Capítulo 8: Buscándo

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Capítulo 8: Buscándo

10 de Diciembre del 2014

¡Atención! ¡atención!, ¡todas las personas que estén aquí, soldados y civiles vengan a la sala principal! - dijo el capitán.

-¡Vamos chicos!… - dije mientras salía de la habitación.

-¡Atención!... necesitamos a una persona que valla a explorar los alrededores de Monterrey y las ciudades que lo rodean para traer sobrevivientes y provisiones. ¿Alguien se ofrece como voluntario?... ¿nadie? - preguntó el capitán.

-¡Yo me ofrezco como voluntario! - dije.

-¡No, no lo hagas… morirás… que valla alguien más! - dijeron mis amigos

-No… iré yo, yo no tengo nada que perder - dije.

-¡Muchas gracias señor…! - dijo el capitán mientras me preguntaba mi nombre.

-Alex - dije.

-¡Alex! - dijo orgulloso.

Después de esa larga reunión el capitán me llamó para darme toda la información de la misión.

Muy bien, escucha, esta misión es importante, cada vez que tú te ofrezcas como voluntario les daremos a ti y a tus amigos más comodidades y una clase de cómo manejar armas fuego, así que esfuérzate, por favor - dijo el capitán.

-Tu misión consiste únicamente en encontrar sobrevivientes y traer algo de comida, si encuentras armas y munición mejor - dijo el cabo.

-Cabo te llevará en un helicóptero a los alrededores para que empieces tu búsqueda, pero tienes que tener mucho cuidado, ya que no tenemos muchos helicópteros, tenemos solo siete helicópteros y no los queremos perder. También te daremos un radio de comunicación para que te puedas comunicar con nosotros, con él nos podrás decir en donde te recogerémos, solo que tiene que ser en el techo de un edificio alto, como un departamento, hospital, ya sabes a lo que me refiero. Además habrá cámaras por toda la ciudad, tus amigos Camila y Ricky se ofrecieron para avisarte si ven algo importante como un sobreviviente, comida, armas, o cualquier otra cosa, ya sabes a lo que me refiero… y por cierto… te recogeremos al siguiente día, después de que te dejemos en la ciudad, nosotros te hablaremos cuando sea el momento de recogerte. Ahora pasando a otra cosa… necesitarás algunas armas - dijo el capitán mientras habría un maletín con tres granadas, una pistola, una escopeta, un cuchillo extra y diez cajas con diez balas cada una para la pistola.

Yo no agarré nada más que las tres granadas y el cuchillo y les dije que con eso y mi sable era más que suficiente para mí, aparte yo tenía un revólver y cinco cajas con 10 balas cada una, ellos me dejaron elegir mis armas sin problema y yo le di al capitán la USB con toda la información del virus.

Después de media hora alguien llamó a la habitación donde estábamos todos platicando, Ricky atendió la puerta y era el cabo, me dijo que ya era hora, me despedí de todos con un gran abrazo de grupo y todos me desearon suerte, les dije que se cuidaran bien y seguido a eso el cabo me llevó en un helicóptero a un edificio alto donde yo me bajé y me despedí del cabo, me deseó suerte y se fue en el helicóptero, pero algo malo pasó…

No… el helicóptero se estrelló en un edificio debido a cuatro muertos que se colgaron de él…

Genial… ya perdimos uno de los siete helicópteros que había en la base - dije con tono sarcástico.

Entonces cargué mi revolver y me fui corriendo hacia el sur de la ciudad, pero tuve un par de complicaciones, ya que muchos muertos me empezaron a perseguir, entonces me vi forzado a meterme a uno de los departamentos, subí las escaleras y llegué al techo, los muertos salieron de las escaleras y de nuevo empezaron a correr hacia mí. No tuve otra opción más que hacer algo que jamás había hecho en mi vida, algo a lo que se le llama Parkour que consiste en saltar de techo en techo de un edificio a otro, corrí lo más rápido que pude y salté hacia el otro edificio, estuve a punto de caerme pero afortunadamente me alcance a agarrar de la orilla del edificio un muerto se agarró de mí y estuvo a punto de morderme el pie, pero yo lo moví de tal manera que calló del edificio. Entonces subí y continué mi camino brincando por el techo de los edificios y termine mi camino al ver un OXXO con barricadas en la entrada, bajé las escaleras de incendios del edificio y salté cuando estaba en el segundo piso, corrí hacia el OXXO y vi un hombre golpeando a los muertos con una tubería, pero el último muerto lo agarró por detrás y se preparó para morderlo, pero yo le lancé mi cuchillo y le di justo en la cabeza.

Cielos… muchas gracias muchacho, me salvaste la vida, dime ¿cuál es te nombre? - preguntó el señor.

-Me llamo Alex, ¿y usted? - pregunté.

-Mi nombre es Julio, un gusto conocerte - dijo el señor Julio.

-Igualmente… oiga ¿están bien? - pregunté.

-Si, lo estamos - dijo el señor Julio.

-Bien, oigan ¿tienen algún vehículo? - pregunté.

-Si, lo tenemos, pero no tiene gasolina - dijo aquel buen hombre.

-Puedo traer si quieren ¿cuánta necesitan? - pregunté.

-Necesitamos cinco botes de gasolina, pero es muy arriesgado, puedes morir y solo eres un muchacho de media edad - dijo el señor Julio.

-Sí, pero soy un muchacho de media edad enviado por el capitán de las fuerzas armadas de Los EstadosUnidos de América - dije.

-De acuerdo, pero vuelve por favor - dijo.

-Claro que lo haré - dije y me fui.

Ahora tenía un trato con un hombre que ni siquiera conozco del todo bien, pero bueno, ahora tenía que concentrarme en llevarle los botes de gasolina y podía toparme con el Prototipo.

Dios, no sé porque me ofrecí como voluntario - dije arrepintiendome de lo que había dicho en el barco.

Después de encontrar los cinco botes de gasolina en un taller regresé para irnos.

Bien hecho hijo, bueno ahora que te has ganado mi confianza te presentaré, ella es Abby, mi esposa - dijo el señor Julio

Buenos días - dijo Abby.

Buenos días - dije.

Y ella es Jessica de 16 años - dijo el señor Julio

Hola - dijo Jessica.

Hola - dije.

Gracias por salvar a mi padre - dijo Jessica.

De nada, bueno, hola a todos, yo soy Alex y tengo 14 años - dije.

Bueno ¿qué estamos esperando? vámonos de aquí - dijo el señor Julio mientras subía a la camioneta.

¡Esperen!, primero agarremos comida y luego nos vamos - dije.

Tiene razón - dijo Jessica.

Entonces agarramos comida y terminando subimos a la camioneta y le dije al señor Julio que fuéramos a una tienda de armas, agarraron armas y me ofrecieron a lo que yo respondí que no, que con mi sable estaba bien, luego llegamos a una casa que estaba cerca de nuestra antugua posisión, comimos y a las 9:00 de la noche caímos profundamente dormidos.

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