Extras! 1

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—A Dazai-san se le ve muy feliz ahora.

Atsushi vio a ambos partir de la cafetería después de haberse despedido. Al llegar afuera el más alto pasó su brazo por encima de los hombros ajenos cuidando no estirar la mata de cabellos pelirrojos que bajaban por allí.

—Hm —Akutagawa asintió ante lo dicho por el albino— Chūya-san igual.

Tomó asiento a su lado; Atsushi no se molestó en lo más mínimo, el olor a cacao proveniente de la taza recién puesta frente suyo lo mantenía distraído de su entorno. Akutagawa notó, entre tantos detalles del ambiente cálido que los rodeaba, las pestañas blancas medio brillantes de los ojos entreabiertos, la elegancia con la que se movían con cada parpadeo; y luego, después de observarlo por mucho tiempo el otro le miró extrañado, el atardecer en sus ojos denotando curiosidad.

—Estás pálido —comentó reposando su rostro sobre su puño.

Atsushi hizo una mueca.

—¿Te has visto al espejo alguna vez?

—De hecho sí, pero la última vez que viniste tenías las mejillas coloradas.

El albino frunció los labios mientras desviaba la cara hacia la ventana, sus mejillas tomaron color. Akutagawa dejó caer su cabeza sobre la mesa en dirección al otro y con su mirada afilada apuntando al objetivo sonrió con diversión.

—Si, justo así.

𝐑𝐞𝐦𝐞𝐦𝐛𝐞𝐫 | 𝐒𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮 𝐀𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora