CAPÍTULO 19 (COMPASIÓN O... ¿AMOR?)

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Elsa salió de la habitación, notó que su vestido estaba manchado de sangre para evitar escandalizar a alguien que la viera con sus poderes modificó el vestido tapando las manchas de sangre. Se encaminó hacia su despacho y en el camino se encontró con  Kai.
-Kai, hola.
-Majestad –Hace una reverencia- ¿Necesita algo?
-Si, no quiero que te preocupes por lo que te voy a pedir y te pido que por favor no le digas nada a Anna, pero… Necesito que el Medico real venga de carácter urgente.
-Bien… Pero ¿Se siente bien?
-Si, si yo… Estoy bien es que… Te voy a contar algo. Tengo a Hans Westergaard en mi habitación. Esta muy mal herido y creo que en verdad necesita que lo revise un medico.
-¿Qué? No comprendo alteza.
-Es que fui a las caballerizas y estaba con mi yegua hasta que escuche que estaban golpeando a alguien detrás del establo, me dirigí hacia allá y vi como dos hombres mucho más grandes que Hans lo estaban golpeando. Esta muy mal herido, yo… Trate de hacer mejor que pude para curarlo, pero creo que los golpes que le dieron fueron muy fuertes.
-Bien, no se preocupe alteza yo me encargo de que el medico real venga lo más rápido posible.
-Gracias, te puedo pedir… ¿Qué… seas discreto con esto?
-Si, no se preocupe majestad, yo me encargo.
-Y ni una palabra de esto a Anna, no quiero que ella se moleste.
-Si alteza… -Dijo el hombre mientras se alejaba de la rubia-
Elsa se quedo un momento pensando mientras Kai se alejaba de ella…
-Kai, espera. Necesito pedirte un favor más.
-Por su puesto majestad.
-Necesito que los guardias busquen por todo el reino a dos hombres… Grandes ambos son gemelos, son pelirrojos y tienen patillas, son similares a Hans. Fueron los que lo golpearon, el me dijo que son sus hermanos. Deben buscarlos y traerlos aquí, en cuanto los traigan que me informen por favor.
-Si majestad.
El hombre se fue en busca del medico real mientras la rubia se dirigía de nuevo hacia la habitación, donde se encontraba Hans. Al abrir la puerta vio al pelirrojo con la mirada perdida, encorvado y apesadumbrado, se veía tan mal… Ingresó en la habitación y se sentó en su cama junto al joven.
-Bien, ya solicite que viniera el medico real a verte, no debe tardar.
-Gracias.
Elsa se quedó sentada observándolo mientras esperaban al medico, no sabia que decirle, ni que preguntarle, se sentía mal por el.
-Uhmmm ¿te sientes mejor?
-Algo.
-Bien, emm déjame revisar tu costilla.
Se puso de pie y se acercó al joven, tomó la toalla que estaba puesta en el torso del joven, ella evitaba mirar acosadoramente ese cuerpo… Toco con su pulgar delicadamente el golpe, evitó a toda costa infringirle dolor al pelirrojo sin embargo estar así con el la ponía nerviosa, sin notarlo y sin siquiera quererlo empezó a crear una fina capa de hielo en la piel del joven, quien parecía no sentirla. De inmediato retiro su mano algo asustada, esa reacción hizo que el joven pusiera su atención por completo en ella, la rubia se veía asustada… Miró de reojo la piel que había congelado sutilmente, Hans notó que ella estaba asustada y vio lo que había pasado en el… Solo sonrió un poco a la rubia con una sonrisa débil pero dulce a la vez.
-Lo siento. –Dijo Elsa-
-No pasa nada alteza… Se que no lo hace con intención.
-Yo… No, no fue con intensión.
-¿Es la primera vez?
-¿Qué? – Pregunto la rubia ruborizada-
-Me refiero… Que si es la primera vez que hace esto por alguien.
-Aahh no, emm digo, si.-Suspiró aliviada- Si… Si es la primera vez que hago esto, no había tenido que ayudar a un ex príncipe mal herido y golpeado por sus hermanos.
-Jmjm
-En verdad lamento mucho que… Hubieras tenido que pasar por esto aquí en mi reino. Ya pedí que buscaran a tus hermanos, no voy a dejar que se vallan de aquí sin pagar por esto, y enviaré una carta a tu padre rechazando la horrible golpiza que te dieron tus hermanos.
Hans veía como mientras ella hablaba sus mejillas se iban enrojeciendo, se veía molesta, estaba indignada mientras hacia un gesto que la hacia ver tierna.
-No tiene que hacerlo alteza.
-Bueno, puede que no pero… Pero en mi reino no voy a tolerar actos de violencia y de agresión. Tal vez en las islas del sur esta bien, pero aquí no.
-¿Por qué se preocupa tanto alteza?
-No… No es eso… Solo que mientras que tu estés aquí, eres responsabilidad mía, y no quiero que… Te pase algo malo. Eso es todo.
-Es dulce lo que dice.
-No, solo es lo correcto, es lo que me inculcaron de niña.
-¿Le inculcaron ayudar a rufianes que trataron de asesinarla a usted y a su hermana?
-Uhmm pues… No pero… Pero creo en hacer lo correcto y el que usted este aquí a pesar de todo, es mejor que usted este en altamar esperando morir… ¿No cree?
-Eso depende reina Elsa…
-¿Depende? ¿De que?
-Depende del punto de vista, para muchos habría sido mejor que usted me devolviera en el barco y me dejara a merced del mar… Creen que es lo que merezco y si… Estoy de acuerdo con ellos.
-Uhm ¿y por que me pidió que le diera asilo? Si usted cree que merecía morir a merced del mar.
-No lo sé…
-Bien… En realidad yo no podría cargar con la muerte de alguien en mi conciencia… ¿Y usted? ¿Si podría?
Hans se quedó mirándola a los ojos… Recordó como trató de asesinarla con su espada, mientras ella estaba en el suelo llorando la muerte de su hermana.
-Eso pensé… Bien, iré a ver si el medico ya esta aquí.
Se puso de pie y salió de la habitación dejando al pelirrojo solo, el joven solo podía pensar en que ella era demasiado buena y noble para prestarle atención a alguien como el… Trató de matarla a ella y a su hermana, y ahora ella estaba ahí junto a el, curándole las heridas y los golpes que sus hermanos le habían causado, era una situación extraña, estaba acostumbrado a ser golpeado, maltratado y humillado, el había aplicado el mismo trato con ellas y aún así… ella era buena con el. –Soy una basura- Pensó para si mismo. Pasado un largo rato entró de vuelta la rubia acompañada del medico real, quien se estremeció levemente al ver al pelirrojo en la habitación de la reina, el lo miró extrañado, sabia quien era el y sabía lo que había hecho. Sin embargo el medico profesionalmente mantuvo la postura y se acercó al joven para revisarlo, mientras la rubia salía de su habitación dejándolos solos. Se dirigió a su despacho y se dispuso a escribir una carta que seria enviada de inmediato a las islas del sur.
Después de un rato el medico real tocó la puerta del despacho para darle el parte medico del pelirrojo a la reina, le comentó que una de las costillas del joven estaba rota, los golpes en el rostro efectivamente habían sido bastante fuertes y habían generado una afectación en la vista de Hans, debía descansar unos días mientras se recuperaba. Elsa agradeció la visita del medico y la atención prestada al joven salió del despacho junto con el y se dirigió hacia su habitación no sin antes entregarle a Kai la carta que debía ser enviada de inmediato a las islas del sur y solicitarle que arreglaran una habitación para que el joven pudiera descansar cómodamente, ya que desde que había llegado a Arendelle estuvo durmiendo en el frio e incomodo calabozo del palacio. Al entrar en la habitación vio a Hans con el torso vendado, al igual que su cabeza, se veía tan frágil.
-Hola…
-Majestad – Trató de ponerse de pie-
-No, no te muevas. No es necesario… Hable hace un momento con el medico, y me dijo que vas a estar bien… Solo debes descansar. Pedí que te organizaran una habitación aquí… Ammm para que puedas descansar. Ya no vas a dormir en el calabozo, se que es… Frio e incomodo.
Hans captó la indirecta, sin embargo seguía sorprendiéndolo la actitud dulce y compasiva de ella.
-Se lo agradezco majestad.
-No es nada… Si gustas, Kai te dirá donde es tu habitación.
-Si.
-Te acompaño… Creo que no ves bien, y puedes caerte o algo.
-Si, gracias…
La rubia salía de la habitación con Hans cuando en el camino se encontró con Kai, quien los acompañó hasta la habitación ya lista para el joven, Elsa ingreso a solas con Hans y lo dejó instalado en el lugar.
-Gracias por todo majestad.
-No es nada… Yo… debo irme, no es correcto que yo este aquí.
-Entiendo, gracias de nuevo.
-Si necesitas algo… Solo dile a Kai, el se encargará.
-Si, gracias.
-Bien que descanses, y que te mejores.
Elsa salió de la habitación, iba caminando por el palacio tranquilamente cuando a lo lejos escucho la voz de su hermana.
-¡Elsa!
-Hola… ¿Cómo te fue?
-Bien, aun que te extrañé… ¿Qué hiciste todo este tiempo?
-Aamm descansar… Estuve leyendo y estuve en el despacho revisando algunas cosas.
-Uhmmm tan trabajadora como siempre.
Elsa sonrió a lo que su hermana le decía, entrada la noche y después de cenar, la rubia se encontraba en su habitación ya con su pijama puesta leyendo.
-¿Elsa? –Dijo Anna después de tocar la puerta-
-Pasa…
-Hola… -Dijo la pelirroja mientras entraba en la habitación con una almohada y el libro que sus padres les leían de niñas-
-Hola… ¿Qué estas haciendo?
-Vengo a dormir contigo esta noche.
-¿Por qué? Tú tienes tu habitación- Dijo en tono de broma-
-Lo sé, pero te extrañé mucho y quiero dormir contigo.
La rubia suspiró resignada e hizo un espacio en su cama para su hermana, Anna al ver que le había hecho un espacio se emocionó y se acercó a la cama para por fin acomodarse junto a su hermana mayor.
-¿Qué estas leyendo? –Preguntó la pelirroja-
-Uhmm es un libro sobre geografía… Me lo recomendó el príncipe Jean Paul.
-Oh… Ya veo, debe ser interesante… Aun que lo que me interesa es saber… ¿Como es el?
La rubia sabia hacia donde iba su hermana, sin embargo sabia lo insistente que ella era, así que empezó a contarle todo lo que había pasado en Wesselton, le habló sobre el Príncipe, sobre la reina Camille y sobre el rey Christopher, le contó todos y cada uno de los detalles de como logró arreglar la consigna, le contó a su hermana la forma en la que el príncipe Jean Paul le había dado la idea de solucionar el altercado, Anna se emocionó de oír sobre el detalle que el príncipe de Wesselton tuvo con su hermana… Esperaba que eso la ayudara a escoger un esposo o que permitiera ser cortejada por él.
Hablaron hasta muy tarde, Anna cayó profunda mientras tenía a su hermana abrazada no quería soltarla, la había extrañado tanto, tuvo miedo de no volver a verla por eso no la soltaba, mientras Elsa trataba de conciliar el sueño, algo incomoda en los brazos de su hermana quien la apretaba fuertemente y dormía placenteramente, no paraba de pensar en Hans, su corazón se encogió de verlo tan lastimado por sus hermanos, era tan frágil… Estaba acostumbrado a ser golpeado por sus mayores, su padre lo odiaba, y para completar su desdicha no iba a poner volver a su casa… Era tan deprimente su vida, es como si toda su familia lo odiara y lamentablemente no tenia a nadie mas… Solo a ella, quien le había mostrado algo de bondad y compasión.

Hola chicas aquí otra actualización, espero que lo hayan disfrutado... No olviden comentar,votar e invitar más gente a que lea, les envio un abrazo a todas y gracias por tomarse el tiempo de leer byeeeeeeeeee
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