Capítulo Treinta y siete

5.6K 386 9
                                    

Capítulo Treinta y siete.

Al abrir mis ojos, no puedo evitar sentir dolor, mi novio me mira desde el pequeño sillón a mi lado. Me da una sonrisa y se pone de pie para besar mi frente.

- Me siento terrible. - Admito, pasando con cuidado, una mano sobre mí estómago.
- Cuidado nena. - Me dice entrelazando nuestras manos - ¿Muy mal? Le diré a los doctores que te traigan algo.
- No, no quiero estar drogada cuando por fin puedo ver a mi bebé... ¿Podemos, no? - Pregunto dudosa.
- Si, podemos ir. Pero aún no podemos sacarlo.
- ¿Está bien, verdad? - Pregunto dudosa.
- Si amor, está bien. Pero debe estar ahí. Nació de siete meses ni bien entrados.

Kyler sale de la habitación para conseguirme un yogurt para comer, muero de hambre y no me traen el maldito desayuno.

Una enfermera entra a la habitación y me sonríe cuando me ve. Se acerca y revisa mi incisión, suspiro un poco. Espero que no me deje cicatriz.

No puedo evitar notar la cicatriz a la altura de su pubis, mide alrededor de unos quince centímetros o quizás más.

- Todo marcha bien. ¿Ya fuiste a conocer a tu bebé? - Me pregunta y yo niego con la cabeza.
- Mi novio dijo que luego de desayunar podría ir a verlo. Fue a conseguir un yogurt para mí.
- Bueno, pero te informo, tu bebé es precioso y luce muy bien. La doctora lo ha revisado, dice que está bien, podrá salir antes de lo previsto.
- Eso espero, quiero tenerlo en brazos.
- Lo que todas las mamis quieren, te dejo. Debo revisar a otras pacientes. - Me dice y yo asiento.

Mientras me quedo sola en la habitación, no puedo evitar pensar en todo lo que ha pasado. Soy madre de un bebe. Yo tuve un hijo definitivamente.

Un hijo que no tiene habitación.

- Amor. - Escucho la voz de Kyler, lo miro, está parado en la puerta. Tiene flores en una mano y un yogurt en otra.
- Nuestro Austin no tiene habitación. - Le digo y el asiente.
- Conseguí que armen una cuna en nuestra habitación. - Me informa. - Se que dije que nos mudariamos, pero hasta atrapar al tipo, prefiero tenerlos en esa casa que es más segura. Además, es estúpido hacerle una gran habitación cuando no la usará.
- Tienes razón, podemos compartir habitación con el mientras tanto. Ahora dame mi comida, quiero ir a conocer a nuestro bebito.

Riendo, me hace compañía mientras desayuno y de vez en cuando, me roba uno que otro beso y desde luego, yo se lo devuelvo.

- Te amo amor. - Me dice y yo sonrió. Acarició su mejilla con ternura.

El me ha demostrado cuánto ha cambiado, me demostró que de verdad le importo, ahora el me hace su aliada.

- ¿Quieres ir a conocer a ese niño? - Pregunta y yo asiento.

Con su ayuda, me pone la silla de ruedas que minutos después me guía hacia la sala de prematuros. Estoy un poco nerviosa de conocerlo.

- Yo me he quedado embobado mirándolo. - Me cuenta. Miro hacia arriba para verlo.
- Es hermoso, ¿Verdad? - Pregunto intrigada.
- Si, bueno, supongo. Honestamente no. Pero es porque está rarito. Luego se pondrá hermoso. - Me dice haciéndome reír. - No hay forma de que sea feo.
- Puede ser. Honestamente nunca me gustaron los recién nacidos. -Admito y el detiene la silla frente a un vidrio.
- Te lo dije amor, puede que ahora no se vea cómo el bebé más lindo pero te prometo que tú corazón va a latir tan rápido que pensarás que te dará un infarto, no querrás perderlo de vista, te enamorarás en segundos.
- Te creo. - Le digo y el besa la coronilla de mi cabeza. - Vamos amor, hora de conocer a nuestro hijo.

Como el dice, me guía hacia dentro de la habitación y nos detenemos justo frente a una incubadora. El niño dentro está conectado algunas intravenosas, como dijo mi novio, luce raro, pero es una rareza hermosa. No puedo evitar sonreír mientras lo observo.

Quiero tenerlo en brazos, llenarlo de besos.

Amor a primera vista.

- Lo amo mucho. - Admito y el se ríe.
- Lo se, cielo. Yo también lo amo. - Me dice y yo asiento.

Hace unos cuatro días oficialmente soy madre, me sorprende un poco que no haya noticias aún, eso significa que el hospital respeto nuestra privacidad, cosa que muy pocas veces ocurre.

La cirugía había salido bien, pero como toda cesarea, necesitaba mis días, por suerte, hemos convencido a la doctora para que yo pueda salir. Es por esa razón que ahora mismo, estamos en casa.

Mi bebé estará al menos una semana más allá para ver cómo sigue pero según la doctora se encuentra en muy buen estado y progresa rápidamente.

- Es muy raro que no se haya filtrado la información. - Me dice Kyler mientras me guía hacia la cama.

Hemos decidido movernos a la planta baja así yo podría tener una buena curación. Evitando subir y bajar escaleras, no es como la habitación de él, pero es linda y cómoda.

- Si, es mejor. Imagínate a todos los fotógrafos al salir de la clínica. 
- Y todos los rumores estúpidos sobre nuestro hijo.
- Verdad. Deberíamos agradecerle a la clínica. - Mencionó y el se ríe.
-¿Agradecerle por cumplir con su obligación? Cariño, ellos deberían ser así siempre. Les daré algo a las enfermeras que nos atendieron y las de nuestro hijo, pero no es nuestra obligación.
- Vale. Pero ellas fueron muy buenas, sobre todo Lizzie. Ella me ha mantenido al tanto todo el tiempo de nuestro Austin.
- Vale cariño. Recuestate.
-¿Irás a ver a Austin ?- Pregunto y el besa mi frente.
- Si, más tarde me daré una vuelta. ¿Tu todo bien? - Pregunta y yo asiento.
- Si, tengo sueño. - Le digo y me acomodo. Hago una mueca porque me duele la incisión.
-¿Te duele? - pregunta y yo asiento. - Cariño, debes ser más delicada. No queremos que se te abran los puntos.

No puedo evitar sentir tristeza al pensar en eso, no había dicho nada, pero hace pocos meses yo tenía mi cuerpo muy bien, muchas marcan me llamaban para modelar la ropa interior y ahora tendré dos cicatrices.

Se siente como que mi carrera como modelo ha finalizado.

-¿Que sucede? - Pregunta acariciando mi mejilla. Suspiro.
- No podré volver a modelar. - Le digo mi miedo. Me gustaba ser modelo.
- ¿Porque no? - Pregunta confundido.
- Tengo dos marcas en mi estómago. Ahora no podré lucir bikinis ni lencería.
- Claro que podrás, la marca de la cesárea no se notará y la de la operación... Es apenas perceptible.
- Yo las veo. Las noto. Están ahí.
- Eres hermosa, amor. Tienes que sentirte así sin importar nada. No perderás tu trabajo.
-¿Y a ti? - Pregunto, mi otro gran miedo.
-¿A mí? - Luce confundido. - No entiendo.
- Tu acostumbras modelos perfectas... - Su ceño se frunce. Deja de acariciarme, luce ofendido.
- Te amo Daya. No me interesa tu cuerpo, tus cicatrices. No acostumbro modelos, es solo casualidad. No me perderás.
- Lo siento. - Susurro. El besa mi frente. - No se que sucede. Quiero Austin conmigo, no en una incubadora. Quiero a mi bebé en mis brazos. Mis pechos duelen. - Hago una mueca.- Seguro están por explorar.
- Solo unos días más, amor. Tranquila. Compraré un saca leche. ¿Si?
- Mejorará la situación un diez por ciento. - Le digo y el sonríe.
- No me has dicho que me amas.
- Tienes razón, no lo he dicho. - No puedo evitar sonreír.
- Y yo te lo dije muchas veces.
- Lo sé.
- Y sé que lo merezco... Te rompí el corazón... Pero te amo, cariño. Te amo mucho.
- Yo también te amo Kyler. Te amo mucho. - Confieso, el sonríe y me besa.
- Lo se.- Susurra sobre mis labios.

Hola, es un capítulo un poco aburrido pero es importante, se acerca pronto el final de la historia, no quedan más de diez capítulos, así que atentis.

Las cosas se pondrán interesantes.

Aviso:
STRONG ( PARTE I) DE ESTA SAGA YA SE ENCUENTRA DISPONIBLE EN FÍSICO EN VARIAS PLATAFORMAS.
TAMBIÉN PUEDEN PEDIRLO EN LIBRERÍAS DE SU PAÍS. RECUERDEN DECIR ESTOS DATOS:

Título: Strong.
Autora: Julieta Giménez
Editorial: Group Edition World o editorial Coral.
Distribuidora: Panoplia del libro o Cauce de libros.

Besos.

Espero leer sus comentarios y votos a ver qué les pareció.

Si quieren entrar al grupo de WhatsApp dejaré el link en los comentarios. 

Trying It [The King 2/4] BORRADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora