35.

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-Él... Él intento meterme en su coche, pero escapé y-y ahora me persiguió, perdón pero no se que hacer, no dejes que entre, por favor. -Dijo mientras hiperventilaba y no dejaba de llorar.

-Tranquila, tranquila, no te atrapará.

-No lo entiendes... -Respondió justo cuando las luces de toda la casa se apagaron. -Ese tipo no es alguien normal.

-Mierda. -Con los nervios dominando mi cuerpo me separé de la chica tomando una linterna de uno de los cajones de la cocina y un par de cuchillos, si querían guerra, guerra tendrían.

-N-no me dejes sola. -Dijo la chica siguiendome. Tomé su mano y hice que empuñara un cuchillo con fuerza.

-Vamos. -La guíe hasta la planta de arriba. Allí no encerramos en mi habitación, no era la opción más sensata pero al menos ganaríamos tiempo.

Movimos el escritorio y la cómoda tapando la entrada a la habitación, ambas muertas de miedo y ella al borde de un ataque de ansiedad.
Agarré un farol que Joshua me regalo para mi cumpleaños cuando estábamos en el instituto, él sabía que a veces se me hacia difícil dormir con todas las luces apagadas y era mejor gastar pilas a electricidad, lo tomé rezando por que funcionase, también agarré una manta para que la chica se cubriese pues no había parado de tiritar desde que había entrado y mi teléfono móvil.
Ambas corrimos al baño de mi cuarto y nos encerramos de la misma manera allí, cerramos la puerta y la aseguramos poniendo un mueble delante, encendí el farol y miré a la chica.

-¿Como te llamas?

-Kim Soovin.

-Bien Soovin, necesito que te relajes. Llamaremos a la policía, ¿ok? -Dije mientras encendía mi celular y marcaba a emergencias.

Ella simplemente asintió y yo me pegué a la puerta mientras escuchaba el tono que indicaba que estaba comunicando. Todo era silencio sin embargo podia escuchar como intentaban romper una ventana. Cuando por fin la voz de una mujer atendió al teléfono escuché el cristal romperse.

-Hola, al habla Yujin, ¿cuál es tu emergencia?

-Hola, ha habido un intento de secuestro y ahora mismo intentan entrar a mi casa, de hecho acaban de romper una ventana. -Dije intentando sonar lo más calmada posible pero lo único que quería era echarme a llorar y rezar por salir intacta de esta.

-Señorita, necesito que responda lo más rápido y claro que pueda, ¿entendido? -La mujer me hacia varias preguntas mientras que mi mano libre tomaba la mano de Soovin en un intento de calmarla. Respondí lo mejor que pude, cuando terminó la llamada me acomodé junto a Soovin principalmente para recordarme que debía ser fuerte por las dos. Dijeron que no tardarían más de 5 minutos sin embargo daba la sensación de que nunca llegarían. Podía escuchar, pese al llanto de mi igual, como intentaban abrir la puerta a patadas quizá, sin embargo cuando el capullo que nos quería entre sus manos ambas nos sobresaltamos, ella se acurrucó más junto a mi mientras que una pequeña lágrima recorría mi mejilla.
Odiaba esta sensación, odiaba esto, reconocía la sensación de estar entre las cuerdas, sin embargo no era la primera vez que la sentía, y mucha gente podría decir ahora mismo que esta sensación me recordaba a cuando conocí a Wonwoo, pero no, esa era una sensación distinta porque sabía que iba a salir de allí, sabía que si faltaba más de un día, quizá dos, a la universidad mis amigos me buscarían por mar, cielo y tierra, pero esto era distinto, esto era una noche como cualquier otra, estaba en mi casa, no había mucha gente que se diga y si bien tenía suerte de que alguien escuchara algo, dudaba que alguien entrara y se abalanzara contra quien estuviera entrando e intentase hacernos algo.
Al momento escuché mi teléfono y tomé la llamada solo para callar el tono y no dar nuestra posición tan fácilmente puesto que habíamos tapado la ventana para algo.

-¿Yoona? -Era la voz de Joshua.

-Si, si.

-Yoona, ¿Qué ocurre? Mi padre llegó ahora del trabajo y escuchó pasando por tu casa como se rompían cristales y pateaban algo, ¿estas bien?

-Joshua... No, todo está mal, hay alguien dentro de la casa y ya llamé a la policía pero tardan mucho.

-Está bien, escondete bien en lo que lleg-

La llamada se cortó por falta de batería en el celular, el cual se apagó y yo simplemente alcancé a maldecir mientras Soovin me miraba preocupada pero en silencio.
Cuando el silencio reinó en el lugar pude escuchar como en la planta de abajo todo era caos pues nos buscaban.
Tanto Soovin como yo notabamos como aquel extraño subía las escaleras, Soovin sollozaba en mi hombro con cada paso, cada puerta que se abría, cada golpe.
Cuando notabamos como entraba a algunas de las habitaciones de la planta de arriba y nos buscaba por la misma ambas nos abrazabamos más fuerte.
Ninguna quería caer en manos de ese condenado, cuando se escucharon golpes afuera del baño ambas retomamos el llanto, ella intentaba hacer el menor ruido posible mientras el mío era mudo.
Se podía escuchar como intentaba abrir la puerta y al no poder por tener muebles delante comenzaba a golpearla.
Soovin no aguantó más y su llanto dejó de ser más o menos silencioso a ser un estruendo.

-No, no, no... -Repetía como si eso pudiese parar a quien estaba tras el escándalo que había afuera del baño.

Notaba como mi corazón se aceleraba con cada patada, cada golpe a la puerta. Suspiré en un intento inútil de calmarme, pero era imposible, en una situación como esta es imposible mantener tus nervios bajo control.
Y menos cuando escuchas como una de las puertas que te separan de ese peligro se abre, a la fuerza pero se abre.
Podía escuchar como el sujeto avanzaba por la habitación hasta la puerta del baño, la cual comenzó a ser golpeada, y como último recurso tanto Soovin como yo son abalanzamos contra los muebles que sostenían que la puerta no se abriese fácilmente para sostenerlos en su lugar y hacer fuerza para que la puerta no cediera.
Para que no nos atrapara.

Aléjate. Soy peligrosamente inofensiva. | Jeon Wonwoo ;;- 🎭Where stories live. Discover now