Aléjate. Soy peligrosamente inofensiva. | Jeon Wonwoo ;;- 🎭

4.

Para mi mala suerte mi plan de ignorar las órdenes del idiota se fueron al carajo porque caí dormida, un rato depués Wonwoo volvió a tener visita, lo sé porque escuché el timbre, tras un rato después decidí salir utilizando la llave, me quedaría explorando con cuidado, pero según avanzaba las escaleras escuché gritos, quejidos y golpes, me alarme cuando al llegar al final y abrir levemente la puerta que separaba lo que parecía ser la cocina de las escaleras ví a Wonwoo ser golpeado por un hombre mayor, supuse que su padre porque lo que la madre de Woo me contó no era para nada bueno.
Cuando el hombre, hecho una fiera, abandonó la casa dando un portazo salí de mi escondite, Wonwoo estaba en el suelo, supuse que inconsciente, lo levanté como pude y lo cargué sobre mi espalda, a la hora de subir las escaleras que suponía que llevaban a las habitaciones casi me caigo 7 veces y el peso muerto que llevaba en mi espalda 4, pero al final conseguí subir sin problemas revisé la primera puerta, un baño, la puerta de al lado era una habitación, supuse que era la de Wonwoo porque había un montón de ropa en una silla, un armario medio abierto y una cama sin hacer, dejé que el gigante de mi espalda cayera en la cama, terminé de tumbarlo medianamente bien.
Cómo no sabía dónde estaba el botiquí agarré un recipiente, lo llené con agua fría y agarré una toalla, dejé el recipiente en la mesilla de noche, metí la toalla en el agua y quité el exceso de agua para luego pasar la toalla por el rostro de Wonwoo para limpiar las heridas de él, cuando término acaricié su mejilla, sin duda era un bebé cuando dormía, hice lo que pude por limpiar las heridas de su rostro, recordé lo que había pasado minutos antes y varios escalofríos me recorrieron la espalda.
Dios, si Wonwoo sufre eso desde que era pequeño no quiero ni imaginarme como se debe de sentir.
Giré su cuerpo para que se quedara boca abajo, levanté su camisa para dejarme plena vista de su espalda, llena de moretones y algunos arañazos, pasé mi mano por ella, estaba ardiendo, agarré la toalla y tras quitar el exceso de agua la coloqué sobre su espalda, aproveché que estaría dormido un rato para buscar el botiquín, busqué por el baño de arriba, me tomé un poco de tiempo para buscar, lo encontré, pero en el baño de abajo, en un armario que había a un lado del lavamanos, tras subir las escaleras me topé con el idiota de Wonwoo despierto y saliendo de su habitaciónhabitación, corrí hacia él para detenerlo.
¿Cuánto tiempo había estado buscando el maldito botiquín?

-¡Hey! ¡Vuelve a la cama! -Dije agarrando el extremo de su camisa y levantando mi mirada para encontrarme con la suya.

-¿Qué mierda haces aquí? -Dijo, yo solo miré hacia otro lado y volví a mirarlo al instante. -¿Fué mi madre? ¿Está aquí? -Dijo comenzando a caminar de nuevo.

-¡No! ¡Yo sola salí de allí! ¡Y vuelve a la cama, no estás como para andar tan normal! -Dije apoyando mis manos en su pecho dispuesta a empujarlo si era necesario, lo cual no lo fué porque por si solo entró a su habitación de nuevo y se sentó en la cama apoyando sus codos en sus muslos, entré seguidamente y tras abrir el botiquín y agarrar todo lo necesario me acerqué a él, levanté su rostro para comenzar a curar las heridas que tenía, tales como el labio roto arañazos en la mejillas y un corte no muy profundo cerca de la ceja, además de tener un golpe en el ojo y otro en la mejilla.

-¿Por qué me ayudas si supuestamente ibas a hacerme daño cuando bajara la guardia? -Dijo mientras yo echaba agua oxigenada en un trozo de algodón.

-No dije eso, dije que podía hacerte daño. -Contesté pasando el algodón por una de sus heridas.

Noté como reprimía el soltar un quejido asique dejé el bote de agua oxigenada a un lado y sostuve su mano.

-Puedes quejarte, puedo imaginar lo que duele. -Enseguida noté como apretaba levemente mi mano.

Tras terminar con la cara, quise volver a poner la toalla con agua en su espalda asique le mandé tumbarse, pero cuando justo estaba girandome con la toalla entre mis manos ví como terminaba de quitarse la camisa y la lanzaba al montón de ropa.
Noté el calor apoderarse de mi mejillas, incluso aguanté la respiración, se tumbó boca abajo soltando un suspiro, coloqué la toalla y coloqué todo en su sitio y agarré el botiquín dispuesta a ir a dejarlo en su lugar pero Wonwoo agarro el borde de mi suéter.

-Déjalo ahí, más tarde lo colocamos. -Lo miré nuevamente antes de dejar el botiquín en el suelo.

Cuándo quise darme cuenta estaba otra vez sentado y dejando la toalla a un lado rodeó con sus brazos mis muslos y me atrajo hacia él.

-Ni se te ocurra intentar escapar. -Dijo mirándome directo a los ojos. -¿Entendido? -Asentí, tras eso sencillamente me abrazó, sinceramente no sabía que hacer por lo que acaricié su cabello.

Tras unas horas había vendado todo el torso de Wonwoo por los moretones y arañazos, además de que había colocado benditas en su rostro, ahora él descansaba con hielo envuelto en un paño sobre su ojo y tumbado en su cama mientras que yo guardaba todo en su lugar, al volver al cuarto me dió el paño con hielo para que me lo llevara, así lo hice, lo llevé a la cocina y luego me quedé paseando por la planta baja.
¿Por qué no escapar ahora?
Lastima, supongo.
Era casi las siete, miré por la ventana de la sala, veía como la gente pasaba, adultos, ancianos, estudiantes...
No tardé en subir las escaleras para ir con Wonwoo, sabía que si no lo hacía, él bajaría y en su condición sería mejor que descansara, al menos hasta mañana, al entrar al cuarto lo estaba tumbado boca arriba, con el brazo tapando sus ojos, reí levemente y me senté a su lado.

-¿En qué piensas? -Le pregunté.

-Nada. -Contestó.

-¿Seguro?

-Si, tanto como que hoy dormiras conmigo.

-¿Qué? -Dije, el rojo se había apoderado de mis mejillas y poco a poco de toda mi cara.

Wonwoo solo sonrió levemente.
Estaba loco.