Escenario 4

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Emparejamiento: Thor Odinson x OC (original character / personaje original)

[Cómo se acerca ti]

Estabas trabajando en la florería de Frank, tu amigo de la universidad, desde hace ya más de diez meses luego de que su último trabajador renunciara por un disturbio con un cliente. Al principio, no ibas a aceptar la oferta, pero simplemente no pudiste negarte ante los ojos de cachorro que puso él.

Ahora tu día consistía en despertarte muy temprano en la mañana, ir a trabajar como mesera en una reconocida cafetería cerca de tu departamento y después venir a la florería durante la tarde para atender a los clientes mientras Frank se encargaba de hacer los arreglos florales solicitados en la parte de atrás de la tienda.

Tu teléfono vibró sobre el mostrador y rápido revisaste la barra de notificaciones. Te había mandado un mensaje tu hermano para recordarte que el domingo era la fiesta de cumpleaños de tu cuñada. Le mandaste un sticker y apagaste el teléfono justo en el momento indicado, puesto que las puertas de la florería se abrieron y tres personas entraron.

Subiste la mirada y observaste a una mujer pelirroja, un hombre de cabello castaño oscuro y a otro rubio. Reconociste al instante a éste último, debido a que casi siempre pasaba enfrente de la florería y se quedaba parado viendo las flores puestas en el aparador; nunca entró al establecimiento, solo se quedó allí afuera. Algunas veces sentías que te miraba, pero creíste que era solo tu imaginación porque un hombre tan guapo no se fijaría en ti.

—Buenas tardes. ¿Buscaba algo en especial?

La mujer te miró con una expresión tranquila. —No, queremos ver primero —dijo y se volteó hacia el sujeto de cabello castaño—. Ven, Clint.

El susodicho asintió con una sonrisa y se marchó con la pelirroja hacia al fondo para ver las flores de tonalidades rojas que había. Te giraste y te encontraste con la mirada azulada del hombre rubio.

—¿Y usted, señor? ¿Necesita alguna flor específica?

Él abrió la boca para decir algo, pero pareció dudar y sonrió tímidamente. —Bueno... No sé mucho de flores, señorita, pero quiero comprar una para una mujer hermosa.

Asentiste. —¿Es su pareja de años?

—Oh no, apenas y la conozco —respondió, su expresión volviéndose un poco divertida.

—Sé lo que necesita, venga por acá. —Lo guiaste hacia unas flores rosadas y señalaste un ramo—. La lavanda rosa significa encanto y amor a primera vista, es ideal para un romance que apenas comienza. —Lo miraste y te desconcertaste por la sonrisa amplia que te estaba dirigiendo. Supusiste que estaba muy feliz de encontrar la flor indicada.

—Es perfecta, la quiero.

—¿Una sola flor o todo el ramo?

—El ramo completo, señorita.

Tomaste las flores entre tus brazos y las llevaste al mostrador, procediendo a ponerle un bonito moño rojo. Le preguntaste si quería una dedicatoria, y él dijo que sí aún con ese rostro extrañamente alegre. A petición del cliente, escribiste: "Para la mujer más preciosa que he visto".

Te sorprendiste de lo romántico que era y pensaste que a la persona a quien le daría el ramo iba a ser muy afortunada. Le entregaste las flores y él te entregó el dinero.

—Gracias por su compra, que tenga un buen día.

Él asintió e hizo algo que te dejó muy confundida. Te tendió el ramo de flores mientras esbozaba una sonrisa que atentó con cegarte de lo bonita que era.

—¿Qué? —exclamaste sorprendida.

—Son para usted, bella dama.

—Pero... —No supiste qué decir. Escuchaste algunas risitas de fondo, sin embargo no les diste tanta atención porque tenías la mirada fija en los ojos azules del hombre rubio.

—Señorita, cuando la vi hace unas semanas en este mismo lugar quedé maravillado por lo hermosa que es. Por favor, reciba estas flores.

Agarraste el ramo que tú misma habías decorado con un sonrojo extendiéndose por toda tu cara. Estabas tan roja que sentiste que te ibas a morir de vergüenza. Observaste las flores y luego de nuevo al hombre.

—Gracias...

Él negó. —No me agradezca —dijo y después se apoyó en el mostrador, contento y ansioso—. Me gustaría llevarla a uno de esos bonitos lugares misgardianos.

—¿Misgardianos? —preguntaste débilmente.

—Sí.

—¿Cómo una cita? —Tu corazón todavía estaba latiendo con fuerza en tu pecho.

—¿Así es cómo llaman a cuando dos personas se quieren conocer?

Te confundiste. —Eh, ¿si?

—¡Entonces sí! Vayamos a una, por favor.

Apretaste el ramo con las manos temblorosas. No creías que todo eso te estaba ocurriendo a ti. ¿Cómo un hombre tan tierno y guapo se fijó en tu persona?

—Pero ni siquiera sé tu nombre todavía...

—Mi nombre es Thor Odinson. —Se presentó de inmediato—. Y estaría muy feliz si acepta tener una cita conmigo, hermosa dama.

Dejaste escapar una risa nerviosa e incrédula. No obstante, luego de un par de segundos aceptaste la oferta ya que el encanto de ese hombre había despertado algo dentro de ti. Y de alguna manera, presentiste que esto era el comienzo de algo mucho más grande.

ONE SHOTS | MARVELWhere stories live. Discover now