SORDA

40. Bobos

***

Cuando todos terminaban, Emanuel le dijo a Lucas que ya se nos cumplía el tiempo.

• Vamos a seguir en las colchonetas.- le avisa a nuestro entrenador y él le exige.

• No la mates, es de nuestros mejores tiempos.-

• Lo dudo, sino, no se quedaría tiempos extra...- parlotea Gema.

— Al menos hacen que me quede, vos ya sos un caso perdido, Topacio opaco.- la cara de Gema es una obra de arte, amo sacarla de quicio.

• Sólo unos minutos.- tirando la colchoneta al costado de la pileta.

Bufo pero me saco las antiparras y la gorra de goma. Uso mi toalla para secarme y me pongo el short.

• Vuelta carnero y te levantas.-

— Me voy a pegar el palo de mi vida.- mientras veo cómo todos se van.

• A estirar.-

Me siento en el piso y alcanzo mis pies mientras el presiona con sus manos sobre mi espalda.

• En realidad es mi forma de echarlos.- percibe mi reloj y sonrío.• nos vamos en quince minutos, te parece?.- asentí mientras seguí estirando.

Lo ayudé a acomodar todo y fuimos a cambiarnos.  El vestuario estaba casi vacío, por suerte. Me tomé mi tiempo y me bañé para sacarme el cloro de encima.

Salí y Lucas me esperaba como lo hacía los últimos días.

Caminamos hasta la entrada del club y puedo ver a Leonardo afuera del auto de mamá.

— No!.- tirando de Lucas hacia lo más perdido de un rincón, atrás de un cartel.

Lucas me mira.

— Es que... está mi hermano esperándome afuera...- bufo.— se suponía que me ibas a llevar a casa.- apoyando mi cara en su pecho.

Siento sus manos posarse en mis caderas.

• Podemos acordar otro día y estar juntos todo el día si es necesario.-

Suspiré.

— Supongo. Rindo mis exámenes y después hablaremos. Hace tiempo que no veo a Lalo.- me encojo de hombros y el me sonríe.

• Te pienso seguir mandando mensajes.-

Le sonrío y levanto mi cabeza para mirarlo.— Por favor.- el cierra su abrazo y baja hasta mis labios, succionando el inferior, sintiéndolo con su lengua.

No pienso detallar todo lo que provocó en mí ese simple acto.

Lo rodee con mis manos por la cintura y busqué intensificar ese beso, pero no duró lo que quería, porque me alejó de él.

• Por más que me cueste... tenes que salir, tu hermano nos puede encontrar en esta situación y dudo mucho que te vuelva a ver hasta que cumplas dieciocho, mínimamente, en el mejor de los escenarios.-

Suspiré con fastidio.— está bien.- lo suelto y me alejo, pero tira de mí y deja besos en mi cara, haciendo que ría.

Mi reloj me avisa.• Me había faltado un poco.-

Negué divertida y dejé un beso en su mejilla para poder irme.

Mi mal humor se notaba, ese bobo me había quitado los pocos minutos que tenía con Lucas.

— Hola enana.- seña Leonardo que se acerca y me abraza. Su ceño se frunce al deshacer el abrazo y me interroga.— y ese perfume?.-