mi peligrosa obcecion

Capitulo: 15 Wouh Gracias

Tn: *Mi cabeza da vueltas, sé que debería pensar más en mi pero no me siento bien con esta situación, me gusta Adam pero no me gustó que nuestro primer beso juntos haya sido con unos tanto grados de alcohol en la sangre... por otro lado, pienso de vez en cuando en Kevin , hace tiempo que no lo veo y es casi imposible no pensar en él* -mi respiración estaba agitada, no podía pensar con claridad así, me apoye contra la pared para darme soporte y no caer, la música retumbaba en mi cabeza y el dolor comenzaba a aparecer, me sentía débil- Maldición, ¿en qué estaba pensando al seguir tomando?

- ¿Tn? que bueno - Adam se acercó a donde me encontraba- por fin te encuentro.

- Lo siento, no me estaba llegando mucho aire y comencé a sentirme mal, lo primero que pensé fue en salir de ahí.

- Pero...-se veía algo preocupado- ¿ahora te sientes bien?

- Si, puedes estar tranquilo -le sonreí- *mentirosa*.

- Me alegro mucho...-pasado unos segundos su cara cambio, nuevamente su expresión era coqueta y algo pervertida- pensaba que me dejarías a medias.

- ¿A-A medias?, no entiendo a lo que te refieres.

- No te hagas la tonta -puso su cuerpo haciendo presión contra el mío- sigamos en lo que nos quedamos

- No creo que sea buena idea -estaba comenzando a sentirme nerviosa- quiero volver a la pista -intente zafarme de su agarre-.

- Claro que no, que ni se te ocurra -me tomo de la muñeca- no hay nadie aquí, podemos hacer lo que queramos, no desperdiciaremos una oportunidad así.

- A..Adam, me lastimas... -ya con los nervios comencé a sentir miedo, él también había tomado demasiado- ¡Me duele!

- Deja de gritar, no seas molesta -me sonrió de medio lado mirando los baños- esto nos llevara solo unos minutos Tn.

- N-No...por favor suéltame -sentí como su mano me apretaba con más fuerza jalándome hacia la puerta del servicio- ¡No quiero, déjame! -comencé a llorar, no quería que las cosas pasaran así, solo quería una noche divertida y pasarlo bien, no esto, mi llanto aumento-.

-  ¿Qué no oíste que te dijo que la soltarás? -escuche a alguien alzar la voz molesto-.

Envuelta en miedo lentamente fui girándome al oír aquella voz, no podía creerlo, enfrente de nosotros se encontraba Kevin, se veía bastante molesto, su mirada era fría y transmitía bastante ira, en ese instante se acercó a donde nos encontrábamos, tomo mi brazo y me soltó del agarre de Adam, él se veía asustado, era muy probable que supiera que era el hijo menor de su jefe, Kevin lo miro con fastidio, jamás había visto esa cara incluso a mí me dio bastante miedo verlo así, no tardo mucho y me llevo por el pasillo hasta donde se encontraba la multitud, fuimos en dirección a la salida, su forma de coger mi brazo cambió, ahora me sujetaba de mi mano con fuerza, por primera vez me sentí segura junto a él. Al esta fuera me abrió la puerta de su auto, ambos nos subimos y nos largamos del Club, el trayecto fue silencioso y tranquilo, ninguno soltó palabra alguna pero pese a ello de vez en cuando nos mirábamos, cuando nuestras miradas se encontraban las apartábamos, era incomodo aunque divertido, no conocía esta parte suya y para ser sincera me gustaba mucho, pasaron algunos minutos y llegamos por fin a casa, entramos y todo estaba en penumbras, "los chicos aun no debían llegar", prendimos las luces, saque mi teléfono del bolso y le envié un mensaje a Jonathan ya que lo menos que podía hacer era decirles que estaba bien en casa para que no se preocuparan.

- Deberías darte una ducha, puede que eso te ayude a dormir bien -coloco un bolso en el sofá y se sentó-.

- Si, eso puede ayudar -no pude ignorar el bolso que traía consigo- ¿viniste a buscar más cosas?

- No, preferí devolverme a casa -se recostó- aquí estoy más tranquilo.

- Bueno, me alegro de eso... en fin, me iré a bañar -me dispuse a subir la escalera- Kevin.

- ¿Si? -me observó desde su posición-.

- Gra...Gracias -le dedique una sonrisa tierna y algo temerosa-.