CARTA TRES

5 1 0
                                    

Querido, Dan.

Vaya, ¿quién diría que lo casual podría ser literario? 

Nos vieron bajar juntos, nos vieron bailar y beber juntos después de haber estado en tu habitación, todos supusieron lo que pasó entre los dos, incluso ella, la persona que es de tu familia y el motivo por el cual asistí en primer lugar a la fiesta. 

Por un momento sentí que era parte de esas historias de romance donde existe el amor a primera vista o que después de lo sucedido por fin conseguiría triunfar en el amor y fue así por algunos días. ¿Sabes? Muchos juzgaran lo rápido que todo sucedió, pero el tiempo es subjetivo. 

Me pediste que me quedara contigo esa noche, pero decidí irme, no te dije nada de mí más que mi nombre, si querías saber más de mí, tenías que buscarme por tus propios medios. 

Y lo hiciste, estaba poniéndome la pijama cuando un número desconocido insistía en mi la pantalla de mi celular, obviamente supuse que eras tú, me sentí afortunada, el niño más lindo de la fiesta estaba interesado en mí. 

Hablamos por algunos minutos porque yo estaba realmente cansada, pero me hiciste prometer que nos veríamos al día siguiente, ojalá lo hubieras olvidado, porque solo así, podría haber salvado un pedazo de mi dignidad.

Me desperté con mensajes tuyos pidiendo verme, yo sabía la razón, teníamos que terminar lo que empezamos. 

Debí decirte que no, debí hacerte que insistieras más, debí rechazarte para generar interés, pero no lo hice, así que me hiciste escribir como en los viejos tiempos.

Con amor y repulsión, Ro.

Lo que debí decirteWhere stories live. Discover now