero. Se que nos conocemos desde hace mucho y que hemos sido amigos, muy amigos, pero ahora mis sentimientos por ti han cambiado. Casi cada noche te llevas una chica diferente a tu cama y eso me desconcierta desde hace bastante y...

-Am ¿por qué te crees que hago eso? para intentar no pensar en ti, desde hace más de cien años todas las chicas desean irse con Stefan, toodas con Stefan y entonces pensé que tu también querrías eso, pero yo te amo- no me dejo hablar porque me besó intensamente- te invitaría a pasar pero mi cuarto no es el sitio más indicado ahora mismo.

-¡Vamos a mi casa!- le cogí de la mano y corrimos en velocidad de vampiro hasta llegar.

Entramos sigilosamente para que Jeremy no se despertase. Entramos en mi cuarto y esa fue la primera noche de fantasía que tuve con Damon.

...

Jeremy vino a despertarme aquella mañana y cuando nos vio tapé a Damon con la manta pero fue inútil. Jeremy se fue rápidamente y yo desperté a Damon con pequeños besos.

Bajamos los dos a la cocina, y ahí estaba Jeremy desayunando.

-Jeremy, no puedes contárselo a nadie ¿vale?- le dije y él asintió.

-Vale, pero no hace falta que me lleves al insti- y dicho esto salió de casa.

Damon me cogió por la cintura y me subió a la mesa del comedor.

-¿qué vas a hacer hoy?- dijo dándome besos en el cuello.

-Cualquier cosa menos ir a trabajar.

Le pasé los brazos por el cuello lo acerqué a mi y empezamos a besarnos hasta que Stefan me llamó.

Una historia complicada (Damon y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora