Fin

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Julia

Camino rápidamente , puede que llegue tarde y mi oportunidad para todo se vaya , pero me había quedado dormida , perdido el autobús y ahora tenía que venir andado a pesar de que María y Noelia me podían haber llevado , pero yo me empeñe en hacer otra cosa.

El verano ya estaba llegando , y yo aún no había aceptado el cambio de hora , como para tener entrenamiento como hace años , hubiera llegado tarde y Carlos me habría hecho dar veinte vueltas , hacer cien abdominales y luego me habría hecho ir a comer con él al burger King y envenenarme con la sal.
Suelto una carcajada al recordar todo eso , los entrenamientos , las fiestas , los momentos con Carlos , los partidos con la chicas , las días en el coche de Miki , las trastadas con Noelia , las conversaciones con Sabela...y pensar que estoy a un paso de volver a tenerlo.

—¿De qué te ríes , Medina?—fijo mi mirada en la voz que me habla , y un Miki sonriente al lado de una Sabela es el dueño de la voz.—¿Con qué prisas vas no? ¿Te hace falta el chófer Miki y la azafata Sabela?—les miro a ambos , Miki está sonriente y Sabela me mira esperanzadora y con una media sonrisa , así que en un salto corro hacia ellos y los abrazo.

—Vamos anda , que el partido empieza a las once y media y son las once menos cuarto.

—Tranqui Sabela.—la gallega me mira y suelto una risa.

—Que graciosa estás , Julita.—la vuelvo a abrazar de nuevo y ella suelta una risa.—Y que feliz.

—Hombre , a vuestro lado como para no estarlo.

—Ahí te has puesto ñoña ...

(...)

El gran estadio del Cádiz está frente a nosotros , pero cerrado.

—Pues a mí el dinero devolvermelo , que quieras que no para un par de copas me da.—suelta María desesperada sentándose en el suelo junto a Marta y apoyando su cabeza en ella.

—Haber , tranquilidad , voy a hablar por teléfono.—dice Carlos para alejarse de nosotras lentamente , y cuando veo que está a una distancia del grupo camino hacia él , sé que tengo todas las miradas en mí y eso me hace ponerme nerviosa , la primera vez que hice algo "romántico" estábamos en la discoteca alejados de todos.

Camino delante de Carlos y su mirada se posa en mí y rápidamente quita el teléfono de su odio.
Agarro sus manos y le miro , es perfecto , parece estar hecho a medida , por fuera , por dentro , por todos lados. 

—¿Qué pasa?

Paso mi manos a su cuello y él pone sus manos en mi cintura y nos abrazamos , oigo su corazón , su respiración , su calma , mi calma , es mi hogar. 

—Lo siento por hacerte sufrir , por dejarte , por engañarte , de verdad.He estado tan perdida , he pensado tan mal durante este tiempo que no me he dado cuenta hasta hace unos días de lo que verdaderamente quiero.

—¿Y qué quieres?—pregunta apoyando nuestras frentes , produciéndome un dejavu de la primera vez que nos besamos , aquella noche en la que empujé a Miki y el destino quiso que se chocara con él , que Sabela me obligará más o menos a ir con él , y luego que nos besaramos y que me sintiera totalmente completa.

—¿Qué que quiero?—susurro acercado más nuestras caras.—Te quiero a ti.—y entonces nuestras almas se vuelven a fundir en un beso , nuestros labios se mueven ansiosos , intentado unirse y no soltarse , las manos de Carlos se menean por mí cuerpo y yo enredo mis manos en su pelo acariciándolo suavemente.

Oops | JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora