capítulo seis

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Sonia, después de una tarde buscando el regalo para su hermano, se sentó en su sofá. Encendió la tele y cogió el móvil. Miró la hora y se dio cuenta de que ya eran las 22:19 h. Después de cinco minutos buscando la pose perfecta, le envió una foto a Ro.

La rubia, con el pijama puesto y en la cama, sonrió al ver que, al menos, Sonia sí le daba las buenas noches; algo que ya no hacía su novia

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La rubia, con el pijama puesto y en la cama, sonrió al ver que, al menos, Sonia sí le daba las buenas noches; algo que ya no hacía su novia. Recordó que era bastante despistada y se consoló. Una llamada interrumpió sus pensamientos.
-¡Hola nena!
-¡Hola Albi ¿Qué haces?
-Chiqui, tengo que decirte algo.
-Claro, dime-le respondió Rocío abriendo sus ojos verdes
- Hace un rato me llamó Fran, no quieren que digamos nada de nuestra relación.
- ¿Cómo?
- Ro, sé que va a ser duro. Pero hemos estado 7 meses así, no pasará nada si estamos unos meses más.
- Así que te pones de su parte, ¿no?
- Nooo. Ojalá no tuviésemos que pasar por esto, pero es lo que hay.
-¡¿CÓMO QUE ES LO QUE HAY?!
-A ver Ro, relájate.
En este instante, la más joven colgó a su novia. Las lágrimas volvían a recorrer sus mejillas tras semanas sin llorar.

Una hora más tarde, sonó el timbre de Rocío. Era Alba. Le había traído la cena. Rocío no estaba enfadada con ella, jamás podría estarlo. Pero, por una vez, le cerró la puerta en toda la cara.

Necesitaba reflexionar, y siempre lo hacía de la misma manera: se preparaba un té, se sentaba en el piano y componía. Una melodia no se le salía de la cabeza y tenía que plasmarlo en algún sitio.

Récuerdame Where stories live. Discover now